La
alforja de la Nueva Evangelización está llena de propuestas y retos que presentarán
los sacerdotes venezolanos durante el encuentro con la Conferencia Episcopal, los
días 9 y 10 de julio. “Será un nuevo Pentecostés para la Iglesia en Venezuela”,
sostienen los propios presbíteros.
Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Planteamientos de mucha profundidad pero
enclavados en la realidad que les rodea; debates intensos pero matizados con la
serenidad propia del pastor que sabe a dónde debe llevar a sus ovejas; y esperanzadores retos pastorales
sin olvidar dónde y cuándo surgió “ese amor primero” que les definió en su
llamada vocacional. Así han sido los análisis y reflexiones que los sacerdotes
venezolanos realizaron en diversas jornadas previas al encuentro que sostendrán
con la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en su asamblea ordinaria del 7 al
12 de julio, en Caracas.
La formación, identidad y el compromiso sacerdotal,
son los temas principales que han motivado esas reflexiones hechas en voz alta
en todo el territorio nacional, así como sus propuestas y desafíos pastorales
de cara a la Venezuela actual y del futuro. Además su relación con los laicos,
la religiosidad popular, el uso de los medios de comunicación y otras materias
de interés nacional, no han dejado de estar presentes.
La Provincia Eclesiástica de Caracas, conformada
por la Arquidiócesis Metropolitana de esta ciudad y sus diócesis foráneas:
Guarenas, Los Teques y La Guaira, realizó su encuentro el 25 de junio, en la
Parroquia “San Benito”.
Junto al Arzobispo Cardenal Jorge Urosa Savino,
participaron los Obispos Auxiliares de Caracas: Monseñor Jesús González de
Zárate, Monseñor Fernando Castro Aguayo, Monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla y Monseñor
Nicolás Bermúdez Villamizar (emérito). Por las diócesis asistieron Monseñor
Freddy Fuenmayor (Los Teques), Monseñor Raúl Biord Castillo (La Guaira) y Monseñor
Gustavo García Naranjo (Guarenas), acompañados de sus sacerdotes delegados.
“Necesitamos
una buena formación”
“Actualmente el ministerio sacerdotal se ejerce
en medio de grandes retos para la Iglesia y el mismo sacerdote, en un mundo
cada vez más descristianizado y una humanidad que mayoritariamente no ha
recibido el Evangelio de Jesucristo”, dijo al iniciar sus enseñanzas. Explicó
que “se habla de una nueva evangelización o reevangelización en las sociedades
cristianas alejadas de Dios en las cuales la práctica de la fe ha disminuido y
de una intensidad mayor de la misión ‘ad gentes’ entre los pueblos que
simplemente no han oído o aceptado la fe en Cristo”.
Recordó que como ministros de la Palabra, los
presbíteros “tienen como obligación principal el anunciar a todos el Evangelio
de Cristo para constituir e incrementar el pueblo de Dios, cumpliendo el
mandato del Señor: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda
criatura”, y en esa conceptualización identitaria, destacó que el ministerio
“exige una preparación adecuada”, una “buena formación”.
“La nueva evangelización, si quiere ser
eficaz, debe contar con anunciadores de la Palabra actualizados en teología,
filosofía, ciencias humanas. De allí la importancia de una buena preparación en
los seminarios y la necesidad de una formación permanente. Debe también saber
comunicar, con convicción y claridad, las verdades fundamentales de la fe y de
la moral, iluminando con propiedad las respuestas a las interrogantes al mundo
de hoy”, subrayó en medio de sus hermanos sacerdotes.
Precisó que el “anuncio de la Palabra requiere
además que el sacerdote tenga una sólida espiritualidad, vivir lo que se
predica”. Citando al Papa Pablo VI dijo que “el mundo de hoy está necesitado no
tanto de palabras sino de testigos”.
