La Iglesia Católica puede jugar
importante papel de mediadora en la crisis de Venezuela. A través de los
sacerdotes, obispos y laicos, sigue llamando a la calma y a la no violencia;
pero los jóvenes manifiestan cada vez con más fuerza contra el gobierno, cuyas
excesivas respuestas han generado más de 10 personas fallecidas, centenares de
heridos y detenidos. Mientras tanto, en los supermercados y otros expendios, la
comida y medicamentos escasean.
Ramón
Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Publicado en Reporte
Católico Laico
Caracas, 24 de febrero de 2014.- La
mediación de la Iglesia católica es una de las salidas que se visualizan para
solventar la crisis política, social y económica que vive Venezuela, y cuya
realidad supera a la fecha una decena de fallecidos, centenares de heridos y
detenidos como consecuencia de las manifestaciones públicas que desde el 12 de
febrero pasado, se están dando en rechazo a las políticas implementadas por el
gobierno de Nicolás Maduro.
Pero
la realidad venezolana también está infestada por la paralización industrial y
comercial en varias regiones; por la inocultable escasez de alimentos y
medicamentos; la galopante inseguridad ciudadana que no toma receso pese a los
planes implementados; por la propia inestabilidad del gobierno con rumores cada
vez más fuertes acerca de la división entre sus líderes; las amenazas contra
dirigentes y personalidades de la oposición; y además, la detención del
dirigente político Leopoldo López con acusaciones insostenibles por la Fiscalía,
entre otros aspectos.
¿Qué se necesita para que la Iglesia
sea mediadoras en este conflicto?
Al centro el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Monseñor Diego Padrón Sánchez en distintas ocasiones ha manifestado la disposición de la Iglesia católica para fomentar el diálogo. |
En
esta etapa del conflicto, en la que no se ha llegado a una guerra interna, lo
ideal es que la solución provenga de los mismos venezolanos y no de instancias
internacionales. La experiencia luego de 15 años de intolerancia, indica que
tales instancias en muchas ocasiones han volteado la mirada para otra parte.
Solo
los venezolanos garantizarían la paz y resolverían las diferencias, y una de
las institucionales nacionales creíbles para esto es la Iglesia católica.
Para
que la Iglesia sea la mediadora en este conflicto tendría que provenir del
deseo de las partes en conflicto, en este caso del Gobierno y la Oposición como
primeras instancias de decisión. Luego, es importante que se incluyan a
factores como los estudiantes universitarios, empresarios y gremios. Una agenda
común, elaborada por las partes, que encamine el proceso de paz y reencuentro de
los venezolanos, sería la vía.
LA PALABRA DE LA IGLESIA
En fecha reciente el Cardenal Jorge Urosa Savino, exhortó al presidente
Nicolás Maduro a reconocer los graves problemas del país, vista la ola de
protestas que ha dejado tras de sí muertos y heridos. Uno de los aspectos que solicitó
fue: “desarmar a los colectivos, porque son personas civiles sin la capacidad
constitucional y legal de portar armas”.
Los
medios informativos nacionales e internacionales recogieron las expresiones del
Arzobispo de Caracas en las que valoró la disposición al diálogo por parte del
gobierno y la oposición. “El gobierno se ha mostrado dispuesto al diálogo con
la oposición”, dijo.
“El
diálogo sería un gran paso, pero por otra parte es necesario que se reconozca
que hay muchos problemas graves en el país y que deben ser resueltos, la
solución la tiene en sus manos el gobierno nacional”, dijo el Cardenal. “La
responsabilidad mayor es de quienes tienen más poder, de tal manera que está en
el gobierno, que es quien tiene que dar los pasos”, afirmó el Cardenal Jorge
Urosa Savino.
UROSA: “Hace falta calma y cordura de los dos
sectores, Gobierno y oposición”
El
16 de febrero, poco después de que se produjeran los primeros sucesos de
violencia, el Cardenal Urosa, hizo un llamado los líderes políticos del
gobierno y la oposición, a unirse en serenidad para luchar contra la violencia
en las ciudades. Y, refiriéndose a los
hechos ocurridos en Caracas el 12 de febrero, que dejó un saldo de 3 personas
fallecidas, exhortó a la Fiscalía averiguar “a fondo” lo que ocurrió.
El
Arzobispo de Caracas cree que hay que atender las solicitudes de los ciudadanos.
“Hay que atender los justos reclamos que hacen estos jóvenes, escuchar,
implementar mesas de diálogo con los sectores que protestan no solo los
estudiantes, para que las acciones de contención no sean las únicas que se
tomen en cuenta”, dijo.
“Nosotros
deploramos la muerte de esas tres personas, me duelen, porque son de mi iglesia
de Caracas, que murieron en medio de esta confusión”. “Hay que averiguar a
fondo lo que está pasando y eso ha sido
reconocido por funcionarios del Gobierno, la manifestación del 12 culminó sin
violencia, fueron grupos que llegaron después para hacer esos destrozos y
funcionarios que vi en un vídeo disparando”.
De
igual manera, el Cardenal Urosa ha citado una reciente declaración de la
Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en la que los obispos exhortan al
gobierno a afrontar las “justas reclamaciones y exigencias” de los estudiantes que
protestan. Recordó que el derecho a manifestar está consagrado en la
Constitución subrayando que “las manifestaciones deben ser pacíficas pero
cuando haya que custodiarla y contenerla tiene que hacerse sin excesos”.
Fiel
a su vocación y naturaleza de paz, la Iglesia católica a través de los
sacerdotes, obispos y movimientos de laicos organizados, sigue llamando a la
calma y a la no violencia, pero el aumento de los jóvenes en las calles parece
ser una invitación a manifestar con más fuerza contra el gobierno y sus hasta
ahora fuerzas represivas: Guardia y Policía Nacional Bolivariana, además de los
llamados “colectivos”, que llegan disparando a distintos lugares de
concentración opositora.
La
realidad diaria con que se tropiezan los venezolanos en los supermercados y
otros expendios, es la escasez de productos alimentos y medicamentos, así como
atención deficiente en centros de salud, y la inseguridad ciudadana; todo ello en
un escenario de desvalorización de la moneda e inflación que no permite mayores
cosas.
CONCLUSIÓN
Venezuela tiene brotes de violencia en diferentes ciudades. Persisten los
llamados a protestas por parte de estudiantes y algunos grupos políticos de la
oposición. A cada llamado a marcha de la oposición el gobierno también convoca
a sus seguidores, una estrategia implementada desde la llegada al poder del
fallecido presidente Hugo Chávez, y continuada con a etapa de Nicolás Maduro, posiblemente,
la estrategia sobre la que se asienta ésta marcada diferencia e intolerancia de
las dos grandes partes humanas que conforman a Venezuela.
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