He
visto varias imágenes que muestran cronológicamente cómo los funcionarios de la
Guardia Nacional Bolivariana impiden a la esposa del Alcalde Metropolitano de
Caracas Antonio Ledezma, Mitzy Capriles, el acceso al Palacio de Justicia para
la audiencia de presentación.
Reflexionando
en torno a ellas, paso a considerar varios asuntos. El primero que el amor de esta valerosa mujer por su
esposo, injustamente preso, ha de marcar la diferencia en medio de una sociedad
temerosa y "ocupada".
Mitzy
siempre ha acompañado en sus actividades políticas, y en este trance plagado de
injusticias por el que atraviesa al guariqueño Antonio Ledezma. Este mal momento no ha sido ni será
la excepción.
Sin
embargo, quiero detenerme a pensar en las fotos y echar a volar algunas
cosas que como ser humano de pensamiento libre, creo estar en el derecho de
verter al viento o colocar en estos espacios digitales.
Los "pobres" GNBs de las fotos no tienen moral para darle la cara a Mitzy de Ledezma, que
reclama por la libertad de su esposo y busca saber dónde lo tienen. Esconder la
mirada verificando los datos de un documento que realmente "nunca"
leen, porque la "Orden a cumplir" es otra y ya está dictada por Fidel
Castro en boca de Nicolás Maduro.
“¡Por
aquí no pasa nadie!”
El militar es un "profesional
obediente" que le sirve ciegamente a un régimen despótico y al tirano de
turno. Si se rebelara al sistema impuesto pudiera generar algo peor porque su "mando" es autoritario. Tal vez la pobreza material y la falta de opciones más dignas, o la carencia de orientación adecuada en el hogar, llevan a asumir un "trabajo" que
los vuelve poco menos que en seres sin personalidad. Lo que pudieran hacer dignamente, no lo hacen.
La
única diferencia de la Fuerza Militar o Policial con la delincuencia es
que ésta es "oficial" y aquella no. Las Fuerzas "oficiales" nacieron para "defender", "garantizar la paz" y “controlar”
a la sociedad pero con el tiempo se degradaron. Se convirtieron en enfermedades
de la misma sociedad porque ésta aprendió a fundamentar la paz o la guerra en tales escorias armadas.
Lejos
están estos imberbes pretorianos de aquellos luchadores valientes que dieron su
vida por Venezuela en los campos de batalla. Me pregunto si a la distancia de la feroz Guerra de Independencia, el esfuerzo emprendido por Simón Bolívar, José Antonio Páez, Antonio José de Sucre y otros, también merece al menos una reflexión
acerca de si esa Libertad de Venezuela de la Corona Española, realmente valió la
pena.
¿Acaso
ahora Venezuela no es dependiente de las decisiones de la "Corona
Comunista" y de las líneas políticas que se reciben desde Cuba? ¿No dijo acaso,
Nicolás Maduro que estuvo en Cuba, sin permiso de la Asamblea Nacional y
hablando con los Castro, así, sin más? Éstos que antes de llegar al Poder se ufanaron de luchar contra el "Imperio Yanki" sucesor del Español, ¿acaso no le han dado rienda suelta al Imperio de Fidel Castro en Venezuela?
¿En que estamos, compatriotas? Sencillamente, en la arremetida de un gobierno tirano no solo contra
dirigentes de la oposición, sino contra la población en general. El gobierno manipula a la Fuerza Militar para "organizar" las colas en la compra de la escasa comida; pero también las utiliza para secuestrar, desaparecer, torturar, atemorizar, y en última instancia asesinar a los venezolanos. ¿Es o no, una actuación que se empareja con la delincuencia?
Quiero ver amanecer un día que en nuestro país no exista esa
"Fuerza Uniformada" que reprime al pueblo y encima defiende a la
tiranía jactándose de patriotas o intentando hacer creer que defienden “la
soberanía”.
¿Qué soberanía, un carajo?...
Son poco más de 200 años de vida republicana
sometidos al control de los "gendarmes de turno" que bien lejos están de llamarse
patriotas, que se enriquecen de manera ilícita y están señalados de ser parte del indignante y lucrativo narcotráfico, aunque se esconden en la vida parasitaria de la sanguijuela que desangra la ubre y los bienes del Estado.
Pero están ahí: armados, con grados de generales mayores, coroneles, otra vez mayores, capitanes, tenientes, sargentos y cabos. Los oficiales gordos, ricos y opulentos; y la tropa sometida, "obediente" y lacaya. Pero ambos grupos creyendo que por tener "Don de Mando" y un arma de guerra para amedrentar al pueblo, tienen a Dios agarrado por la barba, cuando la verdad es que apoyan una tiranía que viola la vida y la libertad de los venezolanos.
Retornado a Mitzy Capriles de Ledezma, cuidado y si su arrojo, no es la chispa que despertará la conciencia dormida de la gran mayoría y permitirá retornar no sólo al líder político que es su esposo Antonio, sino a todos los venezolanos hacia la anhelada libertad, incluidos los mismos militares. RAP.
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