Caracas reúne a delegados de
Cáritas de América Latina y El Caribe que reflexionan y concretan aspectos
vinculados a la identidad, espiritualidad y misión de esta organización, además
de celebrar la fe en un espacio de comunión y participación a través de los
talleres: “Estandartes Mínimos” y “Equidad entre hombres y mujeres”.
Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Caracas, 11 de junio de 2013.- “La activación de una campaña mundial contra el
hambre que comenzará a finales del segundo semestre de este año; las causas y consecuencias
de la escasez de alimentos en Venezuela y otros países de la región; la necesidad
de incidir en las políticas públicas para que favorezcan a los más necesitados
erradicando la pobreza y la polarización; así como la inserción y el reconocimiento
del otro desde la perspectiva del Evangelio, son algunos de los aspectos que analiza
la Conferencia de Cáritas de América Latina y El Caribe”.
De esta manera se desprende
de las declaraciones ofrecidas por el presidente de Cáritas Latinoamérica,
Monseñor José Luis Azuaje, durante una rueda de prensa ofrecida con motivo de
este encuentro que se desarrolla en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana,
en Caracas, del 8 al 16 de junio, con la presencia de 20 países de América
Latina y El Caribe.
“Nos hemos reunido para
potenciar la caricia, la ternura y la cercanía de la Iglesia para con el
pueblo, particularmente el pueblo que sufre en nuestra región”, dijo el también
Obispo de El Vigía, San Carlos del estado Zulia.
Cabe destacar que durante el
encuentro con los periodistas estuvieron presentes la coordinadora de Cáritas
Internacionalis, doctora Martina Liebsch (Roma) y el padre Francisco Hernández
(Costa Rica), integrante de Cáritas de América Latina.
“La conferencia cuenta además
con la presencia del Cardenal Robert Sarah (Guinea), presidente del
Consejo Pontificio “Cor Unum” del Vaticano, quien presidió la eucaristía en
acción de gracias a Dios por la instalación de este encuentro, siendo el
enviado especial del Papa Francisco en esta conferencia”, informó Monseñor
Azuaje.
Insistir en políticas públicas solidarias
Cardenal Robert Sarah (Guinea), presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum” del Vaticano. |
Al ser abordado sobre el
tema de la carencia de algunos rubros básicos en Venezuela, Monseñor Azuaje
destacó la necesidad de incidir en el desarrollo y promoción de políticas
públicas que beneficien a todos sin excepción de personas.
Hizo un llamado a los que
tienen responsabilidad tanto en el ámbito gubernamental de producción y a los
mismos ciudadanos para que se resuelva.
“La carencia de alimentos,
incluso, ha afectado la realización de este encuentro. Ustedes no saben lo que
nos ha costado conseguir alimentos para la realización de esta conferencia
regional”, dijo.
Habló que la Iglesia está
revisando las cifras acerca del estudio de la pobreza en Venezuela con base en
las metas el Milenio, y haciendo comparaciones con estudios hechos por algunas organizaciones
y el propio gobierno. “Posiblemente para la próxima asamblea del Episcopado Venezolano
tengamos las cifras al respecto”.
“Una Familia Humana sin Pobreza Ni hambre”
Martina Liebsch habló de la
campaña mundial que Caritas internacionalis lanzará desde el segundo semestre
de este año contra el hambre. “El objetivo general es tener menos gente pobre y
que estas dejen de padecer hambre”.
Destacó Liebsch la necesidad
de promover las posibilidades de que las familias más pobres tengan acceso a
los alimentos.
“Hay que tomar en cuenta que
1 de cada 8 personas sufre de hambre en el mundo, lo cual contrasta con el
hecho cierto de que 1 de 8 personas sufre de obesidad. Pero también queremos pensar
como encontrar las posibilidades de que los más pobres tengan acceso a la
alimentación; y tomar en cuenta que lo que se come genera impactos propios en
la vida del pobre”.
Entre los objetivos
específicos de esta campaña contra el hambre están: “primero, el aspecto de la
movilización de personas voluntarias tomando conciencia de sus acciones y el
impacto de las mismas en la vida de los demás, por ejemplo en el hecho en la
manera en que cada persona consume”, acotó la doctora Liebsch.
“La promoción de pequeños
agricultores volviendo la mirada a intentar producir lo que se come viene a ser
el segundo objetivo específico; mientras que el tercero implica la
participación de los pobres para que sean más visibles, no solo en su rol de
afectados, sino que se vinculen directamente a los programas y búsqueda de
soluciones”, dijo.
