Al cumplirse un
año de “la trágica muerte” del concejal Albán, el arzobispo emérito de Caracas reclama
nuevamente “una investigación imparcial y que los responsables sean castigados”.
Considera que en Venezuela debe haber “un nuevo gobierno nacional”
Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 10 de octubre de 2019
Hace justo un
año, el martes 8 de octubre de 2018, familiares y amigos del concejal de
Caracas, Fernando Alberto Albán Salazar, quedaban atónitos al conocer su
trágica, inesperada e inexplicable muerte. La versión oficial hablaba de un
presunto suicidio al lanzarse desde el piso 10 del Servicio Bolivariano de
Inteligencia Nacional, Sebin, en Plaza Venezuela, Caracas, donde estaba bajo
custodia y responsabilidad del Estado Venezolano.
Fernando Albán
fue detenido el 5 de octubre por el Sebin, cuando regresaba de visitar a sus
familiares en los Estados Unidos. Se le acusó de estar implicado en el atentado
ocurrido en agosto de ese año, en contra del presidente Nicolás Maduro. Después
de estar desparecido durante 24 horas, el lunes 7 de octubre fue presentado en
tribunales.
El día de su
muerte iba a ser trasladado al tribunal primero que lleva el caso del magnicidio.
Las dudas sobre la versión oficial incluyeron a la iglesia, siendo el cardenal
Jorge Urosa Savino, una de las primeras voces que había exigido libertad y
respeto a los derechos de Fernando Albán, porque su detención se
hizo “fuera de las normas legales”.
Un año después de
aquellos dolorosos hechos, las dudas siguen latentes, y nuevamente, el arzobispo
emérito de Caracas, expresa su dolor y reclama justicia por el malogrado
concejal a quien consideró “un gran amigo” y “un hombre de sólidos principios
cristianos”.
A través de una
entrevista que fue enviada a los medios, el cardenal Urosa consideró oportuno
hacer un repaso sobre la violación de los derechos humanos y abordar otros temas
de la realidad venezolana. A continuación sus expresiones:
- ¿Cardenal Urosa,
cómo evalúa usted la trágica e inesperada muerte del concejal Fernando Albán a
un año de haber ocurrido, estando bajo custodia del Estado?
“Para mí, la
trágica e inexplicable muerte de Fernando Albán fue muy dolorosa porque éramos
amigos. Fernando era un hombre cristiano católico, cercano a la iglesia y que
compartió con nosotros muchas preocupaciones por el bien del país y que tenía
una gran cercanía conmigo, sin que por supuesto, yo participara de su tolda
política, ya que tengo por norma ser imparcial en el aspecto político. Pero a
mí me dolió muchísimo la muerte de Fernando porque era un hombre bondadoso que
trabajó por el pueblo, un luchador social, una persona pacífica, un hombre de
paz que estaba en una línea de oposición al actual gobierno de Venezuela, pero
no de una manera violenta”.
“Su prisión fue
injusta. Cuando fue llevado al Sebin protesté y exigí que fuera liberado.
Lamentablemente, me sorprendió la triste noticia de la muerte violenta de Albán
que estaba bajo la custodia, es decir, bajo la responsabilidad de un organismo
del Estado Venezolano, bajo la responsabilidad del gobierno. Eso debió haberse
investigado y lastimosamente no ha habido ninguna investigación; y en ese
sentido protesto de nuevo, exijo que se haga la investigación y las personas
que sean responsables de la muerte de Albán, cuya causalidad no ha sido bien
determinada, sean castigadas de acuerdo a la ley”.
- ¿Cardenal, su
petición al Estado tiene alcance para los demás presos políticos que
actualmente hay en Venezuela? ¿Podrían correr con la misma suerte de Albán?
“Por supuesto,
mi exigencia de justicia tiene alcance para los presos políticos que
actualmente están en las cárceles del gobierno nacional, y esperamos que
ninguno de ellos corra con la muerte violenta como ocurrió con Fernando Albán.
Se tiene informaciones de que hay varios presos políticos enfermos, que no
están siendo atendidos correctamente. El gobierno también es responsable de la
salud de estas personas que están detenidas injustamente y deben ser atendidas adecuadamente.
Por cierto, entre estos presos políticos enfermos se encuentra el general Miguel
Rodríguez Torres, esperemos que se recupere y no vaya a morir accidentalmente o
por una enfermedad en las cárceles del gobierno nacional”.
- ¿Considera Usted
que la muerte del concejal Albán puede considerarse como un hito en la
violación de los derechos humanos en Venezuela?
