El
prelado, nativo del estado Sucre, asume su responsabilidad “como un llamado de
Dios a mi libertad, obediencia y disposición”; y, dice “no estar atado a nada ni a nadie para poder optar sólo y únicamente
por Jesús y la causa del Evangelio”
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 16 de noviembre 2021
“Voy a
ustedes con la mejor disposición de conocerles y conocer su realidad para poder
insertarme en ella, para juntos avanzar en esta gran aventura que nos pide el
Señor”, dijo monseñor Juan Carlos Bravo Salazar, al conocer su
nombramiento como primer obispo de la recién creada Diócesis de Petare, en el estado Miranda, Venezuela.
El martes 16 de noviembre de 2021, el Papa Francisco erigió la nueva Diócesis de Petare, con territorio desmembrado de la Arquidiócesis de Caracas, lo cual la convierte en sufragánea de la misma.
Al mismo tiempo, el Santo Padre nombró como primer
Obispo a monseñor Juan Carlos Bravo Salazar, actual Obispo de Acarigua-Araure, donde
permanecerá hasta la toma de posesión de la nueva iglesia particular.
De acuerdo con la nota de la Conferencia Episcopal Venezolana, el prelado expresó su deseo de edificar una Iglesia sinodal, misionera y de una autentica conversión pastoral iluminada por el Evangelio.
Ello “implica
caminar juntos en la espiritualidad de comunión y la creación de estructuras
funcionales, con espíritu evangélico, para poder llegar a ser la Iglesia que
Jesús siempre ha querido”, dice el primer obispo de Petare.
“Dios y la Iglesia
me envían a un mundo desconocido, por eso voy a ustedes con la mejor
disposición de conocerles y conocer su realidad para poder insertarme en ella,
para juntos avanzar en esta gran aventura que nos pide el Señor: construir la
nueva Diócesis, como el gran Pueblo de Dios que estamos llamados a ser”,
expresa monseñor Bravo Salazar.
“Es un gran reto
conocer al Señor y servirle santamente, como nos lo pide el Concilio Vaticano
II. Bien lo sintetizó el Beato Antonio Chevrier, quien ha sido inspiración en
mi camino cristiano, sacerdotal y episcopal: “conocer a Jesucristo lo es todo,
lo demás no es nada”, expresa en la misiva distribuida por la CEV.
Fue consagrado obispo hace seis años
Juan Carlos Bravo Salazar recordó que fue consagrado obispo el sábado 24 de agosto de 2015, en el gimnasio “Hermanas González” de Puerto Ordaz, estado Bolívar, tras ser nombrado por el Papa como segundo obispo de la diócesis Acarigua – Araure, el 10 de agosto de ese año.
“Hace unos seis años fui sorprendido por el Señor al llamarme al
ministerio episcopal; se me hizo difícil asumir y asimilar este servicio, como
también fue difícil desprenderme de mi querida tierra Guayanesa, especialmente
del amado pueblo de Guasipati”, dice a la feligresía de
la nueva diócesis de Petare.
“Hoy el Señor me
vuelve a sorprender con este nuevo llamado. Se me hará difícil desprenderme de
este presbiterio, de esta Iglesia particular y de esta hermosa tierra llanera a
la que me he entregado en totalidad”, dice en relación a la Diócesis de
Acarigua - Araure. “Bendigo al Señor por haber sido mis maestros y mi escuela
en dicho servicio".
También habla de su
compromiso episcopal. “Todo este desprendimiento lo asumo como un
llamado de Dios a mi libertad, obediencia y disposición; no estar atado a nada
ni a nadie para poder optar sólo y únicamente por Jesús y la causa del
Evangelio”.
Hoja de vida del primer obispo de Petare
El padre Juan
Carlos Bravo Salazar nació el 3 de enero de 1965, en Quebrada Seca del Pilar, estado
Sucre, refiere la CEV. “En 1970 su familia se establece de manera definitiva en
Ciudad Guayana, estado Bolívar. Realizó sus estudios del ciclo Básico en el
liceo Ramón Isidro Montes y de bachillerato en el liceo Gabriel Machado, en San
Félix”.
“Ingresó en la
Fraternidad de los Padres Operarios Diocesanos, con quien realizó sus estudios
de filosofía en el Seminario Santa Rosa de Lima en Caracas. Estudió teología en
el Seminario St. Tomas de la Arquidiócesis de St. Paul and Minneapolis,
Minnesota, USA”. Además, en la Universidad de St. Thomas tomó cursos de
Befriender Ministry, y el en el Abbot Northwestern Hospital cursó educación
clínica pastoral. En el Instituto Ecuménico Tantur en Jerusalén tomó cursos de
Sagrada Escritura”.
Fue ordenado diácono el 08 de junio de 1992 y como sacerdote
el 28 de noviembre del mismo año para la Diócesis de Ciudad Guayana. A lo largo de su
ministerio sacerdotal fue párroco de la Parroquia Inmaculada Concepción de San
Félix y Nuestra Señora del Rosario en Guasipati, así como administrador parroquial
de Santa Teresa de Puerto Ordaz, San Miguel Arcángel del Palmar y Nuestra
Señora de Montserrat en el Miamo. Fue también vicario episcopal de pastoral y
administrador diocesano.
“Trabajó en
escuelas públicas como maestro de aula, profesor de educación media y
universitaria. Con el Movimiento Por un
Mundo Mejor trabajó en la animación de los planes y proyectos a nivel nacional
y con la zona pastoral cinco en Ciudad Guayana. Promovió con los sacerdotes,
religiosas y laicos especialmente con los indígenas Pemones la espiritualidad
del Prado, asociación que ha mantenido cerca a lo largo de toda su vida
ministerial”, refiere la Conferencia Episcopal Venezolana.
La nueva Diócesis de Petare
Desmembrada de la
Arquidiócesis de Caracas, la Diócesis de Petare tiene una extensión de 177 km2,
con una población de 760.000 habitantes, coincidiendo con el territorio civil
del municipio Sucre del estado Miranda. Pastoralmente organizada con 23
parroquias, 12 sacerdotes diocesanos, 45 sacerdotes religiosos, 129 religiosas,
5 seminaristas, 27 instituciones educativas católicas y 64 instituciones
caritativas.
La Diócesis de Petare
se convierte en la 27 para un total de 42 circunscripciones eclesiásticas en
Venezuela, divididas en 9 Arquidiócesis, 27 Diócesis, 3 Vicariatos Apostólicos,
2 Exarcados y 1 Ordinariato Militar. La última Diócesis erigida por el Papa
Francisco en Venezuela fue la Diócesis de El Tigre, el 31 de mayo de 2018.
La Catedral de la Diócesis de Petare será la iglesia “Dulce Nombre de Jesús” y
como Co-Catedral, Nuestra Señora del Rosario.
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