El Padre Henry Kristen, C. M. nos ha hecho llegar algunos testimonio de la Misión Zaraza 2009, actividad que se cumplió en esta población del estado Guárico del 31 de julio al 09 de agosto. A continuación el corto mensaje del Padre Henry y el posterior testimonio de la Hermana Norma Uzcátegui.
“Apreciados Hnos (as).
Les envío un nuevo testimonio de la misión que tuvimos en Zaraza Edo. Guárico. En esta oportunidad la protagonista es una Religiosa.
Un abrazo, seguimos en contacto, y que esos testimonios nos ayuden a madurar en la fe y confiar más en el Señor.
Saludos, Unidos en la oración
P. Henry kristen,C.M.”
“Apreciados Hnos (as).
Les envío un nuevo testimonio de la misión que tuvimos en Zaraza Edo. Guárico. En esta oportunidad la protagonista es una Religiosa.
Un abrazo, seguimos en contacto, y que esos testimonios nos ayuden a madurar en la fe y confiar más en el Señor.
Saludos, Unidos en la oración
P. Henry kristen,C.M.”
Correo: hmkcm@hotmail.com
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“Los ciegos ven, los sordos oyen, los mudos hablan y comunican la Palabra de Dios”
Hermana Norma Uzcátegui ADC
Del 31 de julio al 9 de agosto el Señor me regaló ir a misionar a Guárico, estado de la región llanera, ubicado casi en el corazón de Venezuela, en un pueblo llamado Zaraza. Población mayoritariamente campesina y pobre, viven de la cosecha anual de maíz y la cría de ganado, el ordeño y la venta de queso, no pueden vender la leche porque las vías de acceso están en mal estado y los camiones no transitan por allí para venderla que les saldría mejor.
La misión fue convocada y organizada por los padres de San Vicente de Paúl, a través del Padre Henry Kristen, un hombre con gran ardor apostólico, que convence con su buen humor, corazón aventurero y entusiasmo por las cosas de Dios. Desde hace 17 años viene realizando la experiencia en los diferentes pueblos y ciudades donde se le invita y apoya.
Esta vez lo invitó el Padre Marcos León, párroco de la Comunidad Sagrado Corazón, es la cuarta parroquia de Zaraza creada desde hace año y medio con el fin de acompañar mejor a los feligreses de 6 barrios y 25 caseríos ¡Qué inmensidad! Cuenta que el ingreso mensual es de 500 Bs., que como no le alcanza tiene que dar clases y por tanto la atención a los caseríos se le dificulta. “¡De lo contrario, cómo se vive Hermana!” me decía cariñosa y realistamente el padre cuando confrontábamos la situación de La Lagunita, lugar donde el Señor me invitó a florecer.
Participaron 300 misioneros provenientes de toda Venezuela con características diversas: empresarios, sordos, mudos, ciegos, enfermos, médicos, odontólogos, maestras, abuelitas y abuelitos de 70 años, una de 89 años, otra con su nieta, jóvenes, campesinos, catequistas, de la legión de maría, carismáticos, de grupos de fe, religiosas, seminaristas …. La verdad es que cuando me vi en medio de todos, me emocioné.
Antes de la misión, se nos hizo llegar el contenido de lo que trabajaríamos en los hogares: 5 trípticos denominados Kerygma, haciendo referencia a los pasos para la conversión personal, el perdón de Dios y cómo pertenecer a la Iglesia.
La Lagunita es el caserío que atendimos la Hna. Yasmin, religiosa Carmelita de Vedruna y yo, acompañando a 8 señores campesinos de Sanare Edo. Lara, que como tocaban acordeón, guitarra, cuatro, arpa y maracas favorecían el entusiasmo tanto con los cantos y la música como con su testimonio de vida. Nos hospedaron en las casitas humildes donde viven, en la de Yasmin y yo no había Luz, pues desde hace 3 años se quemó un transformador que aún no han instalado de nuevo. Tampoco tienen baños y el agua la buscan en el río. Eso sí, todos forman partes de los pobres, humildes y preferidos de Yavé, gente santa y buena, que te elevan el corazón a Dios, serían los que en la época de Jesús vibrarían con el discurso de las bienaventuranzas “Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”…
Visitamos las familias por la mañana, por la tarde realizamos actividades para la comunidad: celebraciones de la Palabra, rosarios, oración con el santísimo, eucaristía y jornada de atención médica. Todo muy completo. Por ejemplo, el día del operativo de medicina interna, todos hacían su respectiva cola y antes de pasar se entrevistaba al paciente, se aconsejaba al matrimonio con un pasaje bíblico y luego a la consulta. Al final una celebración de la Palabra.
