En el marco de los 50 años del Documento de Medellín, dijo que es
un reto asumir en la línea del Papa Francisco, "la urgente
necesidad de tomar en serio el Vaticano II y darle rostro de esperanza y
alegría”
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas,
25 de agosto de 2018
“Los
documentos de Medellín marcaron un hito en el iter postconciliar pues fuimos
los primeros en asumir los nuevos aires del Vaticano II y su influjo fue más
allá de nuestras fronteras. Han sido 50 años de altibajos pero de la
configuración de una iglesia continental que madura a pesar de las muchas
dificultades y obstáculos, internos y externos”.
Así lo considera el cardenal
Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico
de Caracas, a través de un mensaje enviado a los medios, con motivo de su
asistencia al Congreso Eclesial “Medellín 50 años”.
El
encuentro se realiza en esta ciudad de Colombia, del 23 a 26 de agosto de este
año, organizado por el CELAM, la CLAR y la Arquidiócesis de Medellín, en el que
el cardenal Porras participa junto a sacerdotes venezolanos y del continente
americano.
Para
Porras, es un encuentro histórico y un reto para la iglesia latinoamericana, “a
50 años de la primera visita de un Papa a nuestro continente”. Recordó así al
papa Pablo VI que llegó a Bogotá (Colombia) el 22 de agosto de 1968, para la
clausura del XXXIX Congreso Eucarístico Internacional y la inauguración de la
II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Medellín, entre
agosto y septiembre de ese año.
En
su mensaje considera que “es un reto para nosotros asumir en la línea del Papa
Francisco la urgente necesidad de tomar en serio el Vaticano II y darle rostro
de esperanza y alegría en estos momentos”. También reconoció que para los
venezolanos “es gratificante la fraternidad de los obispos con los que nos
estamos encontrando”.
Días
previos al congreso conmemorativo, el cardenal Porras expresó a través de las
redes sociales que a 50 años del Documento de Medellín, “la Iglesia
Latinoamericana recuerda que el pecado
alude a la ignorancia, el hambre, la miseria, y la opresión. En una palabra, la
injusticia y el odio que tienen su origen en el egoísmo humano”.
Opción preferencia por los pobres
Una
de las ponencias de este congreso fue la del cardenal peruano Pedro Barreto,
arzobispo de Huancayo y vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).
Según el portal del CELAM recalcó que “la propia elección del Papa francisco,
el primer papa latinoamericano, es fruto de toda esta historia de la Iglesia
Latinoamericana, en fidelidad no solamente a las orientaciones del Vaticano II”.
Mencionó
que “la Conferencia de Medellín destacó especialmente la pobreza de la Iglesia
como testimonio y como expresión de coherencia con la opción a favor de los
pobres”. “Recuerdo vivamente esta frase muy inspirada y profundamente teológica
que cerró años de discusión, de sufrimiento, de enfrentamiento en la Iglesia de
América Latina, cuando en discurso inaugural de Aparecida, el Papa Benedicto
XVI indicó que la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe
cristológica”.
En
esa misma línea de pensamiento, recordó que el propio Papa Francisco afirmó a
los 3 días de ser elegido afirmó:
“Cuanto deseo una iglesia pobre y para los
pobres”.
“Es
en ese espíritu que el Papa Francisco está realizando la reforma teológica –
pastoral de la Iglesia, según las orientaciones del Concilio Vaticano II. Yo
puedo decir que sin el Vaticano II no tendríamos Medellín, sin Medellín, Puebla
y Santo Domingo no tendríamos Aparecida; y sin Aparecida y Benedicto XVI no
tendríamos a Francisco”.
El expositor invitó a asumir la conversión y la reforma de la Iglesia, según la
promueve y anima el actual sucesor de Pedro.
Dejar de lado la autoreferencia,
ser una iglesia pobre para los pobres y descartables, superar la suciedad al
interior de la Iglesia, rechazar con valentía los abusos sexuales, de poder y
de consciencia que debemos superar. Tenemos que discernir y actuar ahora,
escuchando la palabra de Dios.
La
sesión de clausura del Congreso Eclesial “Medellín 50 años”, están previstas algunas
actividades cumpliéndose igualmente bajo la metodología Ver, Juzgar y Actual,
con la cual se han realizado. Así, a las 8:30 de la mañana se realizará la “Relectura
actual de Medellín en una Iglesia Misionera, pobre con los Pobres”,
bajo la conducción de la hermana Mercedes Casas. Luego será la puesta en común
de los aportes de las comunidades por núcleos temáticos y las resonancias
finales.
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