Sorna contra sorna. Humor negro y acusaciones de lado y lado, caracterizaron la primera refriega parlamentaria. Por un lado los demócratas carecieron de estrategia discursiva, metas a lograr o llamados al dialogo y la negociación; y por el otro, los comunistas reiteraron sus posturas de odio contra los venezolanos que les son contrarios y una vez más echaron mano del discurso anticapitalista. No obstante, el hecho cierto es que ver nuevamente vestido de multicolor y con variedad de políticos, el parlamento nacional alienta la esperanza de muchos venezolanos. El dialogo y los acuerdos serán necesarios. Tendrán cinco años de camaradería: dos con Chávez y tres, muy probablemente, sin él. Todo ello depende de los diputados, ya que la población desde el año 2007, ha rechazado el comunismo.
Ramón Antonio Pérez
Caracas, 05 de enero de 2011. La Asamblea Nacional de Venezuela nuevamente cuenta con diputados de formación democrática, quienes desde el inicio de su instalación en esta fecha, se convierten en motivo de esperanza para una población sometida por el gobierno comunista desde hace 12 años. Y es que tras cinco años de ausencia en el Parlamento, la oposición se estrenó con encendidos pero vacíos discursos, y exhibiendo carteles con el número 52, que representa el 52% de los votantes contrarios a la propuesta comunista. Una escena ideal para el criticado juego mediático, realmente ausente del escenario parlamentario puertas adentro, ya que se impuso la dictadura televisiva de ANTV, imposible para propiciar un camino viable en la pretendida recuperación de la democracia.
El diputado Alfonso Marquina fue el encargado de dar el discurso de inicio por parte de la oposición democrática. En su florido ejercicio oral, realizó severos señalamientos al tinglado comunista que desde esta fecha le acompañará en el hemiciclo. Marquina estuvo duro e inflexible, muy enérgico pero sin metas concretas. Sus palabras tendieron más a otros asuntos que a la propiciación de un diálogo sereno como elemento propio de un parlamento de diputados que representa a la población.
Espetó algunas frases que sólo fueron florituras para la grada opositora. “Hoy vengo acá a hablar en nombre de la gran mayoría del voto popular que se obtuvo”, dijo Marquina. “Aquí son 98 pero en la calle no llegaron sino a 4 millones 900 mil votos, mientras que nosotros tenemos 5 millones 400 mil votos”, recalcó.
De igual manera, criticó la promulgación de Ley de Partidos Políticos, catalogándola de “Ley anti-saltatalanquera”. “Como si esto fuera un corral, como si aquí hubiesen animales (…) esa Ley es para ustedes -dijo a los diputados oficialistas- que son los que se cambiarían. Pero no impedirán que promovamos los cambios que necesita el país”.
Esto causó hilaridad entre los comunistas y sonoros aplausos entre la muchedumbre democrática, que desde la Esquina El Chorro, seguía las incidencias de este primer round parlamentario. No se dejó aguantar la sorna del diputado Earle Herrera, quien ripostó a Marquina el hecho de este ocupar el puesto que posiblemente le habría correspondido al todavía joven Jon Goicochea.
El presidente Invasor de Machurucuto
Por su parte, el nuevo presidente de esta Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, parecía una marioneta perdida en las manos de su amo, con nueva vestimenta y todo. Tembloroso y vacilante. De probable dentadura postiza que le hacía indeciso en el hablar, no tuvo la delicadeza de precisar en nombre de quién juraba el cargo que desde esta fecha ostenta, ni ante quien debía ser juzgado, si dejaba de cumplirla. Le incumbía muy poco si la mano derecha tocaba o no un libro que parecía ser la Constitución, que mantener elevada la izquierda como signo de la posición política que profesa.
Propuesto por Chávez para presidir el Parlamento, para muchos esto equivale a decir que fue requerido en el puesto por el propio Fidel Castro. En la red se conoció que únicamente presenta haber sido un flamante guerrillero en la década de los años sesentas, al servicio de Fidel Castro y traidor del Estado Venezolano. Su acto más reciente fue fotografiarse en la develada estatua de Marulanda, en el “23 de Enero”.
A decir del General Ángel Vivas: “Es conocido en el mundo criminal comunista cubano-venezolano con el alias de “Comandante Ramírez”, un traidor a la Patria fiel a Fidel Castro y al Estado Terrorista Cubano, que operó en la serranía del Bachiller desde el Guapo hasta Cúpira, designado por Fidel Castro para recibir a los militares cubanos que invadieron Venezuela por Machurucuto entre los que destacaban el comandante cubano Ulises Rosales del Toro y los Capitanes de las fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba Raúl Menendez Tomassevich y Silvio García Planas, junto a 4 soldados del ejército cubano comandados por el Teniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas Tony Briones Montoto; con estos invasores cubanos venían un grupo de traidores a la patria venezolanos entre los que sobresalen “el Macho” Pérez Marcano, Américo Silva, Eduardo Ortiz Bucarán y Moisés Moleiro”.
De este detalle se olvidaron los diputados de oposición en sus discursos, a no ser que el redactor estuviera viendo para otro lado, o perdido en sus papeles, como estaba el ya envejecido sustituto de Cilia Flores, en su discurso lleno de resentimiento. En fin, este circo solo deja esperanza de que se mejore para la próxima función, cuando será la respectiva distribución de los cambures. Allí, todos se harán diputados de verdad.
Video del discurso de Alfonso Marquina - Cortesía Noticias 24
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