Giovanni
Luisio Mass llegó un día al vertedero de basura solo para darles algo de comer
a los niños, pero vio que peleaban por restos de comida con los animales. Ahora
quiere construirles una “ciudad de la esperanza”
Ago 05, 2019
“Cuando ayudamos a los demás, es la ayuda natural que se genera entre los hombres; cuando se hace mediante uno solo, es política y filantropía, que no es malo. Pero cuando realizamos esa ayuda afianzada en la fe que nace de nuestro Señor y vemos los rostros sufrientes de Jesucristo en los pobres, entonces esa ayuda se convierte en caridad, en amor verdadero”.
Bajo este pensamiento y compromiso de vida Giovanni
Luisio Mass, laico consagrado de la Orden Pobres Caballeros de Cristo,
emprendió hace dos años una invalorable tarea con el fin de rescatar a los
niños que viven entre los desechos que llegan al vertedero que denomina “Ciudad
basura”, en El Tigre, estado Anzoátegui, Venezuela.
Giovanni Luisio Mass
quiere construir en el mismo sitio una “Ciudad de la esperanza” teniendo en san
Oscar Arnulfo Romero el guía espiritual y modelo a seguir, y permitir que estos
niños venezolanos puedan dignificar sus
vidas.
La tarea es
fuerte pero sigue adelante con la bendición del obispo de la diócesis de El
Tigre, monseñor José Manuel Romero Barrios, contó en una conversación sostenida
con Aleteia.
“Mientras
muchos critican a nuestra Iglesia, nadie ve el trabajo que podemos emprender
los hombres y mujeres que estamos decididos a darlo todo por Jesús”,
escribía Luisio.
Niños y zamuros por un trozo de comida
Para Giovanni
Luisio Mass y los voluntarios de su organización no fue fácil ingresar al
vertedero de basura porque hay personas que lo controlan y “hay que dialogar
con ellos para poder trabajar (evangelizar) allí”, dijo en la conversación.
“Al
principio fue difícil ingresar, puesto que no dejan ni entrar a los ‘hermanos
evangélicos’, ya que desconfían en ellos; en cambio, nosotros hemos logrado
entrar y aun así se nos hace difícil”, dijo.
La primera vez
que llegó al vertedero lo hizo con la sola intención de darles de comer a los
más pequeños, pero vio a cientos de niños descalzos y sucios, quizás más de los
que pudo imaginarse, peleando con los perros, las ratas y otras alimañas por restos
de comida entre la basura.
“Cuando las máquinas y los camiones remueven los
desperdicios se forma un revuelo de pájaros llamados zamuros que revolotean sobre
la escena en busca de algo que llevarse al pico y los niños que viven allí
pelean con estas aves para ellos también llevarse algo de comer a la boca y
esto es todo un espectáculo al estilo Dante”.
Describió que entre
las montañas de inmundicia, surgen sombras de hombres y mujeres vestidos con
harapos que escarban entre la basura. “Parecen sacados de esas películas de
terror en donde toda una ciudad se convierte en zombis”, añadió el presidente
de la fundación Ángeles Solidarios, a través de la cual obtiene la ayuda
humanitaria.
“Esto es lo más
bajo de la sociedad. Es la pobreza más absoluta. Aquí no hay nada que decir, es
la verdad de Venezuela, aquí no hay excusas, aquí se quedan mudas las palabras,
los tantos proyectos de evangelización, de las políticas atrasadas. Aquí solo
hay que actuar y evitarnos tantos protocolos para ayudar a los pobres”, expresó
el Hermano Luisio.
Luego de la
primera visita decidió regresar para trabajar por medio de la fundación. El
objetivo es convertir esa ciudad basura en la ciudad san Oscar Arnulfo Romero,
el obispo de los pobres. “Ahora estamos sin dinero, pero con tesón y una fe
inquebrantable en el trabajo comunitario, los Pobres Caballeros y Damas de
Cristo vamos a transformar esta fea realidad”, expresó convencido el creyente
de origen italiano.
Respecto al
proyecto de “Ciudad Esperanzas san Oscar Arnulfo Romero”, indicó que la
intención es recoger a niños abandonados en las calles y a niñas que se
prostituyen en la ciudad de El Tigre debido a la pobreza extrema en que viven. “Muchos
suelen vivir en el vertedero de basura y es común que terminen cayendo en
drogas o delincuencia”; por eso ahora se “intenta ayudarles recordándoles
su dignidad de hijos de Dios”.
Destacó que la
organización, además del trabajo en vertedero, tiene más de dos años acudiendo
al hospital y otros centros y realiza jornadas en el parque “Fray Jesús
Nogueiro”, donde les dan alimentos proteicos a más de 100 niños. “Se les hace
un seguimiento y estamos en el proyecto del comedor para niños en condición de
calle y abandono”, explicó mostrando imágenes de las actividades con religiosos
franciscanos y el obispo diocesano.
Apoyo del Obispo de El Tigre
Monseñor José
Manuel Romero Barrios, titular de la Diócesis de El Tigre, confirmó a Aleteia
que Luisio y su equipo trabajan a través de la fundación Ángeles Solidarios
unidos a los Frailes Menores Franciscanos y colaboran en Caritas diocesana y en
la parroquia Nuestra Señora de Coromoto y San Antonio.
“Efectivamente
están muy vinculados a nuestra diócesis trabajando con amor y entrega entre los
sectores más necesitados llevándoles comida ayuda médica y alimenticia a los
niños en situación de calle, o los que acuden al vertedero de basura para
evitar que éstos caigan en los brazos de la desnutrición y la delincuencia”,
aseguró el prelado.
Luisio indicó
que hasta ahora han preferido colaboraciones en especies como comidas,
vestidos, zapatos, bloques y medicinas; por eso, los benefactores que deseen
enviar donativos pueden comunicarse con ellos a través de los números
0412-0850516 (Giovanni Luisio Mass); 0414-7974575 (Sapphire García); y
0426-2027242 (Andreamaria Luisio).
“Su trabajo es
por los más pobres y merecen apoyo”, concluyó el obispo de El Tigre.
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2 Comentarios
Gracias por apoyar esta obra que es solo para la Gloria de El Señor.
ResponderEliminarAgradecido a Usted por su comentario.
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