Obispo de Guarenas ordenó nuevo diácono permanente en Guatire

Ramón Antonio Pérez

El diaconado es un orden de consagración dentro de la Iglesia Católica que sirve de antesala a la ordenación sacerdotal de aquellos que han optado por una vida célibe, pero en esta ocasión se trata de un católico que también tiene responsabilidades familiares, y ha sido facultado según las disposiciones
vigentes

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Guatire, 29-04-2007. Este domingo el obispo de la Diócesis de Guarenas, Monseñor Gustavo García Naranjo, le confirió la ordenación de diacono permanente al piloto y abogado Félix Antonio Colmenares Ochoa, durante una misa que tuvo lugar
en la parroquia Santa Cruz de Pacairigua, en Guatire.
Con esta nueva ordenación, la populosa parroquia guatireña cuenta con tres diáconos de condición permanente, quienes no obstante desde su condición de hombres casados y con responsabilidades familiares y profesionales, han asumido el compromiso de la evangelización, y se colocaron a tiempo completo a las órdenes del obispo de la zona. Félix Colmenares trabajará al lado del párroco Carlos Frías, responsable pastoral de la feligresía católica de Guatire.

¿Qué es un Diácono?
Durante la homilía Monseñor García Naranjo destacó que el diaconado permanente es un orden que se vincula al servicio de la comunidad, especialmente con los más necesitados. “Un diácono es un icono, un fiel testigo de Cristo en la Iglesia, que se ha puesto en el camino de la santificación para hacerse el servidor de todos”, dijo.

Con base en los documentos de la Iglesia, explicó que entre las funciones de un Diácono Permanente está asistir los distintos ministerios eclesiales especialmente el de la Eucaristía, así como la distribución de la misma en las celebraciones eucarísticas.
También está facultado “para administrar los sacramentos del bautismo, testificar la celebración de matrimonios y bendecirlos; además de proclamar y predicar el Evangelio, llevar la comunión a los enfermos, presidir las exequias y entregarse a los diversos servicios de la caridad, especialmente entre los más necesitados”.
El Obispo de Guarenas hizo énfasis en la necesidad de que desde el seno de las comunidades de esta Diócesis surjan jóvenes y adultos con vocación hacia el sacerdocio, ya que los diáconos permanentes, a pesar de su importancia tienen limitaciones que les impide consagrar el pan y el vino y confesar, entre otras responsabilidades pastorales.
Cabe destacar que desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica en Latinoamérica, ha establecido el diaconado como un grado particular de la jerarquía; de allí que la forma diaconal permanente puede ser conferida a hombres casados, de edad madura y que cumplan con las disposiciones establecidas por las respectivas conferencias episcopales.
El nuevo diácono
Félix Antonio Colmenares Ochoa, nació el 14 de enero de 1939 en la población de Miranda, en el estado Carabobo. Está casado con Emilia Dávila, y sus hijas son Tibisay Coromoto y Zulia Virginia, de las cuales suma seis nietos.
Es un reconocido piloto de aviación con cursos de habilitación para aviones DC-8, DC-9 y DC-10, realizados en Ámsterdam. También es abogado con estudios en derecho romano, y profesor universitario tanto en la Universidad Santa María, como en el Centro de Estudios Militares Avanzados. Pidió las oraciones de los asistentes “para cumplir con las nuevas obligaciones”.









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