Monseñor Adán Ramírez Ortíz
presidió la eucaristía este Viernes de Ceniza, en el Palacio Arzobispal de
Caracas, y recordó a los asistentes algunas características propias de la
Cuaresma: “ayuno, penitencia, oración y limosna”.
Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Caracas, 08 de marzo de 2014.- La Iglesia Católica en Venezuela comenzó la etapa
de la Cuaresma en medio de un ambiente de marcada preocupación por la violación
de los derechos humanos por parte del gobierno nacional, y el enfrentamiento de
sectores políticos que ha dejado al menos veinte personas asesinadas, centenares
de detenidos y un considerable número de desparecidos como consecuencia de las
protestas ciudadanas que se mantienen desde hace un mes.
En ese contexto, las celebraciones eucarísticas
del Miércoles de Ceniza y días subsiguientes, han estado marcadas por intensos
llamados a la paz y al respeto de los derechos humanos; pero también, al acercamiento
a Dios y a la conversión personal como una manera de cambiar primero al hombre,
y luego a la sociedad.
En la Parroquia “Jesús
Obrero” de la urbanización Los Naranjos, en Guarenas, el Presbítero Miguel
Marín presidió la eucaristía y entre las peticiones hizo una intensa oración
por las personas fallecidas como consecuencia de las protestas.
“Los cuarenta días son para
ayudar y amar al prójimo; para mortificar el cuerpo, que no necesariamente significa
dejar de comer, sino contrariamente, no comerse al hermanos con la lengua,
hablando mal de él o por medios de la violencia”, dijo.
También habló de la
Campaña Compartir que la Conferencia Episcopal Venezolana para este año dedicó
al tema de la alimentación, precisamente, uno de los aspectos que han marcado
la protesta debido a la escasez de alimentos en la población.
Por su parte, este viernes 7
de marzo, en la capilla del Palacio Arzobispal de Caracas, Monseñor Adán
Ramírez Ortíz centró sus enseñanzas en el cambio que se debe generar primero en
la persona para luego hacerlo en la sociedad. “Para cambiar al mundo primero tenemos
que cambiar nosotros mimos. Si primero cambiamos al hombre, luego podremos
cambiar a la sociedad”, alertó.
También recordó que la
Cuaresma tiene varios elementos que centran la piedad de los feligreses en su
proceso de conversión durante estos cuarenta días.
“Tenemos que ser muy
sinceros con el ayuno que no es necesariamente olvidarnos de comer, sino de abstenernos
de aquello que causa placer en nosotros”. Luego acotó que se deben cumplir las penitencias impuestas
en el proceso de conversión, y realizar “mucha oración a Dios”. Y en cuanto a
la limosna, recordó el deber de ser “caritativos con los más necesitados”.
Cabe mencionar que el Arzobispo
de Mérida, Monseñor Baltazar Porras Cardozo denunció en un comunicado que en la
Iglesia parroquial “Santa Bárbara”, mientras se oficiaba la eucaristía del
Miércoles de Ceniza, “un grupo armado y encapuchado” irrumpió de “manera
violenta” al recinto religioso, pero no pasó a mayores debido a la acción del
celebrante que llamó a la feligresía a “no moverse de sus puestos”.
La denuncia la hizo Monseñor
Porras Cardozo en el contexto del llamado hecho por las autoridades para la
Conferencia de Paz Regional, a la que se negó asistir indicando varias razones
entre las cuales destacó no conocer “a qué se compromete previamente el ejecutivo
que garantice, al menos que hay una voluntad firme y concreta de buscar la paz
ciudadana”, dijo en el comunicado.
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