Se
trata de un “Gesto solidario”, con el que Cáritas y la Conferencia Episcopal
Venezolana, aspiran llegar a los más vulnerables desde el pasado 30 de mayo y hasta
el 13 de junio de este año
Ramón Antonio Pérez // Jun 01, 2020
La señora María
Luisa, de 75 años de edad, llegó muy contenta en la tarde del sábado 30 de mayo
a su humilde vivienda en un barrio al oeste de Caracas. Ella estuvo entre las
personas escogidas para recibir una bolsa con al menos 10 kilogramos de comida,
recibiendo algunos productos que con el ingreso de su pensión no había podido
comprar. “No es mucho, pero para mí es suficiente porque me ayudará a completar
la despensa que ahora la tengo vacía”, decía con alegría la mujer al misionero
que la invitó a recibir el “Gesto solidario”.
Se trata de una
iniciativa que hasta el próximo 13 de junio seguirá realizando Cáritas en todo
el país. El proyecto forma parte de la continuidad de las ayudas humanitarias con
que en los últimos cinco años, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a
través de su organización social por excelencia, intenta dar respuestas a los
más vulnerables.
“Después
de un diagnóstico se ha concluido que la necesidad más fuerte entre los
venezolanos es la alimentación”, expresó Janeth Márquez, directora
nacional de Cáritas, en un mensaje enviado a Aleteia. “Hay muchos problemas en Venezuela pero los
más pobres tienen un horizonte: buscar los alimentos”, añadió Márquez,
socióloga de profesión.
Veinte toneladas de amor y solidaridad
Márquez explicó que los obispos venezolanos, “desde las reservas económicas con que cuenta Cáritas”, -y con el apoyo de donaciones internas y externas recibidas de particulares y organizaciones humanitarias, como añadirá más adelante el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo-, “desea compartir con los más pobres”. “La intención es llevar bolsas de alimentos de aproximadamente seis kilos –de allí su nombre de ‘gestos solidarios’- a las familias venezolanas, ancianatos, privados de libertad y aquellos que hoy la necesitan”.
“No
queremos levantar falsas expectativas porque la Iglesia no tiene para dar a
todos los que necesitan. Por esos queremos realizar este gesto de
solidaridad que permita animar a los empresarios y otras organizaciones, y así
ayudar hoy a los que están más vulnerables y no tienen con qué comer”. “Son vente toneladas de amor; veinte
toneladas de solidaridad destinadas a los más necesitados”, acotó la
activista de la iglesia.
“Ir a entregar
estas bolsas de comida en las casas, también es una oportunidad para acercarnos
y compartir con nuestra gente, y así tenderles nuestras manos de solidaridad,
hablar con ellos y motivar la esperanza”. Destacó que el “Gesto solidario” se
cumplirá entre el 30 de mayo y el 13 de junio en el que estarán repartiendo un
estimado de 20 toneladas de alimentos, distribuidas en aproximadamente 800
bolsas para cada circunscripción eclesial.
¿Los obispos entre los más necesitados
Si bien el “Gesto solidario” se convierte
en una oportunidad para que los obispos y sacerdotes venezolanos compartan
directamente con la feligresía más vulnerable, no es la primera vez que los
“líderes de la iglesia venezolana” realizan este tipo de actividad. En muchas
parroquias y centros de ayuda de la Iglesia se han establecido desde 2016, bajo
el impulso de Cáritas, las “ollas solidarias”, “farmacias parroquiales”,
“operativos médicos” y otras acciones destinadas a la población más sufrida.
En esta oportunidad también se realizó en
varias parroquias de la Arquidiócesis de Caracas, con el propio cardenal Baltazar
Porras, asistiendo para entregar las bolsas de comida. Esta vez
entregaron 800 mercados que abarcaron las 119 parroquias y 16 vicarias de la
iglesia caraqueña.
Por ejemplo, en la parroquia “Juan María
Vianney” de “La Silsa”, un barrio enclavado en el oeste de la metrópolis,
Porras Cardozo compartió con los vecinos y en medio de las medidas preventivas
contra la pandemia del Covid-19, fue entregando a cada uno “los gestos
solidarios” organizados por la iglesia.
“¿De dónde viene esta bolsa de
comida?”, se le preguntó al cardenal Porras. “Vienen de la
generosidad de mucha de nuestra gente de afuera y de aquí (de
Venezuela). Sintamos que la fe nos tiene que llevar siempre a servir a nuestro
prójimo. Y este gesto que nos haga ver en medio de esta pandemia, y en medio de
todos los problemas que solo la solidaridad es la que crea
fraternidad para que podamos tener paz en los corazones de todos”,
expresó.
Isla
de Margarita no se queda atrás en la solidaridad
El gesto solidario que abarca a buena
parte del territorio nacional también fue una este 30 de mayo realidad en las
Islas de Margarita y Coche del estado Nueva Esparta. Repartieron 903 kits de
alimentos de los 24.000 distribuidos en toda la nación.
Cáritas de Margarita, encabezada por
monseñor Fernando Castro Aguayo, previo a un estudio para identificar a las
personas más necesitadas de las diferentes zonas, entregaron la bolsa de
alimentos a los ancianos, madres solteras con hijos menores de edad, personas
con discapacidad, desnutrición o privados de libertad de la entidad insular.
El prelado de Margarita pidió que “tomando
las medidas sanitarias necesarias para evitar el contagio y la propagación del
virus, atender a las personas vulnerables que son las más necesitadas, con una
atención personalizada: llevarles un poco de alimento, una medicina, regalarles
una sonrisa y compartir una oración”. Indicó que gestos como el realizado “son
manifestaciones que estas personas agradecen”. Además, “con un gesto solidario
juntos alimentaremos a más necesitados”, se conoció en una nota recibida
por Aleteia.
Entre otras investigaciones realizadas por
Cáritas, el Proyecto SAMAN ha determinado que la desnutrición
crónica registrada en Venezuela puede significar entre 7 y 13 por ciento.
Además, dos tercios de los venezolanos viven en condiciones precarias,
de acuerdo con estudios de Cáritas que ha sido una de las organizaciones con
las cifras más creíbles.
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