“El sacerdote es ministro, maestro de la
palabra y santificador que guía a la comunidad cristiana… es hombre para la misión, cuya tarea
primordial - como lo es de toda la iglesia - es el anuncio del Evangelio a
todos”, acotó en su exposición.
Remarcó que un “sacerdote como pastor, debe
ser promotor y líder de una pastoral renovada y orgánica que abarque todos los
campos: la catequesis, la celebración, la familia, la juventud, y la acción
social”, entre otras.
Propuestas
y Retos de los sacerdotes
Los sacerdotes fueron organizados en grupos de
acuerdo a sus años de ordenación. Se plantearon dos inquietudes generales en
torno a las que desarrollaron sus análisis y propuestas.
Aunque los más jóvenes
estuvieron a la vanguardia de los planteamientos, no obstante, las
coincidencias conceptuales, doctrinarias y pastorales se manifestaron hasta con
aquellos que tienen más de treinta años consagrados a Jesucristo.
Las preguntas analizadas fueron las
siguientes: primero, ¿Cómo se concreta en nuestra acción
pastoral, el misterio de la Palabra, los sacramentos y guía de la comunidad
cristiana?; y segundo, ¿Cuáles
son los principales retos que la nueva evangelización le plantea a nuestro
sacerdocio ministerial?
Las respuestas no han dejado dudas de que el
lenguaje de la Iglesia venezolana es uno solo dentro de la variada riqueza de
criterios, experiencias y necesidades. Especialmente, coinciden en la esperanza
de que en Venezuela se materialice el anhelo de acercar mucho más la gente a
Jesucristo mediante una nueva evangelización o una eficiente reevangelización,
el sólido compromiso y testimonio sacerdotal, y por supuesto, vivir el
Evangelio a plenitud y de manera preferencial entre los más necesitados,
excluidos, olvidados, alejados y enfermos, a quienes hay que servir.
Los sacerdotes ven con agrado que se le brinde
formación a la feligresía en general y a los agentes de pastoral desde la
Palabra de Dios y los Documentos del Magisterio de la Iglesia. Desean fomentar
el encuentro de los laicos con la Palabra como un sustento en sus procesos de
evangelización, catequesis y vida comunitaria. De hecho, la formación debe
propender más hacia la actitud evangelizadora y no se quede únicamente en lo
sacramental. “Debemos dar respuesta a las necesidades sacramentales de la gente
pero sin caer en el sacramentalismo”, coincidieron en las mesas de trabajo.
Los sacerdotes buscarán propiciar y difundir
las riquezas de los signos y símbolos de los ritos, y seguir siendo “responsables
y guías del pueblo”.
Además, hablaron de revisar y preparar mejor las homilías
desde las propuestas que ha realizado el Papa Francisco: “que sean más un
diálogo con el pueblo de Dios y no discursos llenos de tecnicismos; que sean
cortas, pero con mucho contenido”.
Se han planteado varios retos en un mundo que
no entiende de la vida del sacerdote y donde abundan la secularización y el
destierro de Dios de la sociedad. Estos retos si bien son los que atañen de
manera directa en la labor pastoral del sacerdote, también tienen sus
implicaciones con los fieles y las comunidades donde son acogidos.
Lo principal es “asumir la responsabilidad
como Iglesia para Evangelizar”, y adicionalmente, dejar crecer al laicado con
responsabilidades dentro de la Iglesia. También observan con agrado el
surgimiento de movimientos de apostolado pero alertan “que se debe tener
cuidado de los fanatismos”.
En cuanto a la piedad y religiosidad popular, hablaron
de no menospreciarlas, y en cualquier caso, definir situaciones muy puntuales
en aquellos casos vinculados al sincretismo como la santería.
“No todo lo que
es popular es piedad, debemos ponernos de acuerdo para saber cuáles expresiones
acoger, purificar, evangelizar y apoyar; y cuáles no”, dijo un sacerdote procedente
de la Diócesis de La Guaira.
