“La reconciliación no es una
derrota sino una victoria”, expresó Francisco a través de una carta que leyó
el Nuncio Apostólico, Monseñor Aldo Yordano, durante el encuentro de carácter ecuménico convocado por el gobierno en
Caracas, y en el que los grandes ausentes fueron los miembros de la oposición.
Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Caracas, 27 de septiembre de 2014. El Santo Padre Francisco envió este 26 de
septiembre un mensaje al pueblo venezolano, en el marco de la Semana de la Paz convocada
por el gobierno de Nicolás Maduro para conmemorar e impulsar este valor y
erradicar la violencia de la sociedad venezolana, según los anuncios de sus
organizadores.
Monseñor Aldo Giordano, en representación de la Iglesia católica, una de las cuatro religiones monoteístas presentes en el evento, fue el responsable de leer la misiva rubricada por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolín.
“El Papa Francisco les anima a
redoblar sus esfuerzos para que la llama de la paz presente en el corazón de
los hombres y mujeres de buena voluntad, ilumine con su luz, a toda la sociedad”,
leyó el Nuncio Apostólico en la Plaza del Complejo Monumental Foro Libertador,
en Caracas.
“No hay que tener miedo a la
paz. La
convivencia, el diálogo, la reconciliación y la unión no son una derrota o una
perdida sino una victoria, porque quien gana es el ser humano creado
por Dios para vivir en concordia y armonía”, precisó el mensaje.
El Santo Padre celebró la
realización de este encuentro ecuménico por la paz y llamó a los venezolanos a
redoblar esfuerzos para que la “llama de la paz esté presente en el corazón
de los hombres de buena voluntad e ilumine con su luz a toda la sociedad”.
Monseñor Giordano con breves
intervalos en la lectura, proseguía el mensaje papal que fue transmitido en los
medios de comunicación del Estado: “Esperamos que este encuentro sea un camino
en busca de lo que une para superar lo que divide. Sabemos que tantas
personas de diferentes culturas, naciones, lenguas y religiones en todo el
mundo trabajan y rezan por la paz”, dijo.
Más adelante agregó: “Nos
sentimos unidos a todos aquellos que aman la paz y son operadores de paz, para
que hombres y mujeres puedan vivir como hermanos y no como adversarios o
enemigos”, leyó.
El Papa Francisco también
expresó su cercanía con las víctimas de la violencia: “Estamos cerca de todas las
personas que son víctimas en tantos países del mundo de la mano asesina,
cobarde y loca de otras personas”.
Finalmente, colocando a
Jesucristo como ejemplo de hombre de paz, indicó que “con su muerte derribó el muro del
odio y la división”, y pidió al Señor, “les ayude a su compromiso por una
sociedad cada vez más justa y pacífica”.
Para finalizar, el Nuncio
Apostólico, Monseñor Aldo Giordano, expresó la oración por la paz escrita por
San Francisco de Asís:
"Señor, haz de mí un
instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo
amor;
donde haya mal, ponga yo
perdón;
donde haya discordia, ponga
yo armonía;
donde haya error, ponga yo
verdad;
donde haya duda, ponga yo
fe;
donde haya desesperación,
ponga yo esperanza;
donde haya sombras, ponga yo
luz;
donde haya tristeza, ponga
yo alegría.
Señor, que no me empeñe
tanto
en ser consolado como en
consolar,
en ser comprendido como en
comprender;
en ser amado como en amar,
porque es olvidándose a sí
mismo que uno se encuentra;
es perdonando como se es
perdonado;
es muriendo como uno despierta a la vida eterna".
Cabe precisar que esta
actividad de contenido religioso y cultural formó parte de la programación de
la Semana Internacional de la Paz que comenzó el pasado 22 de septiembre, siendo
impulsada por el gobierno de Nicolás Maduro.
Aunque en el evento
participaron representantes de la religión judía, islámica, católica y otras
manifestaciones de origen cristiano, no se observaron a miembros de la
oposición venezolana, la otra parte de la sociedad venezolana a la que también
fue remitido el mensaje del Santo Padre.
Pero también hay que aclarar lo siguiente: el anuncio de este mensaje fue difundido con anterioridad por los medios oficialistas como un "mensaje del papa Francisco a Nicolás Maduro". Tamaña mentira.
Una carta personal a Maduro no tendría cabida en medio de la situación que se vive en Venezuela, a menos que sea para recriminarle sus actitudes de irresponsabilidad ante la situación de insalubridad, las epidemias, los presos políticos, actos de corrupción y otras actitudes nada cónsonas con lo que hasta ahora ha predicado Francisco.
De modo que esa mentira fue echada por tierra, y el gobierno de Maduro, es el primer obligado a escuchar y poner en práctica el mensaje del Santo Padre que se dio a conocer ayer.
Pero también hay que aclarar lo siguiente: el anuncio de este mensaje fue difundido con anterioridad por los medios oficialistas como un "mensaje del papa Francisco a Nicolás Maduro". Tamaña mentira.
Una carta personal a Maduro no tendría cabida en medio de la situación que se vive en Venezuela, a menos que sea para recriminarle sus actitudes de irresponsabilidad ante la situación de insalubridad, las epidemias, los presos políticos, actos de corrupción y otras actitudes nada cónsonas con lo que hasta ahora ha predicado Francisco.
De modo que esa mentira fue echada por tierra, y el gobierno de Maduro, es el primer obligado a escuchar y poner en práctica el mensaje del Santo Padre que se dio a conocer ayer.
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