Fue la primera vez que un Papa visitó el estadio Olímpico
de Roma para encontrarse con la Renovación Carismática Católica (RCC), que
realizó su 37ª asamblea nacional, con más 50 mil asistentes entre italianos y delegaciones
de 55 países. La presencia de Francisco fue el momento más importante del congreso
realizado del 1 al 2 de junio bajo el lema: ¡Convertíos!
¡Creed! ¡Recibid el Espíritu Santo! El Santo Padre invitó a los
carismáticos a la Plaza de San Pedro, para festejar en 2017, el aniversario del
nacimiento de esta “corriente de gracia”.
Ramón Antonio Pérez
Agencias - @GuardianCatolic
Roma,
2 junio de 2014.- Más de
cincuenta mil personas pertenecientes a la Renovación Carismática Católica (RCC)
de Italia, junto a delegaciones procedentes de 55 países, aplaudieron la tarde del
domingo 1 de junio la entrada del Papa Francisco al Estadio Olímpico de Roma, quien
luego se unió a la feligresía levantando los brazos para cantar: “Vive Jesús, el Señor”, un himno, como
dijo el Obispo de Roma, le gustaba mucho escuchar cuando celebraba en la Catedral
de Buenos Aires la santa misa con los miembros de esta “corriente de gracia”.
El encuentro fue convocado por el
presidente del Rinnovamento nello Spirito Santo – RnS - de Italia, Salvatore
Martínez, quien junto al asistente nacional Guido Pietrogrande, y los
presidentes de la RCC mundial, a saber: ICCRS (International Catholic
Charismatic Renewal) y CFCCCF (Catholic Fraternity of Charismatic Covenant
Communities and Fellowships), Michelle Moran y Gilberto Gomes Barbosa,
respectivamente, le dieron la bienvenida al Papa a su llegada al coso
deportivo.
Martínez en sus palabras de bienvenida al
Santo Padre, expresó: “El año pasado cuando le anuncié que íbamos al Estadio
Olímpico, usted me dijo ‘yo voy’ y ha cumplido su palabra”.
Recordó además que
este movimiento nació con Pablo VI. “Crecimos con Juan Pablo II y ahora nos
encontramos con usted aquí”. En tono de cordialidad sostuvo que en el estadio
“no está ni el equipo Roma, ni el Lazio, ni el San Lorenzo, pero tenemos un
entrenador que es el Espíritu Santo”.
Martínez pidió al Papa que “Rece por nosotros e invocamos al Espíritu
Santo”. Luego, comenzó un momento profunda oración, al que siguió la lectura de
los Hechos de los Apóstoles, sobre Pentecostés y los dones del Espíritu Santo.
Finalmente, dijo: “Jesús en nuestra vida ha vencido, en tantos enfermos que con
dignidad no se dejan robar la alegría, cuando usamos nuestras lenguas no para
criticar sino para adorar al Señor”.
¿Qué
espera la Iglesia de la Renovación Carismática?
Francisco respondió algunas preguntas de
los sacerdotes, jóvenes, familias, enfermos y ancianos presentes, pidiendo a
los primeros cercanía a Cristo y a sus fieles, a los segundos, que no dejasen
su juventud en una caja fuerte y apostaran por las cosas grandes.
Recordó que
las familias son una iglesia doméstica, que los enfermos imitan a Jesús en los
momentos difíciles de su vida y que los ancianos son la sabiduría y la memoria
de la Iglesia. Por último pidió a Dios que concediera a todos “la santa
embriaguez, la del Espíritu, que hace hablar todas las lenguas... de la caridad
y acerca a los hermanos y hermanas que más nos necesitan”.
El Santo Padre pidió “no luchar entre
nosotros para tener una parcela más de poder... amar más a la Iglesia que a
nuestro partido... tener el corazón abierto al Espíritu Santo”. Luego, en torno
a la RCC, explicó que “es una gran fuerza al servicio del anuncio del Evangelio
en la alegría del Espíritu Santo”. Les exhortó a que llevasen la Palabra de
Dios. “En los primeros tiempos se decía que llevabais siempre con vosotros una
Biblia, el Nuevo Testamento... Volved siempre a este primer amor, llevad
siempre en el bolsillo la Palabra Dios”, dijo en medio de aplausos.
