Monseñor Adán Ramírez celebró 21 años de Ordenación Sacerdotal


En la gráfica, se aprecia al centro a Monseñor Adán Ramírez en compañía de Monseñor Nicolás Bermúdez, Monseñor Francisco Javier Monterrey, el Padre Daniel Loureiro y demás empleados del Palacio Arzobispal de Caracas, alegres por el 21 aniversario de su Ordenación Sacerdotal.
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La fecha fue escogida en homenaje a la Ordenación Episcopal del recordado Cardenal José Alí Lebrún Moratinos, al que le guarda “mucho afecto y estima como padre, maestro y pastor”. 
Ramón Antonio Pérez

Monseñor Adán Ramírez y Monseñor Francisco Javier Monterrey.
Los que tienen más años de servicio en la Curia Arzobispal de Caracas. 

Caracas, 04 de septiembre de 2011.- El párroco de la Basílica Santa Teresa de esta ciudad, Monseñor Adán Ramírez, arribó a 21 años de Ordenación Sacerdotal, el 1 de septiembre de este año, ocasión que aprovechó para compartir con otros sacerdotes y trabajadores del Palacio Arzobispal de Caracas, donde cumple funciones de Canciller y Moderador de la Curia.

Recordó al Cardenal Lebrún

El festejo del Aniversario Sacerdotal estuvo centrado en su querida Basílica de Santa Teresa, donde es el custodio principal de la famosa imagen del Nazareno de San Pablo. Allí compartió junto a sus familiares y amigos más allegados; sin embargo, como todos los viernes, el 2 de septiembre, desde muy temprano el sacerdote se revistió en la capilla del Palacio Arzobispal para celebrar una eucaristía con el personal que allí labora.

En sus palabras evocó el recuerdo de su primera misa, celebrada luego de su Ordenación Sacerdotal, aquél 2 de septiembre de 1990. Explicó que la fecha fue escogida en homenaje a la Ordenación Episcopal del Cardenal José Alí Lebrún Moratinos, realizada el mismo día pero del año 1956.

El Cardenal Lebrún fue del Décimo Tercer Arzobispo de Caracas, entre 1980 y 1995, y de él refirió que le guarda “mucho afecto y estima como padre, maestro y pastor”, dijo el celebrante. 

Fiel al llamado del Primer Amor

Durante la homilía compartió una serie de anécdotas vinculadas a su decisión de ser sacerdote. Refirió que los “caminos de Dios se hacen un Misterio en esta decisión de ser sacerdotes ya que es él quien llama, y permite que le sirvan asumiendo esta condición con humildad”.

Comentó que cuando se inició en el Seminarios Santa Rosa de Lima, por allá en 1983, siempre tuvo por costumbre sentarse de último en el salón. “Yo veía desde atrás a muchos compañeros que citaban a los grandes filósofos, teólogos y santos. Siempre estaban prestos a responder adecuadamente y expresarse de la mejor manera posible". 

"No obstante, de 64 compañeros que comenzaron conmigo, tan sólo tres pudimos ser ordenados sacerdotes. De allí que en mi criterio esto es un Misterio de Dios. Él es quien escoge y facilita que nos mantengamos en este servicio”, dijo.

Una semana atrás en la misma Capilla del Palacio Arzobispal, Monseñor Adán Ramírez hablaba de lo importante que es mantenerse fiel y recordar siempre la motivación de ese “Primer Amor de la llamada”, para estar siempre al servicio de Dios como cristianos en cualquier campo de la sociedad. Sus recuerdos y enseñanzas durante la Eucaristía, sintonizaban con el llamado a “remar mar adentro”, que hizo Jesucristo a sus primeros discípulos.

Compartiendo con su gente
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Monseñor Adán Ramírez, compartió el almuerzo con sus compañeros de trabajo. Dos tortas: una de harina al natural y otra de quesillo adornada con fresas estaban colocadas en el centro de la mesa en la que, a la hora del almuerzo, los empleados del Palacio abordan los temas de moda en la sociedad venezolana. Desde lo eclesial, a lo político; tampoco se escapan análisis de la realidad nacional y comentarios de los “culebrones” televisivos.

Así, mostrando esa cercanía humana con el personal que regenta, Monseñor Ramírez, compartió, escuchó y comentó gustos y preferencias. A la conversación se sumaron el Obispo Auxiliar Emérito de Caracas, Monseñor Nicolás Bermúdez; Monseñor Francisco Javier Monterrey; y el Padre Daniel Loureiro. Monseñor Monterrey, junto a Monseñor Adán, son los más antiguos en la Curia, según comentaron al redactor.

Finalmente, tras cantar el tradicional “Cumpleaños Feliz”, Monseñor Ramírez posó para una fotografía con sus compañeros y hermanos en Cristo, listo para seguir en la senda a la que le Dios le llamó hace más de veinte años. 



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