MUD 112 diputados, PSUV 55 ¡Se acabó el bochinche revolucionario!



Les guste o no a Maduro, Cabello y sus allegados, tienen que respetar a la mayoría que optó por una asamblea de pensamiento distinto al comunismo

El pueblo venezolano está muy alegre por la decisión tomada en las elecciones del 6 de diciembre. No parece lo mismo en el seno del gobierno que dirige Nicolás Maduro desde donde se han emitido opiniones de desprecio hacia los electores y su decisión de entregarle  a la Mesa de la Unidad Democrática 112 diputados contra 55 del PSUV, una mayoría parlamentaria sin precedentes en Venezuela.

La población espera que estos resultados del 6D, no sólo sean respetados por el CNE y el Plan República como en efecto hizo, dando de manera correcta los números y protegiendo el proceso eleccionario, sino también que en la práctica el gobierno de Maduro deje a un lado la verborrea de confrontación que todavía mantiene en estas primeras horas, ya que parece no entender lo que ocurrió.

Es una decisión mayoritaria del pueblo soberano fundamentada en la Constitución que la que tanto se ufanan desde el socialismo, incluso mostrando el texto constitucional a cada rato.

Les guste o no a Maduro, Cabello y su combo, tienen que respetar a la mayoría que optó por una asamblea no comunista, y no convertirse en una obstrucción para el trabajo de la Asamblea Nacional.

Las tareas a cumplir son muy claras, especialmente aquellas vinculadas a su condición Contralora del Ejecutivo. El nuevo parlamento está en la obligación de realizar un arqueo de caja para saber cómo están las finanzas y los bienes del país. Cuál es la condición de sus empresas de bienes y servicios, sus reservas nacionales, la deuda interna y externa, y los diferentes convenios que Venezuela mantiene con varios países.

El ejecutivo debe comprender que se acabó el bochinche, la viajadera y la gastadera de dinero sin sentido para el país. La AN está comprometida a  emitir Leyes entre las que una Ley de Amnistía o de Pacificación del País, es prioritaria. Debe impulsar una ley de desarme de los grupos políticos violentos que el chavismo ha impulsado y financiado para que la paz, la concordia y la tolerancia vayan tomando los espacios que las desaparecidas mayorías socialistas no quisieron conquistar. Asuman su derrota.


Ramón Antonio Pérez  @GuardianCatolic


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