En su acostumbrada columna de los fines de semana: La Crónica Menor (21-05-2008), Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, Arzobispo de Mérida, hace un alerta a la ciudadanía para estar pendientes con la propuesta de reforma curricular, que el Gobierno Nacional de manera subrepticia intenta imponer en las distintas escuelas del país.
El gobierno ha dicho que la reforma del diseño curricular se suspendería de inmediato, al sentir el rechazo de la mayoría de la població venezolana, sin embargo, intenta imponer sus contenidos por otras vías.
El Prelado merideño hace la observación luego de conocer una comunicación remitida a un colegio público de esa región andina, donde se puede leer una serie indicaciones a los educadores para que refuercen el "ideal bolivariano", la práctica de la fe sea relegada unicamente al espectro familiar y el retiro de imágenes católicas de tales escuelas sea inmeadiato. Las denuncias de Monseñor Porras no tienen desperdicio.
A continuación su columna de este fin de semana.
RAP
_____________________________________________________________
¡LA REFORMA VA!
La palabra sirve para todo, también para seducir y engañar. Se ha dicho por las más altas autoridades que la reforma curricular se suspende y no se implementaría todavía. Los hechos desmienten descaradamente esta afirmación. La reforma sí va y desde ahora mismo.
Son muchas las denuncias de docentes y padres de familia sobre la imposición de las directrices y contenidos de la reforma curricular. La táctica es no dejar nada por escrito. Las órdenes son orales pero vienen de las distintas instancias del proceso educativo. Se jubila a un número considerable de maestros y profesores para introducir nuevo personal interino que, adoctrinado y/o amedrentado cumple lo que le ordenen.
Tengo en mi poder una comunicación escrita de una directora de una unidad educativa en la que da cuenta de las disposiciones emanadas de la visita de supervisión de la Coordinadora Regional de Escuelas Bolivarianas del Estado Mérida. No identifico el plantel ni el director por razones obvias. Entre los lineamientos y compromisos que debe asumir la Unidad Educativa, dice la circular: “Ambientar el aula de clase con: ideario bolivariano, crear el cuaderno de vida de Simón Bolívar, el árbol de las tres raíces, trabajar con los niños y niñas la historia de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, actualizar los símbolos patrios, colocar símbolos emblemáticos. No utilizar imágenes religiosas (para poner en práctica el valor, respeto religioso de niños y niñas), la fe y creencias deben ser dirigidas en el hogar; no celebrar fechas y meses religiosos en la Institución”.
¿No atenta esta conducta contra la actual Constitución y contra la voluntad popular del referendo del 2D? ¿Quién está fuera de la ley, el supervisor o el docente que no cumpla con esta prescripción? ¿Los valores, tradiciones e imágenes religiosas son dañinos en la escuela para proscribirlos como si se tratara de una peste? Abramos los ojos y actuemos sin miedo. La libertad y la pluralidad democrática, el respeto y apoyo a lo religioso no es un delito, es un derecho.
La palabra sirve para todo, también para seducir y engañar. Se ha dicho por las más altas autoridades que la reforma curricular se suspende y no se implementaría todavía. Los hechos desmienten descaradamente esta afirmación. La reforma sí va y desde ahora mismo.
Son muchas las denuncias de docentes y padres de familia sobre la imposición de las directrices y contenidos de la reforma curricular. La táctica es no dejar nada por escrito. Las órdenes son orales pero vienen de las distintas instancias del proceso educativo. Se jubila a un número considerable de maestros y profesores para introducir nuevo personal interino que, adoctrinado y/o amedrentado cumple lo que le ordenen.
Tengo en mi poder una comunicación escrita de una directora de una unidad educativa en la que da cuenta de las disposiciones emanadas de la visita de supervisión de la Coordinadora Regional de Escuelas Bolivarianas del Estado Mérida. No identifico el plantel ni el director por razones obvias. Entre los lineamientos y compromisos que debe asumir la Unidad Educativa, dice la circular: “Ambientar el aula de clase con: ideario bolivariano, crear el cuaderno de vida de Simón Bolívar, el árbol de las tres raíces, trabajar con los niños y niñas la historia de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, actualizar los símbolos patrios, colocar símbolos emblemáticos. No utilizar imágenes religiosas (para poner en práctica el valor, respeto religioso de niños y niñas), la fe y creencias deben ser dirigidas en el hogar; no celebrar fechas y meses religiosos en la Institución”.
¿No atenta esta conducta contra la actual Constitución y contra la voluntad popular del referendo del 2D? ¿Quién está fuera de la ley, el supervisor o el docente que no cumpla con esta prescripción? ¿Los valores, tradiciones e imágenes religiosas son dañinos en la escuela para proscribirlos como si se tratara de una peste? Abramos los ojos y actuemos sin miedo. La libertad y la pluralidad democrática, el respeto y apoyo a lo religioso no es un delito, es un derecho.
1 Comentarios
Unidos en oración como siempre mi hermano. Por nuestro blog te hemos dejado un detallito. Un abrazo.
ResponderEliminarComentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.