Eran pocos los que sabían que luchaba contra un cáncer fulminante. Se lo detectaron poco tiempo antes en el estómago. Cuando se anunció su muerte, la mañana del 20 de octubre, el país entero quedó en shock.
El Padre Francisco José Virtuoso (sj) – o «Joseíto»- como le decían sus amigos cercanos – era querido, admirado y seguido, no sólo por la comunidad universitaria, a la que se debía, sino por todo el país que escuchaba sus valientes y orientadores declaraciones día a día. La comunidad universitaria está de duelo y el país también. La bulliciosa UCAB está en un inusual silencio que, oficialmente, durará dos días.
Un hombre de origen sencillo, perteneciente a una familia criollísima aunque de raíces italianas, era la lúcida cabeza de la Universidad que lleva el nombre de uno de los grandes educadores de América Latina, el venezolano Andrés Bello. Apenas seis días atrás, el cardenal Baltazar Porras, acompañado de las autoridades universitarias, asistía a un gran acto para dar posesión de un nuevo período del P. Virtuoso como Rector de la UCAB.
Y no podía ser menos. Desde el año 2010 ejercía exitosamente el rectorado y ahora la propia comunidad académica lo quería hasta el 2026.
El testimonio del Administrador Apostólico de Caracas y Arzobispo de Mérida, el cardenal Porras Cardozo, fue así:
«Una buena amistad nos hizo compartir desde hace años, acrecentados en estos últimos por las tareas comunes que teníamos entre manos, me hace sentir la orfandad de un buen hermano. Lamento no estar presente físicamente en Caracas para sus exequias. Desde Santiago de Compostela donde me encuentro portando las reliquias del Beato José Gregorio Hernández a la numerosa colonia gallega, nos unimos en la eucaristía de este viernes 21 de octubre a las plegarias que desde la capilla del Trono de la Sabiduría se elevan al buen Dios. Mi oración esperanzada por su eterno descanso, el consuelo para su mamá y familiares, a la Compañía de Jesús por la pérdida de un hijo brillante, a la comunidad ucabista agradecida por su entrega permanente, al país todo que reconoce en su vida, al venezolano y creyente fiel y servidor. La esperanza cristiana retiene mis lágrimas por el vacío que deja. Que su memoria sea motor de muchas iniciativas en las que se haga presente la estela de bien de este buen hijo de San Ignacio. Descanse en paz».
No vivía en guardia, sino alerta
El P. Virtuoso era, como buen jesuita, un hombre disciplinado, metódico, casi un vicioso del trabajo. Ello no le impedía estar siempre a la orden, disponible con su trato agradable y sencillo.
Personalmente damos testimonio de su siempre amable trato con la prensa. Nunca nos puso difícil una entrevista o un encuentro. El intercambio con él era fácil, fluido, oportuno. No vivía en guardia, como desconfiando de todo, sino alerta, presto a cumplir. Ningún tema le era ajeno ni esquivada bultos con los periodistas.
Esa mañana, nos llamábamos por teléfono para indagar en la veracidad de la noticia. Nadie podría creerlo. De hecho, pensamos inmediatamente en uno de esos odiosos pero frecuentes fake news que «matan» en las redes a personajes entrañables por el sólo morbo de causar escándalo y angustia.
Pero no, no había caso, nos lo confirmó un jesuita de la UCAB. Era cierto: el P. Virtuoso nos había dejado. La tristeza flota en el ambiente y, de nuevo, esa sensación de impotencia y resignación ante la muerte. Fue como un batazo en la cabeza que nos ha dejado en un aturdimiento instalado en nuestro espíritu.
Fue un despertar de pesadilla la mañana del 20 de Octubre. Quienes frecuentemente lo veíamos nos resistimos a creer que no lo veremos más. Sólo consuela la esperanza cristiana. Son estos los momentos en que nos preguntamos ¿qué haríamos sin ella…o más bien ¿cómo se las arreglan sin ella quienes no creen?
Jesuita y politólogo
Este caraqueño nació el 17 de septiembre de 1959. Obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad Rafael Urdaneta de Maracaibo. Es sacerdote desde 1990. En 2003 se hizo Doctor en Historia por la UCAB, universidad cuyos destinos conduciría tiempo después al frente de un excelente equipo de trabajo.
Antes de ser rector de la Católica –que este año se posicionó como la mejor casa de estudios de gestión privada del país y la única no pública entre las 100 mejores del continente, según la firma británica Quacquarelli Symonds –, Virtuoso fue por diez años el Director del Centro Gumilla, el Centro de Investigación y Acción Social de la Compañía de Jesús en Venezuela.
Es considerado como un firme defensor de los valores humanos y democráticos, así como una de las mentes más críticas sobre la situación política, social y económica en el país.
Vivir de cara al país
Y su gran pasión, nuestra Venezuela. No se cansaba de recomendar: “Hay que vivir por este país, de cara al país”. Era una manera de decirnos que las crisis hay que enfrentarlas, no claudicar, mantener el ánimo arriba y los valores por delante. Era consecuente con lo que predicaba.
