El Apostolado de la Misericordia de la arquidiócesis
de Caracas realiza diversos trabajos en favor de los más necesitados
Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic
Caracas, 04 de abril de 2016.- El padre Carlos
Orlando Gómez, párroco de “Nuerstra Señora del Rosario” de Baruta y ferviente
promotor de la devoción a la Divina Misericordia, presidió el pasado 2 de abril,
una misa en la Iglesia “San José” de Chacao, en la víspera de esta festividad, llamando
a un mayor compromiso cristiano en medio de la situación de maldad y de pecado
que envuelve a este mundo.
“El
mismo Juan Pablo II tuvo que luchar contra el odio y las guerras, luego de
pasar por las penurias que experimentó en la época del comunismo en su Polonia
natal”, refirió el padre Gómez. Igualmente, recordó la importancia de
rezar la Coronilla, a las tres de la tarde, y mientras hablaba, sonó su celular
como demostración de que todos los días le recordaba la hora del rezo que enseña Santa Faustina de Kovalska.
Sin embargo, Gómez
realizó importantes cuestionamientos, condenando las muertes violentas que han
ocurrido en el país, cuyas cifras, según reveló se ubican en lo que va del año
en más de mil personas que han caído a manos de la violencia.
Pidió a los
medios de comunicación que informen las noticias buenas que ocurren dentro de
la iglesia. “Aquí también ocurren cosas muy buenas. En la Iglesia tenemos hombres y mujeres
llenos de misericordia”, dijo.
Tuvo palabras de
recuerdo para la recién fallecida Madre Angélica, fundadora del canal católico
EWTN, de la que recordó algunas anécdotas. Igualmente habló del sacerdote
venezolano Darwin Antonio Zambrano Gámez, de quien mencionó su encomiable
trabajo por los jóvenes y los más necesitados, siendo notorio su entusiasmo y
alegría durante su sacerdocio.
Tuvo palabras de reconocimiento para el sacerdote franciscano Arsenio Gutiérrez, de "Nuestra Señora de la Chiquinquirá", a quien mencionó como un gran impulsor de la devoción a la Divina Misericordia en Venezuela. "Demos gracias a Dios por tener la oportunidad de compartir con un santo varón, como el padre Arsenio", indicó en la repleta asamblea.
La misa en Chacao significó el cierre de la caravana y caminata que en esta fecha había organizado por el apostolado arquidiocesano de la Divina Misericordia que dirige Gervis González.
Partieron a las
10 de la mañana, desde diez lugares distintos de la ciudad: Antímano (estación
Zoológico del Metro); San Juan (estación La Paz); San Pedro (Iglesia San
Pedro); El Valle (Iglesia La Encarnación); Catia y Propatria (Iglesia El
Carmen); Catedral (Iglesia Santa Capilla); Altagracia (Iglesia María
Auxiliadora de Sarría); Baruta (Prados del Este, Las Minas y Santa Paula); La
California (Unicentro El Marqués); y Petare (Iglesia San Rafael de Palo Verde),
para llegar a las 12 del mediodía a la
Plaza Francia de Altamira, informó González.
Desde Altamira se
hizo la caminata – procesión con rezos y meditaciones de las catorce estaciones
que en esta ocasión cobraban notoriedad porque eran asumidas por las obras de
misericordia, corporales y espirituales.
Se desplazaron
por la avenida Francisco de Miranda hasta la Iglesia “San José” de Chacao, y al
cruzar la Puerta Santa muchos de los devotos lograron las indulgencias
previstas para este Año Jubilar de la Misericordia.
Testimonio, una familia misericordiosa
TANÍA PERNÍA tiene más de diez años como devota de
la Divina Misericordia. Abrazó la devoción tras la separación de su pareja,
quedando con dos niñas a su cargo, Fabioli de casi un año, y Fabiana de pocos
meses.
Se sintió muy triste por la situación familiar, pero buscó refugio en
Jesús de la Divina Misericordia, encontrando alivio y consuelo. “En medio de mi dificultad sentía ansias
de Dios, y vi un papelito en la iglesia “María Reina de Luz” que decía: `los
viernes, reunión de la Divina Misericordia´. Asistí, pregunté si podía entrar;
me dijeron que sí y desde esa fecha me quedé”.
Pero la fe y devoción
de Tanía, con la que también han crecido sus dos niñas, la han llevado a
desarrollar un intenso trabajo en favor de los más abandonados.
“Realizo
Coronillas de la Misericordia en la vía pública del boulevard de Caricuao, en
La Paz, en el Puente Los Leones; y también me integré al equipo de a Misericordia
que ayuda en el comedor de La Paz”.
FABIOLI acompaña
a su madre a los centros de acogida y ha aprendido a ayudar a los más
necesitados. Dice que ayudar a los indigentes es una labor que le ha ayudado a
crecer y sentirse muy útil. “Ellos pasan más hambre que yo, entonces me digo:
vamos a ayudarlos”.
La niña comentó sentirse alegre cuando los más necesitados,
le agarran la mano y le dicen: “Gracias niña por darme la comida”. @GuardianCatolic
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