El Padre Johan León -Operario Diocesano- que
labora en la Diócesis de Guarenas, habló de motivar el sentido de pertenencia
para lograr una mejor identidad como sacerdotes católicos.
¿“Qué sacerdote para
qué sociedad”?, “¿Qué retos nos plantea para nuestro sacerdocio la nueva
Evangelización?”, fueron algunas preguntas que se hizo en voz alta. Y agregó: “No
debemos perder de vista el tema del momento, el cuidado, el acompañamiento
vocacional, los procesos de formación, el perfil del sacerdote que está
pidiendo la sociedad de hoy”, añadió en su intervención.
Los asistentes al encuentro provincial de
Caracas, no dejaron de mostrar sus retos e inquietudes acerca de la vocación
sacerdotal. Quieren atender las nuevas realidades urbanísticas del país, los
nuevos conglomerados y propiciar en ellos espacios para la paz. Desean impulsar
el uso de los Medios de Comunicación Social como eficaz herramienta para llevar
la Palabra de Dios y proyectar esta Nueva Evangelización.
“Vamos a remar
mar adentro”
Durante los intercambios pautados, el Cardenal
Urosa, llamó a sus hermanos del clero para “continuar la motivación de nuestra
vocación sacerdotal, asumir la misión y los retos que representa el compromiso
con Jesucristo, con la Iglesia y el pueblo de Dios”.
Habló de temas atinentes al sacerdocio
considerando “importante tener una espiritualidad intensa y ser buenos pastores
de nuestro pueblo”. Recordó el llamado del Papa Francisco de ir a las periferias, comparándolo con el
pasaje del Evangelio en el que Jesucristo invitó a sus apóstoles: “ir mar
adentro para echar las redes y pescar”.
Por su parte, el Obispo de la Diócesis de la
Guaira, Monseñor Raúl Biord Castillo, centró su reflexión en el tema de la
formación que debe estar presente en los seminarios y actividad misionera que
deben desarrollar los futuros sacerdotes. “La necesidad de formación y de la
actividad misionera debe ser permanentes, para que los nuevos sacerdotes se
iluminen con una actitud misionera y evangelizadora”.
También dijo que “un párroco no es solo de
aquellos ciudadanos que acuden a su templo, a su parroquia, sino de todos los
que viven en la comunidad; debe impulsar un liderazgo social con su presencia y
preocupación no solamente por la ortodoxia de la fe o la liturgia que son muy
importantes, sino también por estar cercano a la gente”.
El Obispo de La Guaira fue más lejos todavía.
Indicó que un punto en la formación de los sacerdotes debe motivar que su
identidad se proyecte en esta nueva situación del mundo actual. “Debe ser un
sacerdote capaz de animar, entusiasmar, crear pequeñas células comunitarias y
promover experiencias significativas que nos permitan pasar de la pastoral de conservación
a la pastoral evangelizadora”.
Finalmente el Obispo de la Diócesis de
Guarenas, Monseñor Gustavo García Naranjo, centró su mensaje en las
expectativas que se han creado en el Clero venezolano en relación al encuentro
con el Episcopado. “Ciertamente, hay muchas expectativas acerca del encuentro
que se realizará con la Conferencia Episcopal Venezolana”.
Cabe recordar que el Episcopado venezolano
tiene previsto realizar en el marco de su asamblea ordinaria del 7 al 12 julio,
dedicando los días 9 y 10 al encuentro con representantes del Clero de las
provincias eclesiásticas del país, a saber: Barquisimeto, Calabozo, Caracas,
Ciudad Bolívar, Coro, Cumaná, Maracaibo, Mérida y Valencia.
A decir de Monseñor Adán Ramírez, canciller de
la curia metropolitana, “este encuentro del Clero nacional con la Conferencia
Episcopal Venezolana, sin dudas, será un nuevo Pentecostés para la Iglesia en
Venezuela”. Que así sea. Amén.
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Este trabajo fue publicado en ALETEIA:
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