Fue el primero en animar y propiciar toda clase de iniciativas y actividades que mantuvieran a la Universidad mirando al país, trabajando por las periferias y generando propuestas que defendieran la democracia y recuperan la esperanza que tantos en Venezuela parecen haber perdido.
La Compañía de Jesús en Venezuela, el Consejo Fundacional, las autoridades universitarias y el Consejo Universitario de la UCAB hicieron llegar sus condolencias a los familiares y allegados del rector Virtuoso, así como a sus compañeros jesuitas, e invitaron a los venezolanos «a elevar una oración por el descanso eterno de quien fuera un valioso ser humano y un ciudadano ejemplar, comprometido con la construcción de futuro, esperanza y cambio en el país».
El faro que deja encendido
Él no pudo con el cáncer pero ciertamente fue un gladiador de la lucha social. Su propósito por conseguir la excelencia educativa se refleja en una noticia que llegó junto a la de su deceso: pocas horas antes había finalizado el Modelo de Naciones Unidas de Harvard en Boston.
Compitieron varias de las mejores universidades del mundo, entre ellas University of Chicago, Yale University, University of Pennsylvania, New York University (NYU), McGill University (Canadá) y muchas otras. Los tres premios más importantes de la competencia se los llevaron universidades venezolanas, dos de los cuales fueron para la Universidad Católica:
– Best International Delegation / Mejor Delegación Internacional (excluye universidades de EEUU): Universidad Católica Andrés Bello (UCAB)
– Best Large Delegation / Mejor Delegación de toda la Conferencia: Universidad Católica Andrés Bello (UCAB)
La UCAB ya había logrado esta hazaña en 2002 y ahora, 15 años después, repite como la única del país que ha ganado Mejor Delegación y Mejor Delegación Internacional en el Modelo.
La nota venía con este agregado: «Es impresionante cómo, en medio de esta tragedia humanitaria, seguimos siendo una fábrica de talentos. ¿Cómo no ser optimistas frente al futuro? ¿Cómo no luchar por rescatar a nuestra Venezuela?».
Sin duda, nuestro faro de esperanza es esa «fábrica» que el P. Virtuoso, liderando un equipo envidiable, mantenía en plena producción. Honrar su esfuerzo continuándolo es el mejor tributo a su memoria.
El adiós y la doble despedida
«Hará mucha falta, padre», es la frase que se repite en la mayoría de los comentarios. Ciertamente, en un momento como el que vive Venezuela, de incertidumbre, de miedos, el P. Virtuoso era constante referencia por su contundencia al enfrentar las violaciones a los derechos humanos y denunciar las agresiones contra la libertad y la democracia. Y lo hacía desde su tribuna de máxima autoridad de la prestigiosa Universidad Católica.
Baste recordar su emblemática presencia en las mesas de trabajo cuando la Gran Comisionada de Naciones Unidas para los DDHH, Michelle Bachelet, visitó el país para constatar las situaciones y elaborar el famoso informe que tanto ha circulado y que desnuda la indefensión de los venezolanos ante los desmanes de la dictadura.
«Un duelo muy grande para el país. Ha fallecido el rector de @enlaucab, el Padre Francisco José Virtuoso. Todos los ucabistas nos abrazamos y acompañamos en esta pérdida. Descanse en paz», publicó la comunidad de egresados de la casa de estudios en su cuenta oficial.
Duelo al cual nos unimos, con todo el corazón, como egresados de la UCAB.
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) envió sus condolencias a Antonia Arrieta de Virtuoso, madre del rector de la UCAB. Una señora de avanzada edad a la que el hijo sacerdote dedicaba sus tardes dominicales. Esto será un golpe duro que sólo aliviará su profunda fe.
Ha sido una larga lista de manifestaciones de dolor por esta pérdida en la cual figuran, periodistas, políticos, embajadores, académicos e innumerables venezolanos que están llenado las redes con sus expresiones de dolor y admiración por este insigne sacerdote, lo cual muestra el impacto positivo que el padre Francisco José Virtuoso tuvo en diferentes sectores y estratos de Venezuela.
Una resolución del Consejo Universitario declaró dos días de duelo (desde el viernes 21 y hasta el sábado 22 de octubre) en todas las sedes de la Universidad y suspendió las actividades académicas por este espacio de tiempo.
Los funerales se realizarán hoy viernes 21 de octubre en la Iglesia María Trono de la Sabiduría de la UCAB, en Montalbán, desde las 8:00 am hasta la 4:00pm cuando se realizará la misa exequial.
Ciertamente, una doble despedida: su testamento académico y espiritual, como calificó el cardenal Baltazar Porras su discurso de toma de posesión para un nuevo período rectoral en la UCAB, y el posicionamiento de esa Universidad entre las más reconocidas.
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