La Iglesia aboga por el cese
de la violencia que “no favorece ni al gobierno ni a la universidad”. “Bienaventurados
los que trabajan por la paz, porque ellos serán hijos de Dios” (Mt 5,9)
Ramón Antonio Pérez
Caracas, 23 de junio de 2013.- La Conferencia Episcopal
Venezolana (CEV) hizo un llamado este viernes al cese del conflicto
universitario e instó al gobierno y a las universidades a abrir espacios para un
“diálogo sincero y real” para la solución “inmediata” de la huelga que mantiene
paralizadas a las casas de estudio superior en el país.
El mensaje de la Iglesia
católica se dio a conocer mediante un comunicado de la comisión episcopal de
juventud y pastoral universitaria de la CEV, en el que llamaron a deponer
intereses parciales para solventar la situación. Llamaron a los responsables a pensar "en el daño gravísimo
que se le hace a toda la sociedad, si no se revierte positivamente este
conflicto universitario".
El Episcopado señala que la
falta de entendimiento y diálogo ha llevado a asumir posturas de desencuentro. Las
acciones han ido desde protestas en lugares públicos hasta la radicalidad de la
huelga de hambre de un considerable número de estudiantes y algunos docentes.
“Lamentablemente, algunos
estudiantes han escogido espacios no propicios para estas acciones, los
extraterritoriales dados por un reconocimiento internacional de un Estado, como
ha sucedido en la Nunciatura Apostólica”, dijeron.
Ledezma y Pastoral Universitaria hablan con huelguistas
El alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma y el padre Leonardo Marius de la pastoral universitaria de la CEV, dialogaron con los huelguistas en la Nunciatura. |
Este sábado 22 de junio, el alcalde
metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, acudió a la sede de la Nunciatura
Apostólica para expresar su solidaridad con los estudiantes Villca Fernández y
Roberto Méndez quienes cumplieron 6 días en huelga de hambre, en protesta por
la situación de las universidades venezolanas.
Ledezma rechazó la decisión
que emitió el Tribunal 4º del Área Metropolitana de Caracas, ordenando a la
Universidad Central de Venezuela el levantamiento del paro. "He venido a dar un
testimonio de solidaridad porque, en primer lugar, los estudiantes en huelga de
hambre en la Nunciatura simbolizan lo más noble y lo más sentido de las luchas
actuales del pueblo venezolano".
Acotó que "ante la representación del Vaticano, que es el único Estado Moral entre las Naciones
del mundo, se juntan juventud rebelde, lucha por los derechos humanos y la defensa de la
universidad autónoma, libre y abierta a todas las ideas y las corrientes (…) El
derecho a la protesta no se puede criminalizar, es grotesco usar los tribunales
para eso".
También estuvo presente el padre
Leonardo Marius en representación de la pastoral universitaria de la
Conferencia Episcopal Venezolana, organismo que ha estado atento al devenir de
estos acontecimientos.
El padre Marius habló con el
alcalde y dialogó con los estudiantes expresando sus buenos deseos por
las pronta solución del conflicto universitario. Este organismo fue el responsable de elaborar el comunicado que se dio a conocer el pasado viernes.
Antonio Ledezma expresar su solidaridad a los estudiantes universitarios Villca Fernández y Roberto Méndez. |
A continuación el comunicado
de la Conferencia Episcopal Venezolana
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“Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán hijos
de Dios” (Mt 5,9)
Los Obispos de
la Comisión Episcopal de Juventud y Pastoral Universitaria hacemos de su conocimiento
a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, especialmente a los que han hecho
y hacen vida hoy en nuestras universidades venezolanas, el siguiente
comunicado:
1. La
Universidad venezolana a lo largo de su historia ha sido un baluarte para el
desarrollo humano y social del país. Hoy esta institución pide ser escuchada
por el Estado, el Gobierno Nacional y la Sociedad entera debido a la situación
de conflictividad creada por el marcado deterioro de las condiciones laborales
de su personal, así como los precarios beneficios estudiantiles; el inadecuado
funcionamiento de las instalaciones, la escasez y falta de recursos necesarios
para ofrecer una educación de excelencia y una investigación acorde a las
exigencias actuales. Estas realidades afectan en sus condiciones de vida a los profesionales
de la educación universitaria, a los estudiantes y a los trabajadores de nuestras
instituciones universitarias, poniendo en grave riesgo el futuro de la
universidad, lugar por excelencia de formación y generación de conocimientos
para el bien de toda la sociedad.
