Obispos de Venezuela: "El lujo y el desperdicio que ostentan unos pocos ofenden a Dios y a los hermanos"


“Refundar el país desde la ciudadanía”, es la propuesta de la Conferencia Episcopal Venezolana. Pero alertan que el régimen “busca convertir al ser humano, creado por Dios como ser libre y responsable, en simple ejecutor de centros idolátricos de poder” 

Ramón Antonio Pérez // Aleteia Venezuela
Publicado el 14 de enero de 2022

Nos encontramos como país en una grave crisis global y democrática; el ser humano con su dignidad, principalmente la persona pobre, es colocada a un lado por el régimen político, para dar relevancia a un sistema ideológico excluyente, perdiéndose el sentido de la democracia como poder del pueblo”. 

Monseñor Jesús González de Zarate, leyó así la exhortación pastoral: “Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti”, tras culminar la asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), este jueves 13 de enero, en Caracas.

González de Zárate, arzobispo de Cumaná y presidente de la CEV, estuvo acompañado de monseñor Raúl Biord Castillo, obispo de La Guaira y secretario general de la CEV; y monseñor José Manuel Romero Barrios, obispo de El Tigre y presidente de la comisión episcopal de adolescencia y juventud del episcopado. Al finalizar, respondieron inquietudes de la prensa.

Es un pecado que clama al cielo querer mantener a toda costa el poder y pretender prolongar el fracaso e ineficiencia de estas últimas décadas: ¡Es moralmente inaceptable!”, dijo el arzobispo de Cumaná en uno de los puntos de la exhortación.

Las tres escandalosas realidades de Venezuela

Aunque son muchos los aspectos a señalar sobre la dolorosa situación del país, los obispos subrayan las que consideran “tres tristes y escandalosas realidades”, citando en primer lugar “el desmantelamiento de las instituciones democráticas y de las empresas del Estado”.

Como segundo aspecto, hablan del “dramático éxodo debido a la emigración forzada de cerca de seis millones de compatriotas expatriados por falta de oportunidades de desarrollo en el país, sobre todo jóvenes en edad productiva”. 

En tercer lugar, denuncian “la pobreza de la gran mayoría de nuestro pueblo, con particular acento en la desnutrición de la infancia y las situaciones de injusticias que viven las personas de avanzada edad”.

Además de estos aspectos, no mencionaron “los daños psicológicos, morales y espirituales que experimentan los venezolanos en el drama que estamos viviendo”. Se trata –dice monseñor González de Zárate- “de la pérdida de la libertad individual y social, en formas ya fácilmente perceptibles como la persecución, la cárcel, la tortura o la expatriación por problemas políticos”.

La CEV alerta de un “objetivo de fondo” que estaría asociado a las prácticas del régimen político que preside Nicolás Maduro Moros: “convertir al ser humano, creado por Dios como ser libre y responsable, en simple ejecutor de centros idolátricos de poder”.

La vida ostentosa de unos pocos ofende a Dios

Indicaron que mientras la economía de Venezuela se encuentra todavía inmersa en grandes privaciones “que impiden un trabajo digno y un salario justo”, las “cuantiosas inversiones se están dando en el país que solo benefician a pocas personas o grupos de inversionistas en áreas poco accesibles a la mayoría empobrecida de la población”.

Precisa la exhortación que “van apareciendo, en nuestras ciudades, casinos y casas de juego, bodegones, restaurantes y hoteles, edificios y casas ostentosas”. 

Refiere que “en todos los tiempos, el lujo y el desperdicio que ostentan unos pocos ofenden a Dios y a los hermanos, pero con mayor fuerza en este tiempo de pandemia y de crisis global que se vive en el país”.

El necesario encuentro para lograr un país libre

Describen los sucesos acaecidos durante las elecciones del 21 de noviembre pasado, así como lo ocurrido con las elecciones en el estado Barinas del 9 de enero.

Los resultados del día domingo 9 de enero son una demostración de cuán necesario es reconocer y aceptar que estamos frente a un cambio en Venezuela, que pasa por la necesidad del encuentro y del entendimiento, para construir un país libre de la opresión y del deterioro al que ha sido sometido.

La CEV invita a todos, y principalmente a las nuevas autoridades regionales y municipales electas, “a atender las ingentes necesidades de las comunidades, para eso fueron elegidos, que su política no sea el sostén de una ideología, sino el sostén de la vida de los más pobres, es decir, la construcción del bien común”.

Refundar la nación bajo impulso de la sociedad civil

González de Zárate expresó a los periodistas que “el llamado que hacemos es que todos como responsables del país, participemos (…) las instituciones sociales y no solo los partidos políticos, se conviertan en actores de esta renovación que necesitamos”.

Añadió que la Iglesia siempre ha apostado por el diálogo, pero también han sido muy explícitas sus intervenciones. “No se trata de cualquier diálogo, no se trata simplemente de compartir palabras e informaciones; el diálogo debe tener unos objetivos concretos, debe hacerse a través de un camino serio en la búsqueda de logros que den respuesta a las necesidades del país”.

Sobre la pandemia del Covid-19 dijo que hasta el momento no se ha implicado a las sociedades científicas que pudieran ayudar a dar respuesta a las circunstancias y que “la actitud de la Iglesia siempre ha sido de colaboración en lo que podemos ayudar”.

Una parte dedicada a la sinodalidad

Raúl Biord Castillo, obispo de La Guaira, destacó la “sinodalidad” como vía para la reconstrucción social. “El Papa Francisco nos ha invitado a este camino sinodal que significa escuchar al pueblo de Dios, desde las bases”, puntualizó. 

Aseguró que no se puede esperar la resolución de los problemas que aquejan al país “de forma centralizada, sino que es desde abajo, desde los ciudadanos, que es posible generar el esperado cambio”, se cita desde la CEV.

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