“La Jornada mundial de los pobres ratifica nuestro compromiso de entrega a Dios y servicio a nuestros hermanos más necesitados”
Estas palabras pertenecen a la Hermana Teresa, una religiosa de Caracas que, durante tres días a la semana desde la puerta principal de su comunidad, entrega envases de alimentos ya preparados a personas de la tercera edad, niños y mujeres embarazadas. Y todo a pesar del coronavirus.
Desde
lo profundo de la pobreza en que se encuentran, estas personas les agradecen por recibir, aunque
sea, un bocado para poder comer.
Mano solidaria
“Tender la mano es un signo”, dice la religiosa citando el mensaje del papa Francisco en lo que desde 2017 llama la Jornada mundial de los pobres. “Un signo que recuerda inmediatamente la proximidad, la solidaridad, el amor”. Y como el Papa, la religiosa recuerda que, en este último año, el mundo ha sido “abrumado por un virus que ha traído dolor y muerte, desaliento y desconcierto”, paralizando todo a su paso.
“Nos
toca a los hombres y mujeres de vida consagrada, y a los cristianos en general,
seguir tendiéndoles una mano solidaria a nuestros hermanos más necesitados”,
expresó.
En Venezuela, los ancianos, niños y
mujeres embarazadas apenas consumen el 46% de las proteínas y entre el 45 y 50
por ciento de las calorías necesarias para vivir. Esto, sin hablar de la salud.
La pobreza azota a más del 80% de la población según la Encuesta de Condiciones
de Vida Venezolana (ENCOVI), citada
por el Episcopado.
Además,
el monitoreo de la desnutrición infantil y la seguridad alimentaria familiar de
Cáritas Venezuela, reflejado en el boletín S.A.M.A.N abril-julio 2020,
refleja un incremento del 73% en los niveles de desnutrición aguda en menores
de 5 años.
Ciudad Guayana sumada a la propuesta del papa Francisco
En
este contexto, la jornada del 15 de noviembre permitió ver a la iglesia venezolana
desde San Cristóbal, pasando por Caracas hasta Ciudad Guayana, con variadas experiencias
asociadas a la propuesta del Santo Padre. “El trabajo social es parte de la dinámica de
la evangelización de la Iglesia que predica con el ejemplo y la solidaridad
como lo hizo Jesucristo”, dijo para Aleteia,
el padre José Gregorio Salazar Monroy, desde la parroquia Nuestra Señora de
Coromoto, en Puerto Ordaz, al sur de Venezuela.
“Hermano, esto es el trabajo que realizamos
por los más vulnerables: adultos mayores, niños, enfermos y todas aquellas
personas que se acercan a nuestra parroquia en busca de una ayuda”, expresó
en un mensaje de voz, al tiempo que enviaba fotografías y video mostrando las bolsas
de comida, ropa y medicamentos que fueron repartidos este 15 de noviembre entre
sus vecinos.
“Nos
hemos sumado con alegría a la petición del Papa Francisco de llevar no sólo el
mensaje sino también un poco de ayuda a los más necesitados”, indicó el
sacerdote, quien además es periodista y activo defensor de los derechos humanos
en Venezuela.
En esta misma región, la fundación Divino Niño de Ciudad Guayana también procedió a entregar comida a niños en situación de vulnerabilidad, desde días antes de la jornada. Pastora Medina, quien dirige esta organización humanitaria y que además es creyente y educadora, conoce la realidad de estas comunidades.
En envíos
diarios que hace a Aleteia, referente a las actividades, detalla aspectos del
programa “Bocado de amor” con el cual les lleva alegrías, bendiciones y sonrisas
a los niños y adultos en situación vulnerable.
“En
días pasados entregamos sopa de res, granos y arepas; la comida de hoy fue
pollo con arroz, granos y jugo de parchita…”, dijo en el marco de la jornada
mundial de los pobres. Así también agradeció a Dios por el apoyo enviado desde
la parroquia San Antonio Monforte de Lemos (España), y los padrinos de Chile. “Ellos
nos hacen posible garantizar ese almuerzo cargado de vitaminas y que van
destinados a nuestros niños”.
San Cristóbal solidaria con damnificados
La
diócesis de San Cristóbal, a lo largo de esta semana, también vivió una intensa
jornada en la que el socorro estuvo signado por los deslaves ocurridos en
algunos poblados del estado Táchira. Andrés Ricardo Ramírez Prato, director de
Caritas Diocesana, señaló: “en vista a la situación ocasionada por las fuertes
lluvias se nos ha adelantado esta jornada, pues muchos han perdido sus bienes
en las comunidades de Rubio, Zorca y San Antonio”.
“Nuestra ayuda a los más necesitados es la
caricia de Dios”, resaltó en una nota. “Ayudar
en la difícil realidad que atraviesan algunos municipios de nuestro estado es
una oportunidad para poner en práctica aquello a lo que nos invitaba Francisco
hace algunos meses con su Encíclica ‘Fratelli Tutti’, la fraternidad social”,
aseguró.
Finalmente,
un mensaje de monseñor José Luis Azuaje Ayala, presidente de la CEV, declara
que hoy en Venezuela, “nuestra la iglesia católica está caminando
para seguir tendiendo la mano al pobre, para ayudarlo a liberarse de tantos
trastes y esclavitudes sociales y políticas que lo manipulan”.
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