“Tenemos
información de que ha habido abusos, incluso, ayudas que en algunos momentos
han sido vendidas, lo cual trae una distorsión absoluta de la acción solidaria
del pueblo venezolano hacia las clases y personas más necesitadas”.
Así lo denunció monseñor
Diego Padrón Sánchez, luego de instalar, este 6 de julio, en Caracas, la 104º
asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
El prelado confirmó
los hechos que involucran a supuestos funcionarios del Gobierno nacional, quienes
estarían vendiendo los alimentos provenientes de las donaciones, a las mismas personas
que resultaron damnificadas como consecuencia de las lluvias caídas en los
estados Apure, Mérida, Táchira y Barinas, según reportaron algunos medios.
“Denunciamos que
cualquier
medida de esas que quiere aprovechar el momento de dolor para lucrarse y tener
una manipulación de la donación, del gesto de solidaridad del pueblo venezolano”,
dijo monseñor Padrón Sánchez, presidente de la CEV.
Afirmó que la
Iglesia, a través de Cáritas Venezuela, está haciendo todo lo que puede para
ayudar a solventar la situación de emergencia causada por las lluvias. “Desde
las diócesis y parroquias están enviando materiales y alimentos a los más
necesitados que se encuentran en las zonas afectadas desde hace tres semanas”,
dijo.
Capillas convertidas en refugios temporales
En efecto, producto
de las fuertes precipitaciones de las tres últimas semanas, Cáritas de
Venezuela instaló un centro de acopio en su sede principal en Caracas, para recibir
y enviar insumos a las entidades que se encuentran en estado de emergencia.
Monseñor
Baltazar Porras, presidente de Cáritas aseguró que la Iglesia a través de esta
institución “se encuentra disponible cualquier ayuda que necesiten estas comunidades
y además el personal mantiene comunicación con autoridades de los estados más
vulnerables ante las lluvias”, señaló mediante una nota de prensa.
Por su parte,
Janeth Márquez de Soler, directora ejecutiva de la organización, invitó a ser
solidarios con “nuestros hermanos venezolanos que se encuentran en esta difícil
situación debido a las lluvias”. Sostiene que “aunque estemos en tiempos difíciles siempre
debemos ser fraternos, sensibles y colaboradores con nuestro prójimo”.
En ese orden,
considera que nuevamente el ala social de la Iglesia Católica se activa en ayuda con
las comunidades afectadas”.
Márquez recordó
que Caritas Venezuela, está ubicada dentro de la sede de la Conferencia
Episcopal Venezolana, en la avenida Teherán, frente a la iglesia Juan Pablo II,
en la urbanización Montalbán de Caracas,
donde funciona un gran centro de acopio. “También funcionan como centros de
acopio las Cáritas Diocesanas en todo el territorio nacional, principalmente en
Guasdualito, San Cristóbal y Maracaibo”, dijo.
Para las
donaciones económicas, Janeth Márquez recordó que estas se pueden realizar mediante
depósitos en el Banco Mercantil: Cuenta Corriente N° 0105 0699 92 1699059454, a
nombre de A.C. Cáritas de Venezuela.
Contexto de estas nuevas inundaciones
Las inundaciones
causadas por las incesantes lluvias comenzaron hace tres semanas, y hasta el
momento han dejado más de 45.000 personas aisladas en Guasdualito, estado Apure,
mientras que las familias se acercan a las 15 mil, informó Janeth Márquez, afianzada
en cifras de los entes gubernamentales.
Indicó que “muchas
escuelas parroquiales, iglesias y capillas se han convertido en centros de
acogida y refugios temporales para muchos de estos hermanos afectados,
mientras reciben una situación más acorde a sus necesidades de parte del
Estado”.
Los medios
regionales informaron que el desbordamiento de los ríos Arauca y Sarare inundó
el 90% de la región llanera. Como consecuencia, la falta de corriente eléctrica
y de medios de transporte mantiene aislada a la población y obliga a muchos a
evacuar. Varias familias se niegan a abandonar sus hogares y el gobierno de la
región ha tenido que intervenir con canoas para llevar ayudas.
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