Hace veinte años llegó al Táchira el V Obispo de la Diócesis de San
Cristóbal -monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez-, tomando posesión de
esta Iglesia local el 18 de junio de 1999 en el atrio de la iglesia Catedral,
para iniciar su episcopado como “servidor y testigo”
Presbítero Johan Pacheco
Diario Católico, 16 de junio de 2019 // web: www.diariocatolico.press
El nombramiento fue hecho público por la
Nunciatura Apostólica en Venezuela, a través de una comunicación el 14 de abril
de 1999: “Su Santidad Juan Pablo II ha nombrado Obispo de la Diócesis de San
Cristóbal de Venezuela (Edo. Táchira) al Exmo. Mons. Mario del Valle Moronta
Rodríguez”, quien estaba desarrollando su labor pastoral en la Diócesis de los
Teques, Estado Miranda.
La designación del nuevo Obispo llenó de
esperanza y expectativas a los miembros de la Iglesia del Táchira, que durante
algunos meses fue administrada apostólicamente por el Arzobispo de Mérida,
monseñor Baltazar Porras.
El primer mensaje que emitiera monseñor
Mario Moronta, como Obispo electo de San Cristóbal, fue a través
del Diario Católico en la edición
del 23 de abril de 1999. Publicado en primera página el escrito a puño y letra
del nuevo Pastor de los tachirenses.
“Desde el mismo momento que recibí la
noticia de mi nombramiento como Obispo de San Cristóbal los he tenido a todos
muy presentes en mi oración. Voy a San Cristóbal con ilusión de pastor y con el
gran deseo de servir a todos con dedicación y sencillez”, decía saludo del
Obispo a su nuevo rebaño.
Los actos eminentemente religiosos de la
llegada de monseñor Mario Moronta al Táchira comenzaron el 17 de junio de 1999,
ingresando a las montañas del Municipio Jáuregui para encontrase con la imagen
milagrosa del Santo cristo de La Grita.
En la Basílica del Espíritu Santo, y
ante la imagen del Santo Cristo el Obispo encomendó a Dios su episcopado en el
Táchira, mirando el rostro sereno del crucificado y proclamó vehementemente:
“al besar el suelo de este templo, lo he querido hacer para reafirmar mi
disponibilidad de encarnarme entre ustedes, siguiendo el ejemplo máximo de
Jesucristo, Sumo y Eterno, Sacerdote”.
Durante su recorrido por las aldeas de
La Grita, El Cobre y Cordero, el Obispo Moronta recibida el cálido saludos de
los tachirenses, entre aplausos, cantos, abrazos, y oraciones.
Ese mismo día también monseñor Moronta
celebró la misa –en horas de tarde- en la Basílica de Nuestra Señora de la
Consolación en Táriba. Implorando a la Virgen de la Consolación su intercesión
por el trabajo pastoral que comenzaba hace 20 años: “encomiendo mi ministerio
de servidor y testigo, pastor y profeta, hermano y obispo de todos ustedes”,
dijo.
El acto de toma de posesión de la
Diócesis de San Cristóbal se efectuó el 18 de junio de 1999, en el atrio de la
Catedral con la participación del Nuncio Apostólico, obispos, sacerdotes,
fieles, y la presencia de las autoridades nacionales, regionales y municipales.
Fue un gran acontecimiento noticioso en
Venezuela; en el Táchira las autoridades lo declararon como “Día de Jubilo”
para dar la bienvenida al nuevo Obispo.
Al tomar posesión como V Obispo del
Táchira, Monseñor Moronta, en esa ocasión expresó: “vengo al Táchira, a la
Diócesis de San Cristóbal, no como forastero de paso, sino como el peregrino
que quiere hacerse tachirense con los tachirenses”.
Desde el comienzo de su episcopado, se
ha preocupado por fortalecer la pastoral y comunión sacerdotal; la atención al
Seminario Santo Tomás de Aquino impulsando su pastoral vocacional; y fortalecer
la formación de los laicos.
Son innumerables los frutos pastorales,
espirituales, y de evangelización que se podrían mencionaran del episcopado de
monseñor Mario Moronta en el Táchira, pero entre sus dedicados esfuerzos se puede
mencionar: la propuesta del proyecto pastoral “parroquia participativa,
comunidad de comunidades”; la implementación del proyecto educativo del
seminario; fortalecimiento de la pastoral educativa con los colegios
parroquiales, el Instituto Universitario Eclesiástico Santo Tomás de Aquino y
la Universidad Católica del Táchira; la renovación de los diversos métodos
pastorales y catequéticos; y la innovación de las diversas instituciones
eclesiales, entre ellas el Diario Católico con el conjunto medios radiofónicos
que apoyan la pastoral de la comunicación. Y la realización del II Sínodo
Diocesano que ha dado espíritu, sentido y orientación a la vida eclesial en
esta Iglesia local.
Sin duda a alguna, luego de 20 años la
Diócesis de San Cristóbal puede afirmar que realmente su Obispo, es el
peregrino que se hizo tachirense con los tachirenses. Pues, monseñor Moronta
-como pastor con olor a oveja- ha sabido entender el pensamiento, los
sentimientos, la idiosincrasia de un pueblo rico en fe y cordialidad; para
pastorearla al encuentro con la Palabra de Cristo que predica con sus
pedagógicas homilías y sus caritativas acciones.
La Diócesis de San Cristóbal celebra 20
años de la actividad pastoral de sus V Obispo, y lo hace: “pa’ adelante en
nombre del Señor”, como lo dice frecuentemente monseñor Mario Moronta, con la
mirada en el fortalecimiento de una “Iglesia en espíritu y verdad” que el 2022
celebrará su Centenario. ¡Que Dios siga bendiciendo al V Obispo del Táchira!
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