Cardenal Urosa invita acudir a la Virgen de Coromoto en estos tiempos de pandemia

El Arzobispo Emérito de Caracas -en el marco de los 368 años de aparición de la Virgen de Coromoto y“en estos tiempos de mortal Covid-19, de angustia, incertidumbre y dolor, de penuria y soledad", motiva a "acudir a ella”. También recuerda que la Patrona de Venezuela también fue declarada Patrona Principal de Caracas, el 15 de junio de 2011

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 9 de septiembre 2020

Con motivo de los 368 años de aparición de la Virgen de Coromoto, que la iglesia católica celebra en Venezuela este 11 de septiembre del año 2020 en medio de la pandemia que afecta al mundo, y de la que no ha escapado el país suramericano, el cardenal Jorge Urosa Savino, motiva a que “en estos tiempos de mortal Covid-19, de angustia, incertidumbre y dolor, de penuria y soledad, nosotros podemos confiadamente acudir a ella”.

Así lo expresa en un mensaje que con fecha 9 de septiembre, titula: “Nuestra señora de Coromoto, Madre de misericordia y consuelo de los afligidos”. Recuerda que “en Caná María salió en ayuda de los nuevos esposos a quienes se había acabado el vino de la boda (Cfr. Jn 2,11). Y en Guanare se apareció a nuestros indígenas para invitarlos a acoger la fe y la salvación. Pues con mayor razón ella sale ahora en nuestro auxilio”.

“¡Vayamos adelante con esperanza y optimismo! Esta epidemia pasará. ¡Dios y María de Coromoto están con nosotros!”, alentó el arzobispo emérito de Caracas, para quien la pandemia del coronavirus “nos plantea la fragilidad de la existencia humana, las limitaciones de nuestro poder, las dificultades para trabajar y convivir, el peligro permanente y continuo de la enfermedad y de la muerte”.

Por ello, ante esa realidad, “gracias a Dios tenemos con nosotros a Jesús crucificado y resucitado que venció a la muerte y nos ha abierto las puertas del cielo. Y tenemos a nuestra Virgen María de Coromoto, madre amorosa, para auxiliarnos y consolarnos, y cubrirnos con el manto de su misericordia en este valle de lágrimas”.

Patrona de Venezuela y Principal de Caracas

El Cardenal Urosa también recordó las gestiones que hizo durante su titularidad como arzobispo de Caracas, para que la iglesia metropolitana contara con la Virgen de Coromoto como Patrona Principal. “En el año 2009, ante la multiplicidad de invocaciones y advocaciones de la Virgen María en Caracas, como Arzobispo consideré la necesidad de centrar y fortalecer la devoción mariana de los fieles”, indicó en la misiva.

Describe que luego de madura reflexión con los obispos auxiliares, y de consulta a los sacerdotes, religiosos y religiosas y fieles de Caracas en ese año, “solicitamos a la Santa Sede la autorización para proclamar a la Virgen de Coromoto patrona principal de nuestra Iglesia caraqueña”. “Esta gracia fue concedida el 15 de junio de 2011”, apuntó Urosa.

En efecto, la Arquidiócesis de Caracas se preparó en sus diferentes parroquias, movimientos de apostolado y congregaciones religiosas que hacen vida en la metrópolis, para celebrar el hecho de contar con la Virgen de Coromoto como Patrona Principal de la ciudad. La ceremonia de proclamación se cumplió el 19 de noviembre de 2011, en una multitudinaria concurrencia que llenó el Parque Naciones Unidas de Caracas.

A continuación, el mensaje del cardenal Jorge Urosa Savino

Nuestra Señora de Coromoto

Madre de misericordia y Consuelo de los afligidos

Este 11 de septiembre la Iglesia en Venezuela y especialmente en Caracas celebrará jubilosamente una vez más la solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de nuestra Patria y de nuestra Iglesia caraqueña. Es una ocasión de obligada acción de gracias a Dios por habernos enviado a la Virgen María como mensajera de salvación y de vida eterna. Ella apareció milagrosamente en 1652, en los llanos de Guanare, para invitar al cacique Coromoto y su familia a acoger la fe en Jesucristo, recibir el bautismo e incorporarse a la Iglesia. María santísima, la madre de Nuestro Señor Jesucristo, mostró una predilección especial por nuestra Patria y nuestro pueblo, al ayudarnos a conocer, amar y servir a Dios.

Sus apariciones nada tienen que envidiar a las grandes manifestaciones marianas ocurridas en otras partes, como la Guadalupe en México, Fátima en Portugal, y Lourdes en Francia. Como recuerdo de su manifestación venezolana, históricamente documentada, quedó la reliquia que se conserva y se venera en el Santuario de Coromoto, en Guanare.

