El Cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, junto al Obispo Auxiliar de esta ciudad y secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana, Monseñor Jesús González de Zárate. |
Mediante un comunicado que
se difundió este viernes 7 de marzo, los responsables de la Arquidiócesis de
Caracas, solicitan que “las responsabilidades legales por los fallecidos en
estos enfrentamientos, especialmente en los últimos días, sean determinadas por
una investigación seria, imparcial y objetiva. Deploramos esas muertes, y manifestamos
nuestras condolencias a los familiares y amigos de todos los fallecidos desde
el inicio del conflicto”.
Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Caracas, 07 de marzo de 2014.- El Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino,
reiteró en esta fecha mediante un comunicado que firmó junto a sus Obispos
Auxiliares, el llamado a la convivencia y a la paz, ante la escalada de
violencia, que ha generado al menos 20 muertes en medio la violenta represión
del gobierno a las manifestaciones de pobladores y estudiantes en diversas
ciudades del país.
El Cardenal Urosa indicó que
“ante la reciente escalada de violencia en torno a las manifestaciones de
protesta que se desarrollan en diversos lugares del país desde hace un mes. “Queremos
reiterar nuestro llamado a todos los habitantes de Caracas, independientemente
de su simpatía política, a la convivencia y a la paz”, dice.
“Solicitamos que las responsabilidades
legales por los fallecidos en estos enfrentamientos, especialmente en los
últimos días, sean determinadas por una investigación seria, imparcial y
objetiva. Deploramos esas muertes, y manifestamos nuestras condolencias a los
familiares y amigos de todos los fallecidos desde el inicio del conflicto”.
Recordando los comunicados
de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana del 14 y 25 de
febrero, el Arzobispo de Caracas se sumó al llamado “al diálogo entre los
diversos sectores: los estudiantes, los seguidores de la oposición, los
seguidores del oficialismo, y el Gobierno Nacional, de quien dependen los cuerpos
de seguridad del estado”.
“En esos comunicados, además
de reivindicar el legítimo y constitucional derecho de los estudiantes, de los
jóvenes y de los ciudadanos en general a la protesta y a las manifestaciones
pacíficas, los Obispos indicábamos la necesidad de que el Gobierno escuche las
exigencias de los manifestantes, y proceda a atender sus justos reclamos dando
respuesta efectiva a las causas de las protestas”.
El Purpurado remarcó el
rechazo a “que algunas de las manifestaciones hayan sido atacadas con armas de
fuego, presuntamente por algunos funcionarios de seguridad del Estado o por
civiles armados, así como las presuntas torturas y violaciones de los derechos
de los detenidos”.
“Igualmente rechazamos las
muertes acaecidas por obstáculos a la circulación presuntamente puestos por
manifestantes, y el uso desproporcionado de la fuerza en las acciones
represivas, lo cual ha producido algunos muertos y un gran número de heridos”.
Lamentó también que las
acciones represivas “han continuado, a pesar del diálogo iniciado el 26 de
febrero en la Conferencia de Paz propuesta por el Presidente de la República”.
“De la manera más serena y
respetuosa pero firme, pedimos a los diversos sectores implicados, en
particular al Gobierno y a quienes ejercen responsabilidades de dirigencia
política, que redoblen esfuerzos para llamar a sus seguidores a poner fin a la
violencia: tanto en las manifestaciones de los ciudadanos, como en el uso de la
fuerza por parte de funcionarios de seguridad”.
El Arzobispo de Caracas remarcó
que “la mayor responsabilidad la tiene el Gobierno Nacional, que marca el ritmo
de la vida del país, y debe instruir a sus funcionarios sobre el uso
proporcional de la fuerza, la cual debe ser ejercida en el marco de las leyes y
exclusivamente por los organismos oficiales”.
El Cardenal Urosa pidió
también “que los integrantes de los colectivos del oficialismo deben ser
desarmados y sometidos al imperio de la Ley. Rechazamos los ataques con armas
de fuego por cualquier ciudadano”.
“Deploramos el llamado a
grupos civiles organizados y a los colectivos a reprimir las manifestaciones.
El uso de la fuerza está reservado por las leyes a los cuerpos de seguridad del
Estado, a quienes corresponde en exclusividad contener la violencia que puedan
desplegar algunas personas”.
El Cardenal Urosa advirtió
que “la intervención de estos grupos en la contención o represión de
manifestaciones, además de ilegal, es sumamente peligrosa y amenaza con dar más
fuerza todavía a las protestas de los ciudadanos”.
“En estos momentos son
necesarias la serenidad, la colaboración de todos los ciudadanos para fomentar
la concordia y evitar hechos violentos que atenten contra el orden público o
pongan en peligro la vida de las personas, así como la voluntad efectiva por parte
del Gobierno de resolver la actual crisis”.
Y sobre todo, indicó, “es
preciso que nos reconozcamos todos como hermanos, miembros de un mismo pueblo,
e hijos de Dios por igual”.
El Cardenal alentó a los
fieles “a participar este próximo fin de semana en la celebración de la
Eucaristía en las diversas Iglesias de Caracas, para pedir al Señor nos conceda
superar este momento difícil y resolver nuestros conflictos pacíficamente”.
“Invocamos, pues, la ayuda
de Dios sobre nuestra querida Venezuela, y exhortamos a todos los católicos,
independientemente de su simpatía política, a deponer cualquier sentimiento
negativo”.
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