2. Esta
conflictividad ha mostrado diversos rostros: la exigencia del reconocimiento
gremial universitario por parte de las autoridades nacionales para un diálogo
en equidad de condiciones y la necesidad de escuchar al mundo estudiantil en
sus peticiones para una formación profesional de calidad. La falta de entendimiento
y de diálogo han llevado a asumir posturas de desencuentro, cuyas acciones han
ido desde protestas en lugares públicos hasta la radicalidad de la huelga de
hambre de un considerable número de estudiantes y algunos docentes. Lamentablemente, algunos estudiantes han
escogido espacios no propicios para estas acciones, los extraterritoriales
dados por un reconocimiento internacional de un Estado, como ha sucedido en la
Nunciatura Apostólica, que, aunque se siente preocupada por el conflicto, no
está directamente involucrada en él.
3. Lamentamos las acciones
de algunos grupos violentos que quieren paralizar las reivindicaciones de
docentes y estudiantes universitarios. Rechazamos la destrucción de bienes
patrimoniales universitarios, las agresiones a estudiantes y el uso de armas de
fuego en recintos universitarios que agravan más la tensión que se vive
actualmente. La violencia no favorece ni al gobierno nacional ni a la
universidad. Exigimos a los organismos de seguridad que cumplan su misión en el
resguardo de la paz y la convivencia pacífica.
4. “Como ciudadanos
venezolanos y pastores de la Iglesia “…reiteramos
nuestro vivo llamado a (…) que nos reconozcamos unos a otros como conciudadanos
en igualdad de derechos, y recuperemos la capacidad de diálogo y encuentro,
superando lo que nos divide” (CEV. 14-04-2013). Es urgente abrir espacios donde
se dé un diálogo sincero y real para la solución inmediata de los conflictos
planteados. Expresamos nuestra voluntad de colaborar en el establecimiento de
esos canales de diálogo.
5. Estamos convencidos que
es importante que en el diálogo prevalezca la conciencia del momento histórico
que está viviendo el país, y el reconocimiento y aceptación de la pluralidad y
autonomía de pensamiento –característica genuina de las universidades -, para
que haya un decidido compromiso del Estado, del Gobierno Nacional y de la Sociedad
Civil con la educación, deponiendo intereses parciales y pensando en el daño gravísimo
que se le hace a toda la sociedad si no se revierte positivamente este
conflicto universitario. Es necesario, por tanto, que el diálogo sea incluyente
y que reconozca todos los sectores involucrados en el conflicto.
6. Hacemos un llamado al
pueblo venezolano, al Gobierno Nacional y a las instituciones universitarias, a
trabajar juntos en la consolidación de una universidad a la altura de las exigencias
de nuestro país y del mundo actual, asumiendo la pluralidad de propuestas y los
valores éticos, respetando su talante democrático y autónomo, su rica
diversidad de pensamiento y su inalienable compromiso con el bien común,
considerando su gran aporte para la solución de los problemas de los excluidos
y desfavorecidos.
7. Pedimos a nuestra
Patrona, la Virgen de Coromoto, que nos siga acompañando a todos y en especial
a aquellos que, por vocación, consagran su vida a la universidad.
Viernes 21 de junio de 2013
Los Obispos de la Comisión
de Juventud y Pastoral Universitaria de la CEV
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