Cuando realizamos la oración con el Santísimo, pues el padre nos concedió el honor de tenerlo en casa durante la semana, nos dimos cuenta que ninguno de los participantes de allí recibió a Jesús, pues el que no está bautizado, le falta la primera comunión o vive en concubinato y así le pasaba a alguno de los misioneros. Total que Jesús está negado en los sacramentos, bien por los mandamientos y normas de la Iglesia o porque cada uno decidimos vivir fuera de él.
La misión comenzó el sábado, con la misa de envío realizada por Monseñor, allí le concedió la admisión a las ordenes a dos seminaristas, al igual que el lectorado a dos más. El sábado siguiente una convivencia vocacional, con la presentación de los carismas y el domingo la eucaristía de cierre con Monseñor.
Termino agradeciendo al Señor, que me hizo disfrutar en vivo de las palabras que le mandó a decir a Juan Bautista, para darle a comprende que era el Mesías: Los ciegos ven, los sordos oyen, los mudos hablan y comunican la Palabra de Dios---
La misión fue convocada y organizada por los padres de San Vicente de Paúl, a través del Padre Henry Kristen, un hombre con gran ardor apostólico, que convence con su buen humor, corazón aventurero y entusiasmo por las cosas de Dios. Desde hace 17 años viene realizando la experiencia en los diferentes pueblos y ciudades donde se le invita y apoya.
Esta vez lo invitó el Padre Marcos León, párroco de la Comunidad Sagrado Corazón, es la cuarta parroquia de Zaraza creada desde hace año y medio con el fin de acompañar mejor a los feligreses de 6 barrios y 25 caseríos ¡Qué inmensidad! Cuenta que el ingreso mensual es de 500 Bs., que como no le alcanza tiene que dar clases y por tanto la atención a los caseríos se le dificulta. “¡De lo contrario, cómo se vive Hermana!” me decía cariñosa y realistamente el padre cuando confrontábamos la situación de La Lagunita, lugar donde el Señor me invitó a florecer.
Participaron 300 misioneros provenientes de toda Venezuela con características diversas: empresarios, sordos, mudos, ciegos, enfermos, médicos, odontólogos, maestras, abuelitas y abuelitos de 70 años, una de 89 años, otra con su nieta, jóvenes, campesinos, catequistas, de la legión de maría, carismáticos, de grupos de fe, religiosas, seminaristas …. La verdad es que cuando me vi en medio de todos, me emocioné.
Antes de la misión, se nos hizo llegar el contenido de lo que trabajaríamos en los hogares: 5 trípticos denominados Kerygma, haciendo referencia a los pasos para la conversión personal, el perdón de Dios y cómo pertenecer a la Iglesia.
La Lagunita es el caserío que atendimos la Hna. Yasmin, religiosa Carmelita de Vedruna y yo, acompañando a 8 señores campesinos de Sanare Edo. Lara, que como tocaban acordeón, guitarra, cuatro, arpa y maracas favorecían el entusiasmo tanto con los cantos y la música como con su testimonio de vida. Nos hospedaron en las casitas humildes donde viven, en la de Yasmin y yo no había Luz, pues desde hace 3 años se quemó un transformador que aún no han instalado de nuevo. Tampoco tienen baños y el agua la buscan en el río. Eso sí, todos forman partes de los pobres, humildes y preferidos de Yavé, gente santa y buena, que te elevan el corazón a Dios, serían los que en la época de Jesús vibrarían con el discurso de las bienaventuranzas “Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”…
Visitamos las familias por la mañana, por la tarde realizamos actividades para la comunidad: celebraciones de la Palabra, rosarios, oración con el santísimo, eucaristía y jornada de atención médica. Todo muy completo. Por ejemplo, el día del operativo de medicina interna, todos hacían su respectiva cola y antes de pasar se entrevistaba al paciente, se aconsejaba al matrimonio con un pasaje bíblico y luego a la consulta. Al final una celebración de la Palabra.
Cuando realizamos la oración con el Santísimo, pues el padre nos concedió el honor de tenerlo en casa durante la semana, nos dimos cuenta que ninguno de los participantes de allí recibió a Jesús, pues el que no está bautizado, le falta la primera comunión o vive en concubinato y así le pasaba a alguno de los misioneros. Total que Jesús está negado en los sacramentos, bien por los mandamientos y normas de la Iglesia o porque cada uno decidimos vivir fuera de él.
La misión comenzó el sábado, con la misa de envío realizada por Monseñor, allí le concedió la admisión a las ordenes a dos seminaristas, al igual que el lectorado a dos más. El sábado siguiente una convivencia vocacional, con la presentación de los carismas y el domingo la eucaristía de cierre con Monseñor.
Termino agradeciendo al Señor, que me hizo disfrutar en vivo de las palabras que le mandó a decir a Juan Bautista, para darle a comprende que era el Mesías: Los ciegos ven, los sordos oyen, los mudos hablan y comunican la Palabra de Dios---
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