También les motivó a no perder nunca la
libertad que ofrece el Espíritu Santo, advirtiendo que el peligro para la
Renovación era el de la organización excesiva.
“Si, os hace falta organización pero no
perdáis la gracia de dejar a Dios que sea Dios”. También recordó que otro
riesgo era el de volverse “revisores” de la gracia de Dios, administradores de
la gracia decidiendo quien podía recibir la oración de efusión o el bautismo en
el Espíritu. “Si alguno hace esto, os pido por favor que no lo haga más: sois
dispensadores y no revisores de la gracia de Dios”, subrayó el Sumo Pontífice.
En sus palabras se pudieron evidenciar las aspiraciones
que la Iglesia tiene de este fuerte movimiento. “El fundamento de la renovación
es amar a Dios”, dijo el Papa. Y resaltó aspectos como la “evangelización,
ecumenismo espiritual, atención a los pobres y necesitados y acogida de los
marginados”·, para explicarle a los miembros de la RCC qué esperaba de ellos, tal
y como se lo habían pedido.
“En primer lugar -dijo- la conversión al
amor de Jesús que cambia la vida y hace del cristiano un testigo del amor de
Dios. Espero que compartáis con todos, en la Iglesia, la gracia del bautismo en
el Espíritu Santo. Espero de vosotros una evangelización con la Palabra de Dios
que anuncia que Jesús está vivo y ama a todos los seres humanos. Que deis
testimonio de ecumenismo espiritual con todos los hermanos y hermanas de otras
Iglesias y comunidades cristianas que creen en Jesús como Señor y Salvador. Que
permanezcáis unidos en el amor que el Señor Jesús nos pide para todos los
hombres y en la oración al Espíritu Santo para llegar a esta unidad, necesaria
para la evangelización en nombre de Jesús. Acercaos a los pobres, a los
necesitados para tocar en su carne la carne herida de Jesús. Buscad la unidad
en la Renovación porque la unidad viene del Espíritu Santo y nace de la unidad
de la Trinidad. La división ¿de dónde viene? ¡Del demonio! Huid de las luchas
internas, por favor”.
Posteriormente Francisco les invitó a “salir
a los caminos a evangelizar, anunciando el Evangelio. Acordaos de que la
Iglesia nació en salida, aquella mañana de Pentecostés. Dejaos guiar por el
Espíritu Santo, con aquella libertad. Y, por favor, no enjauléis al Espíritu
Santo. ¡Con libertad!”.
“El
demonio intenta destruir la familia”
La actividad transmitida a todo el mundo
por el Centro Televisivo del Vaticano, permitiendo contemplar no sólo la
participación en directo del Sumo Pontífice sino también el testimonio de
muchos de los participantes.
En presencia de Francisco hablaron de su
acercamiento a Jesucristo jóvenes, personas de mediana edad, sacerdotes,
estudiantes, madres de familia y enfermos,
entre otros.
Después, el Papa les dirigió unas breves
palabras, e igual hizo con los jóvenes, a quienes invitó a ser generosos: “No
guarden la juventud solamente para ustedes, como en una caja fuerte, sería
triste”, dijo.
“Gracias, me sentí como en casa”
La página web de la RnS en Italia describe
que el Papa Francisco se sintió como en
casa. “Gracias, me sentí como en casa”, fue el titular con que abrió la reseña
acerca del encuentro papal con los carismáticos, la periodista Elsa De Simone.
“El Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, estaba
allí en el centro de la escenario con los ojos cerrados, totalmente inmerso en la
canción convertida en oración, con las manos cómodamente extendidas hacia el
cielo, como pidiendo bendición”, dice.
El Papa se emocionó al ver al público que
le esperaba muy alegre. “En esos noventa minutos no hay ningún lugar para el
descanso entre la primera y la segunda vez, porque era grande la alegría y el
deseo de toda la Renovación por escuchar a Pedro”.
Antes de salir, el Santo Padre invitó a
toda la Renovación a la Plaza de San Pedro para celebrar, en 2017, el
aniversario del nacimiento del movimiento: “el Papa les hace una invitación a
todos en el espíritu del ecumenismo”. Entonces, los aplausos del público fueron
nuevamente para Francisco que, antes de abandonar el escenario, caminaba por el
campo como un capitán de equipo que le dedicó la victoria a su público.
Padre Raniero Cantalamesa, fue uno de los predicadores del encuentro. |
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