El
programa “Un kilo de amor” activado en varias parroquias busca reducir el
hambre de los venezolanos. Pero la realidad es demoledora: “una de cada tres
personas en Venezuela sufre inseguridad alimentaria”, reconoce el Programa
Mundial de Alimentos de la ONU, publica el portal Aleteia
Mar 01, 2020
Cuando
se dice que la Iglesia -sin ganancia política alguna- busca mitigar el hambre
de millones de venezolanos, es porque en las puertas de sus templos, colegios y
comedores populares se vive diariamente esta triste realidad. La parroquia “San
Pío X”, mejor conocida como Santuario “San Judas Tadeo”, enclavada en la parte
alta del sector La Pastora de Caracas y a cargo de los Agustinos Recoletos,
desde 2017 busca darle respuesta al incremento de la crisis humanitaria entre
sus parroquianos y vecinos de otras zonas.
Implementaron
una “Olla Solidaria” que reparten dos veces a la semana -martes y viernes-
alimentando a un promedio de 350 personas. El equipo está compuesto por siete
personas que se entregan en cuerpo y alma para confeccionar los alimentos, “ya
sean menestrones o sopa de verduras combinada con las proteínas del pollo o la
carne”, se constató en visita a esta comunidad.
Los responsables de la preparación de estos alimentos son Nelson
González y su esposa Josefina.
Annier
Portillo, coordinadora de la Olla Solidaria, precisó que las personas
previamente son censadas para tener un control del número que acude a recibir
el alimento. “Muy pocas veces bajamos de
las 350 comidas en cada jornada”. “Nos esmeramos para que el plato de
comida contenga los nutrientes necesarios requeridos por el ser humano como carbohidratos,
proteínas, vegetales; que se alimenten bien y tengan un día más
de vida. Gracias a Dios hemos conseguido que mucha gente recupere su salud”,
expresó.
“Pero
no nos conformamos con darles comida sino ayudarlos para que mejore su
bienestar de vida. La situación país nos ha impulsado a formar una gran
familia para ayudar a quien más lo necesita, y eso me hace muy feliz”, indicó la
voluntaria.
¿Cómo se financia la Olla
Solidaria?
Fray
Dativo Núñez informó que los Agustinos Recoletos reciben ayuda de la Red
Corazones Solidarios (Arcores), una organización internacional
de esta Orden, con la cual se elabora buena parte de estas comidas.
También participa la feligresía que asiste a las misas contribuyendo con ‘Un kilo de amor’ bien como aporte económico o donación de comida para elaborar los almuerzos que repartimos a nuestro prójimo necesitado”.
El
religioso, fundador de la obra social que se lleva en esta parroquia de Caracas
desde finales de 1960, fue el encargado de bendecir los alimentos, a las
personas que la prepararon y las que degustarían los manjares. Instó a los asistentes
“a
vivir el ejemplo de Jesús que pasó por el mundo haciendo el bien, imitándolo en
el amor, la fe y la caridad”.
Otras
parroquias de Venezuela también han encontrado en “Un kilo de amor” la manera de alimentar a muchos venezolanos en
necesidad. “Dar lo que uno pueda es una forma sencilla de colaborar con los que más
sufren. A veces uno no puede dar más allá de un kilo de arroz o de verduras. En
esto consiste Un Kilo de amor”, dijo un vecino.
La Iglesia no nos deja morir de
hambre
Precisamente,
Yenny Pájaro, de 60 años de edad, es una de las comensales. Contó que tiene dos
años comiendo en el Santuario de San Judas Tadeo.
“Agradezco a la Iglesia de no permitir que las personas de la tercera edad, y los que carecemos de recursos no muramos de hambre, ante la crítica situación por la cual atraviesa el país. La ayuda de Dios y la Iglesia verdaderamente nos sostienen en este momento de tanta miseria”.
Iván
Godoy, de 64 años, también tiene dos años alimentándose en esta iglesia. Contó
que tiene familia y vive en Puerta Caracas muy cerca de la parroquia. Le parece
muy buena la obra social que lleva adelante la congregación de los Agustinos
Recoletos, porque “además de comida donan ropa y medicamentos para los que no tienen nada”.
En
la fila de los comensales se encontraba Ramón Reyes quien dijo venir de
Barquisimeto, estado Lara. Él tiene dos meses disfrutando de esta Olla
Solidaria y agradeció la obra social que se cumple en favor de los pobres. “Son
solidarios con las personas que no tenemos nada que comer. La situación
que estamos viviendo los venezolanos es bastante crítica, y, por los momentos
no se vislumbra una salida a la crisis”.
Niños y adultos con desnutrición
severa
Pero
no son solo estos almuerzos con que la Iglesia atiende a los venezolanos,
también les hace seguimiento a su salud con el control de talla y peso porque
ha encontrado casos de desnutrición severa en adultos y niños. En ese sentido,
Fray Johan Caldera, habló del servicio médico que la parroquia ofrece a las
personas de escasos recursos económicos de la zona. Entre estos citó las áreas
de medicina general, pediatría, psicología, ginecología, así como laboratorios
donde realizan exámenes médicos a precios económicos.
También
se refirió a la atención que ofrecen en el Centro Comunitario en el sector “El
Polvorín”, donde atienden unos 80 niños que se encuentran en situación de calle.
“Algunos tienen familia y otros son becados por la Congregación. Se les reparte
alimento, y se les imparten tareas dirigidas, deporte y actividades recreativas
de lunes a viernes”.
Comentó
que años atrás desde este servicio social de los agustinos recoletos les obsequiaban
mercados a las familias pobres, pero se suspendieron debido a la situación actual
que les dificulta cumplir con ese objetivo. “Sin embargo seguimos donando
medicamentos y ropa nuevas o usadas en buen estado”, aseguro el religioso.
LA CIFRA:
El trabajo de la iglesia venezolana merece ser reconocido, aunque solo se vea como
un pequeño gesto de solidaridad en medio de una realidad tan inmensa y
dramática. Tanta, que el Programa
Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, el lunes 24 de febrero dio a
conocer un Informe con cifras demoledoras:
“una
de cada tres personas en Venezuela (32.3%) está en inseguridad alimentaria y
necesita asistencia”.
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