“Por supuesto, y
así quedó asentado en el Informe oficial de la Alta Comisionada para los
derechos humanos de la Organización de las Nacionales Unidas, la doctora
Michelle Bachelet. También, este doloroso hecho va en la línea de la muerte
violenta y criminal del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. El informe de
Bachelet deja muy mal parado al gobierno nacional e indica que ha atropellado
gran cantidad de los derechos humanos de los venezolanos como la alimentación,
la salud, la educación y fundamentalmente el derecho a la vida, porque
inclusive, habla de torturas por parte del gobierno nacional. Cosas que uno
escucha permanentemente en Venezuela, el informe de Bachelet lo tiene como una
realidad: el gobierno nacional es culpable de torturas a los presos políticos”.
- ¿Qué opina de la práctica de impedir que los presos
políticos difuntos no sean vistos por última vez por su familiares y hasta los entregan
en urnas clausuradas?
“Es algo
terrible y reprochable. No tengo conocimiento de que en el caso de Fernando
Albán sus familiares en Caracas hayan podido verlo; aunque sí es cierto que su
urna estaba clausurada porque así llegó y permaneció para la misa que presidí
el 10 de octubre del año pasado. Y El caso del capitán Acosta Arévalo, quien
fue torturado salvajemente y sin misericordia, según la autopsia, tenía16
costillas fracturadas. Claro, el gobierno evita que los familiares vean el
resultado de las torturas infligidas a esas personas. Es algo que se le debe reprochar
al gobierno nacional”.
Cardenal Urosa preside Misa Exequial por el Concejal Ferando Albán en Caracas el 10 de Octubre de 2018 - Foto @GuardianCatolic |
- La iglesia venezolana, además del cardenal Urosa, no
se quedó callada ante el caso Albán y hubo varios pronunciamientos a raíz de su
muerte.
“Efectivamente, como
creyentes y pastores cristianos no podíamos quedarnos callados. Además del mío
también hubo pronunciamiento de la comisión de justicia y paz de la Conferencia
Episcopal Venezolana que ha estado muy activa en el tema de los presos
políticos y comunes, del cardenal Porras y de otros obispos que conocieron
personalmente a Fernando Albán. Es que nosotros como Episcopado estamos en una
línea de acción favorable a la defensa de los derechos de la población
venezolana, y por eso hemos denunciado este y otros casos”.
- ¿Cardenal, vista la situación tan precaria para los
derechos humanos
en
Venezuela, se puede hallar una salida que le dé solución a los demás problemas?
“Salida tiene
que haber, y tiene que darse a través de una negociación. Esto, con el fin de resolver
el problema político de la ingobernabilidad del país, de la incapacidad del
gobierno de administrar los recursos de Venezuela, el problema que tenemos de
la inflación desbocada que ha llevado al Dólar a valer más de 20 mil bolívares.
Un ejemplo claro lo tenemos cuando el presidente Maduro decretó la reconversión
monetaria en agosto de 2018, un Dólar valía 60 bolívares soberanos, hoy en día
vale más de 20 mil. Es una cosa espantosa y es lo que, precisamente, está
causando la gran miseria, el dolor y el hambre del pueblo venezolano”.
- ¿Cardenal Urosa, qué le parece las conversaciones y
acuerdos entre el presidente Maduro con un nuevo sector de la oposición en
Venezuela?
“Respeto mucho a
los dirigentes políticos que han suscrito esos acuerdos, pero lamentablemente,
tales acuerdos no van a tener mucha fuerza porque estos dirigentes políticos
que han tenido una gran figuración en el pasado, carecen hoy en día de una
representatividad; por tanto, creo que eso no va a llegar a ningún lado. Por el
contrario, sí considero que el camino es que haya negociaciones con los
factores que realmente representan a la gran mayoría del pueblo venezolano”.
- ¿Quiere decir entonces, que sigue teniendo vigencia
la propuesta del cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones
libres?
“Ese camino que
se planteó hace ya algunos meses, es el único camino posible para que se
resuelva el problema. Esperemos que el gobierno y la oposición representada por
los líderes más importantes, lleguen a negociaciones para resolver la grave
situación que está sufriendo la población de Venezuela. El problema está en que
cada día hay más dolor, cada día hay más hambre, cada día hay más gente muerta,
la desnutrición infantil crece al igual que la mortalidad infantil. En fin, hay
indicadores que son verdaderamente negativos, y que el gobierno no puede con el
país, por tanto, debe haber un nuevo gobierno nacional”.
- Como representante de la Iglesia, ¿cuál es entonces
su llamado a los venezolanos?
“Mi llamado es a que los
venezolanos nos encontremos cada día más unidos a Dios Nuestro Señor; que
vayamos por el camino de Jesucristo que es el camino de los Diez Mandamientos;
que no nos dejemos llevar por la desesperanza y mucho menos por la tentación de
la violencia; y que trabajemos con mucha mayor fuerza para defender nuestros
derechos y los de los demás".
"Si estamos mal, en parte es porque los venezolanos
no hemos sabido defender con fuerza y con efectividad nuestros derechos, y en
este campo, tienen mucha responsabilidad los dirigentes de los partidos
políticos”.
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