Durante
la solemnidad de San Charbel, los católicos maronitas reafirmaron su unidad en
torno al Papa Francisco, y pidieron por la paz de Venezuela y el mundo
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 18 JULIO de 2016
“Agradezco
a la Comunidad Maronita por su fidelidad histórica al Papa Francisco y a la
Santa Sede Apostólica y por la especial amistad que siempre demuestra a nuestra
Nunciatura. Esta celebración es también una ocasión preciosa para recibir la
gracia del Jubileo del Año Santo de la Misericordia”.
De
esta manera se expresó monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico de Su Santidad
en Venezuela, durante una misa que presidió en el templo de la orden libanesa maronita
en el sector Quebrada Honda de Caracas, el domingo 17 de julio en horas del mediodía,
con motivo de la solemnidad de San Charbel, patrono del Líbano.
El
nuncio fue recibido por el anfitrión, monseñor Abad Agustín Saab, superior de
la misión Maronita en Venezuela, en la que celebró el oficio religioso junto al
arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino y otros sacerdotes.
También
estuvieron presentes monseñor Georges Kahhale Zouhairati, exarca apostólico de
los Griegos Melkitas en Venezuela y el superior de la Iglesia Apostólica de
Armenia, padre Sdepanos Pashayan.
Igualmente asistieron el embajador de la
República Libanesa en Venezuela, Elías Lebbos; y el concejal Fernando Albán, del
Municipio Bolivariano Libertador de Caracas, quien entregó el Premio Buen
Samaritano a monseñor Abad.
Entretanto,
la Coral de Betania, dirigida por María Auxiliadora Bianchini, fue la encargada
de animar la ceremonia, recibiendo sus integrantes un importante reconocimiento
de la orden maronita, así como los elogios de los asistentes.
Durante
su homilía, monseñor Giordano, primeramente comunicó la cercanía, agradecimiento
y la bendición del Papa Francisco. “Sientan el amor paternal del Papa, pastor
Universal de la Iglesia”, dijo. “El Papa quiere a Venezuela, quiere a su pueblo.
Vivamos
esta celebración en comunión con el Papa”, pidió a la feligresía asistente.
El
nuncio se mostró solidario con las tragedias “que viven nuestros queridos
hermanos de Medio Oriente y que golpean a la humanidad entera”; asimismo, repudió
el “absurdo
atentado que se ha consumado en Niza, en Francia, el jueves pasado”.
Expresó
que ello demuestra como dice el Papa Francisco, “que la humanidad tiene
necesidad de un río de misericordia que se difunda en cada ángulo de la tierra y venza el terrible río del mal y del pecado, que está creando nuestros dolores
y lágrimas”.
San Charbel: oración, penitencia
y trabajo
En
relación con San Charbel, indicó había descubierto la única cosa necesaria de
la vida y decidió abandonar todo para vivir por esta única cosa necesaria: para
vivir por Dios y a la luz de su Palabra.
“Sabemos que vivió como un religioso
de la Orden Maronita (de san Marón) en el convento de Annaya durante 16 años y
los últimos 23 como ermitaño en una ermita cercana”, recordó en su mensaje.
“Fue
un hombre dado continuamente a la oración ante el Santísimo Sacramento”,
expresó. “Vivía intensamente la misa de cada día y llevaba una vida de continua
penitencia, trabajando en los campos del convento en silencia para ganarse el
pan. Su vida fue: oración, penitencia y trabajo”.
Expuso
que al fallecer San Charbel, “miles y miles de devotos llegan a visitar su
tumba, donde Dios sigue haciendo milagros. San Charbel nos espera en el cielo y
su vida nos estimula a buscar siempre la única cosa necesaria”.
Unidos en torno a Jesucristo y al
Papa
Por
su parte, el cardenal Urosa, mostró su satisfacción “por participar en esta
misa de acción de gracias”, y reconoció “que a través de los siglos esta
comunidad católica, libanesa y maronita, ha mantenido la fe y ha sido fiel a
Jesucristo Nuestro Señor”.
Invitó
a que “siguiendo el ejemplo de San Charbel, todos nosotros vivamos con el corazón
siempre puesto en Dios”, y “evoquemos siempre las cosas de arriba como lo hizo
María a los pies de Cristo (…) que nosotros lo busquemos y que los sigamos
siempre porque ese es el camino de la felicidad”.
Consideró
importante “seguir fortaleciendo la unidad de los católicos maronitas en
Caracas y en Venezuela en torno a Jesucristo y al Papa Francisco”.
Monseñor Abad: “La unidad ahora
más que nunca”
Monseñor
Abad Agustín Saab agradeció la presencia de sus hermanos cristianos pertenecientes
a las demás iglesias históricas en la celebración de San Charbel.
“Asistir
a esta celebración del gran ermitaño libanés es un signo privilegiado de la
unidad de los cristianos del Medio Oriente, ahora más que nunca, cuando sufren
la persecución y el martirio por causas de la fe”, dijo en su salutación de
bienvenida.
“Gracias
por el gran honor que nos dispensan al venir a acompañarnos a celebrar la
sagrada eucaristía en esta comunidad maronita”, expresó ante sus
invitados.
Finalmente
resaltó que esta comunidad “es heredera de una milenaria historia
cristiana, donde destaca un profundo sentimiento de unión y veneración a la
sede de Pedro, el pescador, el príncipe de los apóstoles”.
Al culminar la celebración, la Orden Libanesa Maronita, hizo entrega de reconocimientos a distintas personalidades, incluidos el Cardenal Urosa, el Nuncio Aldo Giordano, el embajador Lebbos, el concejal Albán y la Coral Betania, entre otros sacerdotes y laicos allegados a esta iglesia. Cerró la jornada con un agasajo para todos los asistentes, en el salón del monasterio. @GuardianCatolic
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