Delincuentes profanaron el Santísimo Sacramento en un templo de Caracas



El 20 de septiembre será el acto de desagravio, informó el párroco de Nuestra del Rosario en la urbanización La California de Caracas

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 18 de septiembre de 2019

“Las celebraciones de culto en el templo dedicado a Nuestra Señora del Rosario, en la California, quedaron temporalmente suspendidas por un mandato del administrador apostólico de Caracas, cardenal Baltazar Porras, luego de que ocurriera un abominable hecho sacrílego contra las formas sagradas”. El acto de desagravio será el 20 de septiembre.

La noticia la dio a conocer el párroco Enrique Yánez al portal Aleteia, indicando que “personas inescrupulosas entraron en la casa de Dios y profanaron el Sagrario, y de nuevo el cuerpo de  Jesús  ha sido ultrajado y maltratado”.

“Hoy en día las iglesias, sobre todo en Venezuela, no tienen vasos sagrados de oro, ni de ningún tipo de valor comercial. Modestamente, nuestros templos tienen muy pocas cosas en realidad de valor comercial”, dijo el párroco al periodista Carlos Zapata. “Sin embargo, para nosotros como católicos, en el Sagrario custodiamos el tesoro más grande; porque espiritualmente y para nuestra fe, significa que es Jesús, quien está allí vivo y presente en el Santísimo Sacramento”, agregó.

“Quiero expresar como párroco que más allá del dolor por el acto sacrílego cometido contra el Santísimo y contra la Iglesia, es también muy dolorosa la carencia de valores humanos y espirituales que se está viviendo en Venezuela”, sostuvo.

En su perfil de Facebook, el sacerdote precisó que los hechos ocurrieron el 16 de septiembre de 2019, cuando “personas inescrupulosas entraron en la casa de Dios y profanaron el sagrario y de nuevo el cuerpo de Jesús ha sido ultrajado y maltratado”.

Informó que por mandato del cardenal Baltazar Porras, “quedan suspendidas las celebraciones de culto en el templo parroquial de Ntra. Sra. Del Rosario de La California Norte por tres días y el día viernes (20 de septiembre) a las 5:00pm se ofrecerá una misa en reparación por tan abominable hecho a la que invitamos a todos”. 

“Pidamos perdón al Señor por las almas de estas personas y que este mal no traiga consecuencias negativas en nuestras patria, república del Santísimo Sacramento. Oremos y reparemos”. 

Los comentarios no se dejaron esperar en la red social más numerosa del mundo. Albert Vidal, indicó: “Que Triste ver como las personas van por el mundo dejando que el diablo se apodere de ellos y los controle que Dios tenga piedad de las personas sin escrúpulos que hicieron todo esto Perdona a tu pueblo señor perdónales Señor”.

Por su parte, Iris M Lugo, también publicó su parecer: Dios se apiada de esas almas que me imagino no conocen la magnitud de lo que hicieron. Profanar un templo es muy grave, pero más lo es profanar el Sagrario en donde están las Sagradas Hostias que contienen el Cuerpo y la Sangre de Jesús”.

******** LO QUE DICE ALETEIA*******


Sacrilegio, grave pecado

Carlos Zapata hizo una ampliación sobre esta vil acción, indicando: “De acuerdo con el numeral 2120 del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), el sacrilegio consiste en “profanar o tratar indignamente los sacramentos y las otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios”. 

El sacrilegio es un pecado grave sobre todo cuando es cometido contra la Eucaristía, pues en este sacramento el Cuerpo de Cristo se nos hace presente substancialmente (cf CIC can. 1367. 1376).

Es también considerado un delito en la legislación eclesial, específicamente en el Código de Derecho Canónico, el cual es particularmente claro al respecto: El numeral 1367  de la citada legislación establece que: “Quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleva o retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica; el clérigo puede ser castigado además con otra pena, sin excluir la expulsión del estado clerical.”

Más adelante, el numeral 1376 añade en su advertencia que “quien profana una cosa sagrada, mueble o inmueble, debe ser castigado con una pena justa”.

Desagravio y reparación


Con plegaria del Papa Pío XI clamamos: “¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los ingratos, más que olvido, negligencia y menosprecio! Vednos postrados ante vuestro altar, para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón”.

“…Concedednos que seamos fieles a vuestros mandatos y a vuestro servicio hasta la muerte y otorgadnos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén”.



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