A continuación el comunicado leído por Monseñor Azuaje:
El Papa Francisco en la
audiencia concedida a Caritas Internationalis el 16 de mayo pasado expresaba:
“Tengan esperanza mirando hacia delante. Porque cuando miramos atrás siempre
quedamos aprisionados por la dificultad de las tribulaciones, los problemas y,
bueno, esas cosas que suceden en la vida y que nos hacen sufrir… ¡Muchas
gracias! Por lo que están haciendo. Institucionalmente la Cáritas es parte
esencial de la Iglesia. Una Iglesia sin caridad no existe. Y la Cáritas es la
institución del amor de la Iglesia. La Iglesia se hace institución en la
Cáritas… Por eso Cáritas tiene esa doble dimensión: Una dimensión de acción,
acción social entre comillas. Acción social en el sentido más amplio de la
palabra. Y una dimensión mística, es decir, metida en el corazón de la Iglesia.
La Cáritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo. La caricia de la Madre
Iglesia a sus hijos, la ternura, la cercanía.
En nuestra conferencia
regional hay presencia de 20 países de América Latina y el Caribe; nos hemos
reunido para potenciar la caricia, la ternura, la cercanía de la Iglesia para
con el pueblo, particularmente el pueblo pobre, el pueblo que sufre en nuestra
América Latina y el caribe. Somos una Región que se encuentra dentro de la
Confederación Internacional presente en 164 países. Nos hemos reunido para
mejorar y valorar la eficacia y la eficiencia de nuestros procedimientos; revisar los avances en las áreas de servicio
de la caridad y fortalecer la comunión y las alianzas que surgen en nuestras
organizaciones.
En nuestra reflexión hemos
constatado algunas tendencias que se encuentran en nuestra realidad: La pobreza
y de la in equidad en nuestros países; sugestivos intentos de integración de la
región en lo político y económico, nuevos actores sociales y políticos, y su
acción pragmática; tendencia socialista (Izquierda) de nuevos gobiernos de la
Región en algunos países; el surgimiento de nuevos referentes religiosos en la
región; la emergencia del servicio humilde propuesta por el Papa Francisco a la
Iglesia; Ir a la periferia siendo Cáritas la caricia de la Iglesia con los
pobres; el año de la fe, con la propuesta que nuestras Cáritas sean más
evangelizadoras, así como la petición de la V Conferencia del Episcopado
Latinoamericano y del Caribe a través del Documento de Aparecida para la
renovación de las Pastorales Sociales; y la necesidad de pasar de una visión
funcionalista de los pobres como objeto de las acciones caritativas, a una
visión proactiva en cuanto sujetos de su historia.
Como servidores de nuestros
pueblos estamos trabajando para lograr el fortalecimiento institucional de las
Cáritas de la Región; la prevención del medio ambiente trascendiendo la
perspectiva únicamente ambientalista para ubicarla en el punto de vista
comunitario; promover el desarrollo humano integral de la región, la dignidad
humana, los derechos humanos y paz, es una realidad de profunda inequidad e
impunidad. Trabajamos con ejes transversales: Equidad entre hombres y mujeres,
comunicación, incidencia, empoderamiento y ciudadanía.
Nuestra Conferencia Regional
se enmarca en el año de la Fe y el papa Benedicto XVI pone de relieve la
relación recíproca entre fe y caridad. La caridad nace de la fe, porque es
solamente gracias a la fe que “podemos reconocer en quienes piden nuestro amor
el rostro del Señor resucitado: cada vez que lo hicieron con el más pequeño de
mis hermanos, lo hicieron conmigo” (Mt 25,40). “La caridad sin fe sería un
sentimiento constantemente a la merced de la duda”, “la fe sin la caridad no da
fruto”. (cfsant 2,14-18)
Para los cristianos la
caridad no consiste solamente en la eficacia de las ayudas que puedan dar, sino
de la entrega y la cercanía que se tenga con quienes sufren. El Papa Juan Pablo
II nos pidió “mayor creatividad” en la relación a “una nueva imaginación de la
caridad”, donde hay que promover “no tanto y no solo la eficacia de las ayudas presentadas,
sino la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre, para que el
gesto de ayuda sea sentido no como limosna humillante, sino como un compartir
fraterno”. (NMI 50)
Somos conscientes de la
validez de las instituciones en el servicio del área social, todos somos
necesarios en la ayuda a los más pobres; nadie puede secuestrar este servicio,
ni gobiernos, ni entes privados, ni instituciones de servicio. Hoy día
necesitamos trabajar en alianzas, dialogar, proponer, compartir, cooperar. Los
pobres no pueden esperar. Por eso la Iglesia Católica a través de las Caritas
Internationalis ha preparado la CAMPAÑA Mundial contra el hambre y la pobreza,
desde una familia humana y solidaria. El derecho a una alimentación nutrida y
balanceada es fundamental. Esta campaña tiene su asidero en la necesidad que
todos nos unamos con una sola fuerza a combatir el flagelo del hambre en
distintas partes del mundo. Esperamos que los gobiernos, los entes privados,
las ONG muy necesarias en el actuar de servicio a la caridad en nuestros
países, los distintos credos, nos unamos para caminar en una sola dirección que
permita minimizar el flagelo del hambre y la pobreza en el mundo entero.
Caracas, 11 de Junio de 2013
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