La celebración de la Fiesta de Pentecostés correspondiente a la Vicaría de Guarenas, se llevó a cabo en los ambientes de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Araira, el sábado 02 de junio.
La celebración la inició Monseñor Gustavo García Naranjo, quien mediante un caluroso saludo y una oración cargada de entusiasmo en la que fue acompañado por los presentes, pidió al Espíritu Santo que ilumine cada una de las acciones de quienes tienen responsabilidad en los movimientos de apostolado y de los sacerdotes de la zona.
Video de Monseñor García Naranjo:
La fiesta de la venida del Espíritu Santo contó con la presencia de miembros de los distintos grupos de apostolado de la Diócesis de Guarenas, a quienes se les asignó la responsabilidad de realizar las lecturas bíblicas relacionadas con la celebración, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
Algunos grupos dramatizaron las lecturas, otros las cantaron y en cada intervención hubo una explicación de su contenido; mensajes cargados de optimismo y esperanza.
La participación de los jóvenes fue una característica muy notoria en esta celebración asumiendo con cantos, danzas, dramatizaciones y predicaciones, todo el Pentecostés de esta Vicaría.
De igual manera, fue concelebrada la Santa Misa, por parte de los sacerdotes de la zona Carlos Frías, párroco de “Santa Cruz de Pacaigua”; y José Joaquín Ramírez Duque, párroco de “Sagrado Corazón de Jesús” en Menca de Leoni.
En su homilía el padre Joaquín llamó a pedirle con fuerzas al Espíritu Santo que renueve el Pentecostés en la vida de cada cristiano y de cada responsable de la sociedad.
De igual manera, fue concelebrada la Santa Misa, por parte de los sacerdotes de la zona Carlos Frías, párroco de “Santa Cruz de Pacaigua”; y José Joaquín Ramírez Duque, párroco de “Sagrado Corazón de Jesús” en Menca de Leoni.
En su homilía el padre Joaquín llamó a pedirle con fuerzas al Espíritu Santo que renueve el Pentecostés en la vida de cada cristiano y de cada responsable de la sociedad.
Qué significa la celebración de Pentecostés
La fiesta de Pentecostés es una celebración que tiene sustento bíblico, y se convierte en uno de los domingos más importantes del año, después de la Pascua. En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha y, posteriormente, los israelitas, la unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la salida de Egipto.
Según explica Antonio López Villalta, “para entender el significado de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés hay que reflexionar sobre la relación que hay entre la Pascua de la muerte y resurrección de Jesús y los llamados por Jesús a seguirle. Para ello nos vamos a referir sobre todo al Evangelio de San Juan, especialmente al relato de la última cena”.
En ese sentido, explica que el Evangelio de San Juan está centrado en la venida al mundo desde el Padre, y su regreso a él, de Jesús. “Así pues, durante la última cena, anticipando su muerte en la cruz, en su despedida del mundo a sus discípulos, Jesús les dice a ellos: “Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo para regresar al Padre” (Jn.16, 28). Esta salida del Padre y retorno a él de Jesús está basada en la unión espiritual profunda entre el Padre y Jesús según la cual ambos poseen el mismo Espíritu Santo en el que se da la única realidad de Dios.
Refiere que por eso, refiriéndose, también en la última cena, a la Verdad que procede del Padre y a la venida del Espíritu Santo sobre sus discípulos, Jesús les dice que este “…Espíritu de la Verdad… me glorificará, porque todo lo que les dé a conocer, lo recibirá de mí. Todo lo que tiene el Padre, también es mío; por eso les he dicho que todo lo que el Espíritu les dé a conocer, lo recibirá de mí” (Jn. 16, 13-15).
La fiesta de Pentecostés es una celebración que tiene sustento bíblico, y se convierte en uno de los domingos más importantes del año, después de la Pascua. En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha y, posteriormente, los israelitas, la unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la salida de Egipto.
Según explica Antonio López Villalta, “para entender el significado de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés hay que reflexionar sobre la relación que hay entre la Pascua de la muerte y resurrección de Jesús y los llamados por Jesús a seguirle. Para ello nos vamos a referir sobre todo al Evangelio de San Juan, especialmente al relato de la última cena”.
En ese sentido, explica que el Evangelio de San Juan está centrado en la venida al mundo desde el Padre, y su regreso a él, de Jesús. “Así pues, durante la última cena, anticipando su muerte en la cruz, en su despedida del mundo a sus discípulos, Jesús les dice a ellos: “Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo para regresar al Padre” (Jn.16, 28). Esta salida del Padre y retorno a él de Jesús está basada en la unión espiritual profunda entre el Padre y Jesús según la cual ambos poseen el mismo Espíritu Santo en el que se da la única realidad de Dios.
Refiere que por eso, refiriéndose, también en la última cena, a la Verdad que procede del Padre y a la venida del Espíritu Santo sobre sus discípulos, Jesús les dice que este “…Espíritu de la Verdad… me glorificará, porque todo lo que les dé a conocer, lo recibirá de mí. Todo lo que tiene el Padre, también es mío; por eso les he dicho que todo lo que el Espíritu les dé a conocer, lo recibirá de mí” (Jn. 16, 13-15).
Acota que después de estas palabras, Jesús oró al Padre pidiendo por la unión de sus discípulos y por los que creerán en él por medio de la palabra o predicación de ellos: “Yo los he enviado al mundo, como tu me enviaste a mí… no te ruego solamente por ellos, sino también por todos los que creerán en mí gracias a su palabra. Te pido que todos sean uno lo mismo que lo somos tú y yo, Padre. Y que también ellos vivan unidos a nosotros para que el mundo crea que tu me has enviado” (Jn. 17, 18-21).
Según todo esto, en la última cena se manifiesta la conexión inseparable entre cuatro realidades decisivas que son el fundamento del significado de Pentecostés. Estas realidades son: la muerte y retorno de Jesús al Padre, la venida del Espíritu Santo a los discípulos de Jesús, la unión de ellos, y su misión en el mundo.
Según todo esto, en la última cena se manifiesta la conexión inseparable entre cuatro realidades decisivas que son el fundamento del significado de Pentecostés. Estas realidades son: la muerte y retorno de Jesús al Padre, la venida del Espíritu Santo a los discípulos de Jesús, la unión de ellos, y su misión en el mundo.
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