Cardenal Urosa insiste en “el dialogo y el encuentro fraterno en Venezuela”


FOTO REFERENCIA: El Cardenal Urosa emite declaraciones en torno a la huelga de hambre de los presos políticos y situación de Venezuela. Foto: RAP.
El Arzobispo de Caracas se pronunció en torno a la huelga de hambre de los presos políticos e indicó que en Venezuela se debe tomar en cuenta la propuesta hecha por el Papa Francisco: el dialogo
Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic
Me preocupa muchísimo que ellos tengan que llegar a ese extremo para ser oídos. Creo que es un signo de que la situación política del país no ha mejorado en los últimos meses”, dijo el cardenal Jorge Urosa Savino con motivo de la huelga de hambre que desde el 23 de mayo cumple en la cárcel de Ramo Verde, Los Teques (Venezuela), el dirigente opositor Leopoldo López. Huelga a la que se han sumado el ex alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos en la Penitenciaría General de Venezuela (estado Guárico); Raúl Emilio Baduel y Ricardo Tirado en la cárcel de Tocuyito (Carabobo); y el diputado Julio Ribas junto a cuatro estudiantes universitarios, frente a la Iglesia “Nuestra Señora de Guadalupe”, en Caracas.
“En enero de 2015 la Conferencia Episcopal Venezolana publicó un extenso documento sobre la crisis global que vive Venezuela, económica, político y social. Allí hacíamos recomendaciones para la resolución de esta crisis, y hacíamos un nuevo e insistente llamado al diálogo, argumentó el Cardenal Urosa.
“Lamentablemente la respuesta del gobierno ha sido otra: no escuchar a quienes disienten de su línea política, y endurecer su actitud contra el empresariado, culpándolos de una supuesta guerra económica”, sostuvo.
“Esto se refleja también en el maltrato que sufren los presos políticos, con las vejaciones, humillaciones, castigos frecuentes y agresiones, que pueden considerarse como torturas psicológicas, la prohibición de visitas por parte de la familia, la restricción de las visitas. Eso viola sus derechos humanos, y va en contra de la dignidad de la persona humana”.
El arzobispo recordó que el presidente Chávez y sus compañeros, cuando estaban presos en Yare, podían recibir todo tipo de visitas. “Se ha adoptado ahora una línea severísima, casi  medieval, contra esas personas. Y recordemos que todavía hay cerca de 70 personas presas por  acusaciones con motivo de las manifestaciones del año pasado”, indicó.
¿Qué haría falta para aliviar la tensión política?
“Me parece que la primera medida es la que ha indicado el Papa Francisco ya en varias ocasiones con motivo de la crisis venezolana: el diálogo. Además, bajar el tono ardiente del discurso. Dejar el enfrentamiento y la radicalización, que no conducen a nada”.
“Creo que es necesario, también, liberar a los presos políticos o, en cualquier hipótesis, juzgarlos en libertad, tal como está prescrito por el Código Orgánico Procesal Penal. Y luego, respetar el debido proceso judicial y desterrar el maltrato carcelario a quienes estén en prisión. Ceballos, Leopoldo y las otras personas presas por actos vinculados a acciones políticas, no merecen ese maltrato, ningún preso lo merece. La masacre de Uribana no se ha esclarecido. Eso clama al cielo. Y otra cosa, que crea profunda preocupación, hay que fijar la fecha de las elecciones parlamentarias, para que puedan efectuarse  en condiciones adecuadas”.
¿Cuál debería ser la actitud hacia el empresariado?
“La misma actitud fundamental de diálogo. Por ejemplo, tener en cuenta la carta dirigida por Lorenzo Mendoza, presidente de Polar, al Presidente Maduro. Es preciso que el Gobierno escuche  a los empresarios, atienda a sus justas peticiones, y tenga en cuenta  sus sugerencias para salir de esta crisis económica que ha disparado la inflación y extremado la escasez de alimentos medicinas y repuestos de todo tipo. Y dejar de amedrentarlos con prisión, que es a todas luces injusta. Repito: si alguien comete algún delito, debe ser juzgado en libertad, tal como lo postula la ley”.
¿Que otras medidas se deberían tomar?
En el campo de lo social es preciso, por una parte intensificar los esfuerzos por controlar la inseguridad y reducir la delincuencia a la mínima expresión. La inseguridad es terrible. No se nota mejoría. Por otra parte, es preciso solucionar la gravísima escasez de artículos de primera necesidad que angustia a la población, que ha dado origen a la altísima especulación del bachaqueo. Todo esto va generando en la gente un disgusto cada vez mayor, que se traduce frecuentemente en actos de violencia en los supermercados. Hay que tener mucho cuidado con este problema.
¿Algún otro comentario?
Espero que cesen las causas de la huelga de hambre de Leopoldo, Ceballos y las personas que se han sumado a ella. Y que la manifestación convocada para mañana sábado sea pacífica, tanto por parte de los manifestantes, como por parte de las fuerzas de seguridad del estado, que están obligadas a garantizar la seguridad de la concentración, e impedir cualquier tipo de violencia.
Finalmente, el cardenal Urosa elevó sus oraciones a Dios indicando “que todos queramos trabajar por la paz, y que se atiendan las sugerencias y observaciones que hacemos los Obispos venezolanos, en nuestra función de constructores de la paz. Insistimos en el diálogo y el encuentro”.


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