El Papa Francisco pidió a los jóvenes que
no se detengan en la “superficie de las cosas” y que desconfíen del “maquillaje del alma para aparentar”, durante la clausura, este domingo 31
de julio de 2016, de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con una misa
en el Campus de la Misericordia de Cracovia.
Delante de unos dos millones de
jóvenes, el Papa Francisco anunció que la ciudad donde se celebrarán la próxima
edición es Panamá.
Mientras tanto, instó a todos los
jóvenes del mundo: “Instalen bien la conexión más estable, la de un corazón que
ve y transmite el bien sin cansarse”, “porque son muchos los que la esperan”.
El Pontífice envió a los jóvenes de
la JMJ 2016 como testigos de la Divina Misericordia por el mundo. Tras celebrar
la misa y antes de rezar el Ángelus, Francisco anunció que Panamá albergará la
próxima JMJ 2019.
“La Providencia de Dios —añadió
Bergoglio— siempre nos precede. ¡Pensad que ya ha decidido cuál será la próxima
etapa de esta gran peregrinación iniciada por san Juan Pablo II en 1985!. Y por
eso, les anuncio con alegría que la próxima Jornada Mundial de la Juventud
(después de las dos de ámbito diocesano) ¡será en 2019 en Panamá!”.
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En su homilía, el Pontífice invitó a
los jóvenes a saltar 3 obstáculos para encontrarse con Jesús, como
hizo Zaqueo, el odiado recaudador de impuestos, en Jericó que aparece en el
Evangelio de Lucas.
- Obstáculo: No
sentirnos a la altura
El primer obstáculo, señaló, es “el
peligro de quedarnos lejos de Jesús porque no nos sentimos a la altura,
porque tenemos una baja consideración de nosotros mismos”.
“No aceptarse, vivir infelices y
pensar en negativo significa no reconocer nuestra identidad más auténtica”,
dijo y aseguró que la felicidad no depende del vestido puesto o del
celular nuevo.
Instó a vivir la vida con alegría
sin importar los propios defectos, que se pueden corregir. “Pero complacerse
en la tristeza no es digno de nuestra estatura espiritual. Es más, es un virus
que infecta y paraliza todo”, dijo.
- Obstáculo: Vergüenza
paralizante
“No os dejéis anestesiar el alma,
sino aspirad a la meta del amor hermoso, que exige también renuncia, y un «no» fuerte
al doping del éxito a cualquier precio y a la droga de pensar sólo en sí mismo
y en la propia comodidad”, pidió.
- Obstáculo: La multitud
que murmura (qué dirán los demás)
El Pontífice señaló como tercer
obstáculo el que Zaqueo tuvo que enfrentar, ya no en su interior sino a su
alrededor. Es la multitud que murmura, que primero lo bloqueó y luego lo
criticó.
El Papa Francisco les pidió pensar
en las palabras de estos días, lema de la JMJ de Cracovia: “Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7).
“Puede que os juzguen como unos
soñadores, porque creéis en una nueva humanidad, que no acepta el odio entre
los pueblos, ni ve las fronteras de los países como una barrera y custodia las
propias tradiciones sin egoísmo y resentimiento”, dijo para animarlos a seguir
adelante como “única familia humana”.
Dos centros inaugurados como signo
de la misericordia
Antes de la misa, el Papa bendijo
las dos casas que se encuentran en esta explanada y que han sido construidas
para la ocasión por Caritas y destinados a cuidar a ancianos (Campus
Misericordiae) y pobres (“El pan de la Misericordia”).
La enorme explanada fue refugio para
los miles de jóvenes que pasaron la noche allí a la espera de la misa de
clausura.
Esta tarde, antes de viajar a Roma
saludará a los voluntarios de la JMJ en el estadio Tauron Arena.
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