Ha partido hacia
la Casa Celestial una integrante de la Renovación Carismática en la Diócesis de
Guarenas. Recientemente, con motivo de la pandemia, su voz leía los
salmos en las misas que la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Araira,
transmite por Internet y emisoras locales
Ramón Antonio
Pérez // @GuardianCatolic
Guarenas, 01 de octubre 2020
Lo
fugaz de la vida que existe en ese soplo y que se va de un momento a otro, es
lo más seguro que tienen los seres humanos. Para Ramona García Maita, su
aliento vital llegó hasta el 29 de septiembre del año 2020. Las primeras
informaciones indicaron que un paro cardíaco fulminó a esta educadora y fervorosa
creyente católica que perteneció a la Renovación Carismática Católica en la
Diócesis de Guarenas.
Luego
vendría una nota de duelo del presbítero Alí Benítez, párroco de Nuestra Señora
del Carmen, en Araira, informando del “sensible fallecimiento de nuestra
hermana en Cristo”. La nota reseñó que Ramona García era la “secretaria
del despacho parroquial, ministro extraordinario de la comunión, catequista,
miembro de la RCC, Cofradía del Santísimo, Grupo Pan de Vida, profesora del CTN
La Resurrección”.
“Nos
unimos al dolor que embarga a familiares, amigos y allegados. Descansa en la Paz
del Señor”, concluye la dolorosa misiva colgada en las redes sociales, y que fue refrendada por el obispo diocesano, monseñor Gustavo García Naranjo, quien se lamentó por la partida de Ramona.
Por
su parte, el CODILA (Consejo
Diocesano de Laicos) también expresó su pesar por el fallecimiento de Ramona,
quien era parte del equipo coordinador. Ofrecieron “palabras de fortaleza a sus
familiares y muy especialmente a nuestros hermanos de la parroquia Nuestra
Señora del Carmen de Araira". "Quien muere en la vida nace para Cristo, indicaron”.
“Su voz que nos acompañó diariamente en esta cuarentena en la misa radial haciendo las lecturas y salmo se ha apagado”, escribió en Facebook Irma Cecilia Rojas Carrasco. “Todo sea para la Gloria de Dios”, fueron las primeras expresiones de muchos otros de sus hermanos carismáticos en diversos perfiles, destacando la jovialidad y alegría que siempre les brindó.
En fin,
testimonios de aprecio, solidaridad y cercanía...
Ahora
solo quedan las palabras, el recuerdo de las miradas, y especialmente de esas
sonrisas que Ramona siempre llevó para compartir y contagiar a su entorno. Ese
oportuno y sabio consejo de educadora en la fe, porque también fue catequista
por muchos años en Araira, donde vivió desde que llegó de su nativo estado
Sucre.
Ramona
se hacía llamar Negrita Cocollar, tal
vez, en honor a su pueblito oriental en el que vino al mundo, aunque nunca se
le preguntó. A muchas personas, especialmente a niños y jóvenes, le tendió una
mano cuando más lo necesitaban. A los adultos les ayudó a encontrar el camino de
regreso a la fe católica en medio de la desesperanza. Y a sus hermanos
carismáticos los fortaleció en sus enseñanzas.
Durante
algún tiempo fue integrante del equipo de medios de la Renovación Carismática
Católica de la diócesis de Guarenas, y compartió muchos talleres y encuentros
de formación en esta área en diversas ciudades: Mérida, Maracaibo, Cantaura,
Guarenas, Guatire, Barlovento, Barquisimeto, Acarigua ... Siempre buscando la
forma de aprender a llevar el mensaje de Jesús contenido en esa “corriente de
gracia”.
En
el año 2012, el obispo de Guarenas, monseñor Gustavo García Naranjo, recibió a
Ramona García junto a los demás delegados diocesanos que asistieron al
encuentro nacional de comunicadores católicos, convocado por la Conferencia
Episcopal Venezolana. Él mostró satisfacción y reconoció el entusiasmo y
disponibilidad del equipo para acometer actividades en favor de la difusión
informativa de la Diócesis.
Seguros
estamos que Ramona García, merece estar en la Gloria porque su ejemplo de vida,
siempre tuvo mucho de María y de Jesús. Su dedicación a la catequesis es un
camino que la deber hacer merecedora del anhelado Reino Celestial, junto a Papá
Dios.
Desde El Guardián Católico, nuestras humildes oraciones por Ramona García y por su descanso eterno. Nuestra esperanza es que desde el Cielo siga con esa misión de Intercesión que siempre cumplió junto a sus hermanos de la Renovación Carismática. Descansa en Paz, mi tocaya querida.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.