El Río Guaire, un torrente de aguas servidas que atraviesa a Caracas, se ha convertido en el lugar al que acuden cientos de venezolanos desesperados ante la falta de agua potable
Ramón Antonio Pérez | Mar 12, 2019
Venezuela parece no salir de una calamidad para entrar en otra. Tras el apagón del 7 de marzo que sumergió en la peor oscuridad de su historia al país suramericano, algunos “daños colaterales” comienzan a percibirse en toda su magnitud. No solo fueron hospitales y clínicas privadas, sistemas de transporte masivo, telefonía, internet, medios de comunicación y millones de hogares que se quedaron sin el servicio eléctrico; también fueron anulados los servicios de bombeo de agua potable en las deterioradas plantas de tratamiento, sumando nuevas calamidades a la crisis humanitaria.
El presagio de algunos que ven en la falta de agua la probable tercera guerra mundial, parece una realidad no muy lejana en Venezuela. Aunque el país no está formalmente en una guerra convencional, la carencia del agua potable parece que cobrará víctimas como lo han hecho la desnutrición, los deficientes servicios médicos y la delincuencia, de mantenerse el apagón eléctrico. Cada vez son más frecuentes las filas de ciudadanos en cualquier chorro o torrente en procura de llevar un poco de agua a sus hogares.
En Caracas, los ciudadanos se ven obligados a recoger el vital líquido en el Río Guaire, un colector de aguas residuales que traviesa la ciudad a lo largo de 72 kilómetros. Una cloaca putrefacta donde confluyen quebradas y cañerías de aguas sucias y desechos industriales. Últimamente estuvo de moda porque algunos caraqueños fueron capaces de sumergirse en sus podridos líquidos buscando cualquier trizo de metal precioso.
Ahora, algunas personas o tal vez las mismas, detectaron que al embaulado y sucio afluente también llegan corrientes de aguas blancas; y aunque no tienen garantía alguna y pudieran generar riesgos en la salud de quienes la consuman, son de momento, la solución a la sequía que padecen luego de varios días de oscuridad y tragedia.
Fotos: Dalila Itriago |
Agua clara pero no potable
“En la comunidad de San Agustín del Sur llevaban cinco días sin nada de agua y con servicio de luz intermitente”, escribió este lunes 12 de marzo en Instagram, Dalila Itriago. Narró que en esta comunidad “decenas de sus habitantes” “salieron a llenar sus tobitos de agua en una de las afluentes del contaminado y hediondo Río Guaire”.
“Niñitos, mujeres y hasta personas de la tercera edad, se arremolinaban alrededor del chorro que si bien daba agua clara no era potable. Lucían desesperados y, sin embargo, entre ellos había cierta armonía que les permitía llenar sus envases y ayudarse mutuamente”, escribió la periodista, precisando que este llenado de agua queda ubicado frente al edificio de la Policía Científica (CICPC), en la autopista Francisco Fajardo.
Dijo que la Policía Nacional Bolivariana “estuvo allí en silencio”, como resguardando el orden entre estos sedientos caraqueños. “Pero luego llegó la Guardia Nacional Bolivariana y sí les pidió a los vecinos que desalojaran el área pues estaban interrumpiendo la circulación de una de las principales vías de Caracas”.
Los militares habrían llegado armados y dispuestos a reprimir, por tanto, “era difícil decirles que no”. La comunidad se fue más allá, debajo del puente que llaman “La Hierbera”, pero no se quedó tranquila. “Gritaban y reclamaban el servicio”, escribió Dalila. Al mismo tiempo que los ciudadanos se retiraban del lugar, además de recordar a la progenitora de Nicolás Maduro, expresaron el deseo de satisfacer esta nueva exigencia de los venezolanos.
La burla del régimen socialista
Fotos: Dalila Itriago |
Con Hugo Chávez en el poder, en 2005, el ministerio de ambiente comenzó un Proyecto de saneamiento del Río Guaire.
Incluso, Chávez dijo que invitaría a ministros y presidentes a bañarse en sus aguas. Entonces era la responsable de esta cartera Jacqueline Farías, quien aseguró que el Guaire podría tardar hasta 15 años en su proceso de limpieza, pero el “proceso revolucionario lo entregaría saneado en 2014”.
LA OTRA FARÍAS. Este lunes 12 de marzo, la actual alcaldesa de Caracas, Erika Farías, durante una entrevista con Radio Nacional de Venezuela, indicó que hasta tanto no se restituya el sistema eléctrico nacional, no se podrá surtir el líquido. Una vez que se estabilice la electricidad, transcurrirán 8 o 10 horas para que el agua llegue al valle de Caracas. “En algunos lugares puede durar más de 24 horas y algunos días”, aseguró.
Como era de esperarse, la alcaldesa allegada a Nicolás Maduro, desmintió que caraqueños hayan ido a buscar agua en el río Guaire. Comentó que posiblemente eran “militantes” del presidente de la Asamblea Nacional y quien se juramentó como presidente encargado, Juan Guaidó, quien los envió allí. Entretanto, el apagón continúa intermitente y en algunos estados supera las cien horas. La sed llegó a buscar su puesto.
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