Padre José Antonio Barrera: “Cristo es quien nos redime de las enfermedades y angustias”


Una multitud necesitada de alimentos, medicinas y con familiares fuera del país, acompañó al Nazareno de Guarenas, encontrando un mensaje de esperanza en la Iglesia

Ramón Antonio Pérez  // @GuardianCatolic
Guarenas, 18 de abril de 2019

El padre José Antonio Barrera Ruiz, responsable de la parroquia Nuestra Señora de Copacabana de Guarenas, presidió este Miércoles Santo una eucaristía, luego de recibir en esta Catedral Diocesana, a la sagrada imagen del Nazareno que religiosamente es venerado por los habitantes de esta ciudad enclavada en el estado Miranda. 

La imagen era recibida en el portal principal del templo luego de su llegada desde la capilla de La Candelaria y del recorrido por la céntrica calle Comercio de esta ciudad.

“Hoy estamos aquí rindiendo honor, gloria y alabanzas a nuestro Señor, y dándole gracias por aquello que hemos recibido de su amor extraordinario. Por eso, la figura del Siervo Sufriente nos va a dar ánimos a nosotros, porque es el mismo Jesucristo, quien hoy nos dice que fuerza redentora viene de la Cruz”, dijo durante homilía.

José Antonio dijo que el significado de la Cruz de Cristo también se puede entender con la serie de circunstancias presentes en la vida de cada persona. 

“Cada uno de nosotros tiene su propia Cruz, y esa cruz nos hace depender de Dios”. Entre estas cruces mencionó “las adversidades, los problemas, las enfermedades y las angustias” del día a día. “¡Pero la Cruz de Cristo nos permite alcanzar la salvación!”, decía el párroco guarenero.

El presbítero invitó a los guareneros a “acercarse a Dios y permitir que a través de Jesucristo se puedan redimir” de estas situaciones y dificultades de la vida. “Pidámosle al Nazareno que podamos ser una sola familia en la gloria de Dios Padre; una familia bajo los lazos y la sangre de Jesucristo y unirnos a su Pasión redentora”.

Los devotos del Nazareno en Guarenas
Efectivamente, los habitantes de Guarenas, caminaron este Miércoles Santo junto a la imagen del Nazareno, desde la capilla de La Candelaria en sentido contrario por la calle Comercio y por la llamada “Subida de Los Almendrones”. El destino era la Catedral de Nuestra Señora de Copacabana, donde fueron recibidos por el padre José Antonio Barrera.

En su trayecto, diagonal a la Plaza Bolívar en el “Pueblo Arriba”, El Nazareno se encontró con la Virgen María (La Dolorosa) y el Apóstol San Juan. Se realizaron las respectivas reverencias, siendo algo muy esperado entre los devotos y cargadores. 

Al ritmo de la música sacra interpretada por la Banda “Alí González”, entraron al Templo dedicado a la patrona diocesana –Nuestra Señora de Copacabana- en una impresionante demostración de fe cristiana y piedad religiosa y popular.

Por las necesidades más agobiantes


Diversas fueron las maneras en que los devotos del Nazareno le expresaron su agradecimiento a Dios en este Día del Nazareno. Algunos dijeron que hacen esta procesión todos los años debido a la “curación de algunas enfermedades”; otros indicaron que “gracias a Jesús encontraron empleo”; “obtuvieron una vivienda” o sencillamente, “porque forma parte de la fe y devoción que aprendieron en la familia”.

Muchos aprovecharon para hacer nuevas peticiones al Nazareno, tomando en cuenta la dura realidad del país y que les involucra como a todos los venezolanos. “Hemos venido a pedir por nuestros familiares que ahora viven fuera del país buscando mejores niveles de vida”, expresaba una señora que junto a su esposo rezaba en silencio.

Algunos llevaron a la procesión el ofrecimiento “por los que están postrados en cama como consecuencia de las enfermedades”. 

Pero una petición especial se dejó conocer, siendo común el comentario en buena parte de los padres madres asistentes: “que en mi casa nunca más falte el alimento porque en ocasiones, para que los niños puedan recibir su alimentos, los adultos nos hemos acostado sin cenar”.

En definitiva, fue admirable ver imágenes, crucifijos de todos los tamaños y rosarios, una procesión que se cumplió básicamente en manos del laicado parroquial. Como dato curios, es de resaltar que a pesar de la escasez material que caracteriza actualmente a la población venezolana, muchos devotos estaban vestidos con sus ropas de color morado, el símbolo de estos tiempos de Semana Santa que caracteriza al sufriente Nazareno.

 Por aquí  les dejo un vídeo del año 2009, en el que se describe algo más acerca del Nazareno de Guarenas:

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