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“Los sacerdotes podemos aprender del Santo Cura de Ars no sólo una confianza infinita en el sacramento de la Penitencia, que nos impulse a ponerlo en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el método del “diálogo de salvación” que en él se debe entablar”. Benedicto XVI
Ramón Antonio Pérez
Caracas, 19 de junio de 2009. “Este Año Sacerdotal será una extraordinaria oportunidad para renovar nuestro sacerdocio, sabiendo que en el ejercicio ministerial bien desempeñado se está jugando gran parte del futuro de la Iglesia en Venezuela y en el mundo. Por tanto, confiados en el Sagrado Corazón de Jesús, y bajo la protección amorosa de la Virgen María, declaramos abierto, en el nombre de nuestro Arzobispo, Cardenal Jorge Urosa Savino, el Año Sacerdotal en la Arquidiócesis de Caracas”.
De esta manera se expresó Monseñor Saúl Figueroa, Obispo Auxiliar de Caracas, durante la celebración eucarística que presidió este viernes en la Catedral Metropolitana de Caracas, con motivo del inicio del Año Sacerdotal convocado por el Papa Benedicto XVI. Monseñor Figueroa estuvo acompañado por el Nuncio Apostólico Monseñor Giacinto Berlocco y el Vicario Episcopal del Este Presbítero Fernando castro, además de los párrocos, directores de seminarios, congregaciones religiosas, seminaristas y parte de la feligresía caraqueña.
El Prelado, con base en la vida de San Pablo, explicó que la Iglesia y los sacerdotes existen para recordar que el amor de Dios es una realidad. “El amor de Dios al hombre es una realidad; no es una falacia, una mera posibilidad, sino algo verdadero. Ciertamente en esto, lo sacerdotes juegan un rol determinante, y en razón de ello, en el día del Sagrado Corazón, se ha instituido la jornada mundial de oración por los sacerdotes”, dijo.
150 años de la muerte de Juan María Vianney
Este Año Sacerdotal fue designado por Benedicto XVI, hasta el 19 de junio de 2010, en conmemoración de los ciento cincuenta años del dies natalis (muerte) del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney.
“Este año desea contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo, y se concluirá en la misma solemnidad de 2010”, expuso el Santo Padre en la carta de convocación.
“El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, repetía con frecuencia el Santo Cura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma”.
Tengo presente a todos los presbíteros que con humildad repiten cada día las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos y al mundo entero, identificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, así como con su estilo de vida. ¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y ¿qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de “amigos de Cristo”, llamados personalmente, elegidos y enviados por Él?
“Los sacerdotes podemos aprender del Santo Cura de Ars no sólo una confianza infinita en el sacramento de la Penitencia, que nos impulse a ponerlo en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el método del “diálogo de salvación” que en él se debe entablar”. Benedicto XVI
Ramón Antonio Pérez
Caracas, 19 de junio de 2009. “Este Año Sacerdotal será una extraordinaria oportunidad para renovar nuestro sacerdocio, sabiendo que en el ejercicio ministerial bien desempeñado se está jugando gran parte del futuro de la Iglesia en Venezuela y en el mundo. Por tanto, confiados en el Sagrado Corazón de Jesús, y bajo la protección amorosa de la Virgen María, declaramos abierto, en el nombre de nuestro Arzobispo, Cardenal Jorge Urosa Savino, el Año Sacerdotal en la Arquidiócesis de Caracas”.
De esta manera se expresó Monseñor Saúl Figueroa, Obispo Auxiliar de Caracas, durante la celebración eucarística que presidió este viernes en la Catedral Metropolitana de Caracas, con motivo del inicio del Año Sacerdotal convocado por el Papa Benedicto XVI. Monseñor Figueroa estuvo acompañado por el Nuncio Apostólico Monseñor Giacinto Berlocco y el Vicario Episcopal del Este Presbítero Fernando castro, además de los párrocos, directores de seminarios, congregaciones religiosas, seminaristas y parte de la feligresía caraqueña.
El Prelado, con base en la vida de San Pablo, explicó que la Iglesia y los sacerdotes existen para recordar que el amor de Dios es una realidad. “El amor de Dios al hombre es una realidad; no es una falacia, una mera posibilidad, sino algo verdadero. Ciertamente en esto, lo sacerdotes juegan un rol determinante, y en razón de ello, en el día del Sagrado Corazón, se ha instituido la jornada mundial de oración por los sacerdotes”, dijo.
150 años de la muerte de Juan María Vianney
Este Año Sacerdotal fue designado por Benedicto XVI, hasta el 19 de junio de 2010, en conmemoración de los ciento cincuenta años del dies natalis (muerte) del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney.
“Este año desea contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo, y se concluirá en la misma solemnidad de 2010”, expuso el Santo Padre en la carta de convocación.
“El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, repetía con frecuencia el Santo Cura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma”.
Tengo presente a todos los presbíteros que con humildad repiten cada día las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos y al mundo entero, identificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, así como con su estilo de vida. ¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y ¿qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de “amigos de Cristo”, llamados personalmente, elegidos y enviados por Él?
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Oración por la santificación de los sacerdotes
(Papa Pío XII)
Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor, Fuente de vida, que por singular generosidad de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros sacerdotes para que podamos cumplir plenamente los designios de santificación que tu gracia inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa.
Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras, esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo de la eterna Sabiduría, sea, por la constante meditación, el alimento diario de su vida interior. Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra, y alivio y sostén en nuestras penas.
Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida, dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra, la recompensa eterna: la corona de justicia en el esplendor de los santos. Amén.
(Papa Pío XII)
Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor, Fuente de vida, que por singular generosidad de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros sacerdotes para que podamos cumplir plenamente los designios de santificación que tu gracia inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa.
Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras, esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo de la eterna Sabiduría, sea, por la constante meditación, el alimento diario de su vida interior. Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra, y alivio y sostén en nuestras penas.
Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida, dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra, la recompensa eterna: la corona de justicia en el esplendor de los santos. Amén.
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Web Para el Año Sacerdotal
- Carta del Sumo Pontífice Benedicto XVI a los sacerdotes para la convocación del Año Sacerdotal.
- Decreto de la Penitenciaría Apostólica concediendo indulgencias para el Año Sacerdotal.
- Carta del cardenal Claudio Hummes, Prefecto de la Congregación para el Clero, a los sacerdotes.
- Carta del arzobispo Mauro Piacenza, Secretario de la Congregación para el Clero, a los sacerdotes.
- Discurso del Papa Benedicto XVI a la Asamblea Plenaria de la Congregación para el Clero.
- Sitio oficial del Año Sacerdotal preparado por la Congregación para el Clero.
- Sección dedicada al Año Sacerdotal del sitio de la Santa Sede.
1 Comentarios
Apreciado Ramón:
ResponderEliminarRecibí el premio "A liberar el Tocororo" y al mismo tiempo quiero trasladarlo a tu excelente blog.
http://elblogdelpadrecarlos.blogspot.com/2009/06/un-abrazo-de-solidaridad-y-fraternidad.html
Saludos
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