LA GRANDEZA DE MARÍA SANTÍSIMA

Esta fiesta es ocasión para recordar la grandeza de María de Nazareth. Ella es la llena de gracia sin pecado original concebida (Cfr. Lc 1, 28-31) y colmada de dichas por la fe que vivió (Cfr. Lc 1, 45). Ella fue predestinada por Dios para ser la madre de su divino Hijo hecho hombre, Nuestro Señor Jesucristo. María es la madre virgen que quiso siempre cumplir la Palabra del Señor (Lc. 1,38), y estuvo al pie de la cruz acompañando a Jesús crucificado (Cfr. Jn 19,25-27). Ella fue asunta al cielo en cuerpo y alma, y reina gloriosa al lado de Cristo.

¡María es grande y el Señor la ha colmado ya de la gloria de la resurrección! Y bondadosamente nos la envió en Guanare como mensajera de salvación. Ella vino para indicarnos el sendero de la vida plena, de la justicia y de la paz: la fe en Cristo, verdadero camino de la realización humana, de la fraternidad y de la convivencia social, de la salvación y de la felicidad en esta vida y en la vida eterna.

PATRONA DE NUESTRA ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS

Por todos estos motivos, en el año 2009, ante la multiplicidad de invocaciones y advocaciones de la Virgen María en Caracas, como Arzobispo consideré la necesidad de centrar y fortalecer la devoción mariana de los fieles. Luego de madura reflexión con los Obispos Auxiliares, y de consulta a los sacerdotes, religiosos y religiosas y fieles de Caracas en ese año, solicitamos a la Santa Sede la autorización para proclamar a la Virgen de Coromoto patrona principal de nuestra Iglesia caraqueña. Esta gracia fue concedida el 15 de junio de 2011.

María de Coromoto, es en sí misma una predicación del meollo de nuestra fe. Su reliquia y su hermosa y colorida imagen la presentan sentada en un trono, coronada como Reina, y al Niño Jesús coronado como Rey y sentado en su regazo, también con la mirada al frente, quien sostiene el orbe en su mano izquierda y con la mano derecha levantada hace el gesto de bendecir. Se muestra así la centralidad y el señorío universal de Cristo y la maternidad divina de Nuestra Señora. Por otra parte, el mensaje coromotano manifiesta el designio divino de hermanar a hombres y mujeres procedentes de pueblos diversos, al llamarlos a ser hijos de Dios por medio del sacramento del Bautismo.

NUESTRA MADRE COROMOTO EN LA PANDEMIA

En sus letanías llamamos a la Virgen María consuelo de los afligidos y auxilio de los cristianos. En la Salve, esa bellísima plegaria a María santísima, la llamamos madre de misericordia. Yo la rezo siempre que me encuentro en una situación difícil o dolorosa.

Jesús en la Cruz nos la regaló como madre y nos encomendó a su protección como sus hijos (Cfr. Jn 19, 25-27). Pues bien: En estos tiempos de mortal Covid- 19, de angustia, incertidumbre y dolor, de penuria y soledad, nosotros podemos confiadamente acudir a ella. Recordemos que en Caná María salió en ayuda de los nuevos esposos a quienes se había acabado el vino de la boda (Cfr. Jn 2,11). Y en Guanare se apareció a nuestros indígenas para invitarlos a acoger la fe y la salvación. Pues con mayor razón ella sale ahora en nuestro auxilio.

La pandemia nos plantea la fragilidad de la existencia humana, las limitaciones de nuestro poder, las dificultades para trabajar y convivir, el peligro permanente y continuo de la enfermedad y de la muerte. Ante esa realidad, gracias a Dios tenemos con nosotros a Jesús crucificado y resucitado que venció a la muerte y nos ha abierto las puertas del cielo. Y tenemos a nuestra Virgen María de Coromoto, madre amorosa, para auxiliarnos y consolarnos, y cubrirnos con el manto de su misericordia en este valle de lágrimas.

Acudamos a ella en estos tiempos difíciles, y reafirmemos nuestra viva y reconfortante fe en el amor y la cercanía de Dios a nuestras vidas. ¡Vayamos adelante con esperanza y optimismo! Esta epidemia pasará. ¡Dios y María de Coromoto están con nosotros!

Caracas, 9 de septiembre de 2020

CARDENAL JORGE UROSA SAVINO,

ARZOBISPO EMÉRITO DE CARACAS




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