El Arzobispo de Caracas emitió líneas de acción
pastoral acerca de los divorciados vueltos a casar y los homosexuales,
situaciones que considera “complicadas y dolorosas”
Ramón Antonio Pérez
GuardianCatolic
Caracas, 12 de diciembre de
2014.- El Cardenal Jorge Urosa Savino emitió una circular de contenido pastoral sobre dos temas polémicos
discutidos en el Sínodo de las familias que se realizó del 15 al 19 de octubre
pasado en Roma: el primero, relativo a “la situación de los que, habiéndose casado
por la Iglesia, se han divorciado y vuelto a casar”, y su “admisión
o no a la santa comunión eucarística”; y en segundo lugar, “la
situación y atención pastoral a los homosexuales”.
En
la circular rubricada por el XV Arzobispo de Caracas, se reconoce que estos
aspectos son muy delicados dentro de la Iglesia.
“Se abordaron muchos temas, ente
los cuales destaca la situación de las familias en el mundo, la belleza, misión
y dignidad de la familia, la familia como unidad evangelizadora, la defensa de
la familia”; sin embargo, “la atención de los medios estuvo centrada”
en estos “temas polémicos”.
El
Purpurado explicó que la convocatoria al reciente Sínodo hecha por el Santo
Padre es preparación a otro ordinario que tendrá lugar a fines del año 2015. “Esto
demuestra la importancia que el Papa Francisco da a la institución familiar,
que es la célula de la sociedad y también de la Iglesia”.
Doctrina de unidad e indisolubilidad
del Matrimonio no ha cambiado
Sobre
este primer tema expuesto en la Circular, Urosa se afianzó en el Papa Juan
Pablo II quien convocó su primer Sínodo para tratar la atención pastoral a las
familias en 1980, de cuyas reflexiones y recomendaciones publicó en 1981 la
Exhortación pastoral post-sinodal “Familiaris Consortio”. Señala que el
reciente Sínodo “no ha cambiado la doctrina sobre la unidad e indisolubilidad del
matrimonio, ni la enseñanza teológica y moral sobre las condiciones para la
recepción de la sagrada comunión”.
Del
mismo modo afirmó que no se formularon reflexiones o sugerencias definitivas al
Papa Francisco. “Simplemente ha abordado en una primera aproximación los problemas
pastorales actuales, a la luz de la misericordia con que los pastores de la
Iglesia deben acercarse a los fieles”, dice la circular del
Arzobispado.
¿Quiénes No pueden comulgar?
El
Cardenal Urosa reitera que el Sínodo no cambió la doctrina sobre la unidad e
indisolubilidad del matrimonio, ni la enseñanza teológica y moral sobre las
condiciones para la recepción de la sagrada comunión que actualmente existen en
la Iglesia Católica.
Al respecto, explica que “los maestros moralistas siempre
han enseñado que, para que un divorciado vuelto a casar pueda comulgar, debe
vivir con su segunda pareja como hermano y hermana, es decir, abstenerse de las
relaciones sexuales. Y puede recibir la comunión solo en lugares donde no sea
conocido”.
Posteriormente,
fundamentado nuevamente en la “Familiaris Consortio”, expone: “La
Iglesia, no obstante, fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su praxis de
no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez.
Y continúa con la cita: “Son ellos los que no pueden ser admitidos,
dado que su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de
amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía”.
De
igual manera, incorpora en la Circular el argumento de la citada Exhortación
sobre este asunto: “Hay además otro motivo pastoral: si se admitieran estas personas a la
Eucaristía, los fieles serían inducidos a error y confusión acerca de la
doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio”.
Concluye
indicando: “mientras un divorciado vuelto a casar no asuma el requisito de
abstenerse de las relaciones sexuales, no puede recibir la absolución
sacramental en el sacramento de la reconciliación, ni tampoco ser admitido a la
sagrada comunión”.
Homosexuales merecen respeto y
consideración
Con
respecto a la atención pastoral de los homosexuales el Cardenal Urosa expuso que
“el
Sínodo no fue más allá de lo ya enseñado por el Catecismo de la Iglesia
Católica sobre la necesidad de ayudarlos a vivir cristianamente, y a
considerarlos como personas necesitadas de respeto y consideración”.
Luego
se dirige a sus hermanos y hermanas: “Estamos ante situaciones complicadas y
dolorosas. Acojamos siempre con amabilidad y bondad a quienes se acerquen a
nosotros, y mostrémosles el rostro y la misericordia de Jesús, Buen Pastor”.
En
la Circular espera que los Obispos y Cardenales que participarán en el próximo
Sínodo, “expertos teólogos y pastoralistas, puedan encontrar vías que reafirmen
la doctrina estable y tradicional de la Iglesia sobre la unidad e
indisolubilidad del matrimonio, y la necesidad de estar en gracia de Dios para
recibir la santa comunión”, por una parte. Y por la otra, “promover una
mejor y más compasiva atención pastoral a los divorciados y vueltos a casar,
para integrarlos mejor a la vida de la Iglesia, en la línea de la misericordia
promovida por el Papa Francisco”.
Finalmente
indicó que “corresponderá al Santo Padre la última palabra al respecto”; y
de seguido pidió elevara oraciones “al Señor para que el Espíritu Santo nos
ilumine a ver claramente la verdad y saberla aplicar sabia y pastoralmente”.
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