“¡Señores,
por Dios! Quizás la foto del tuit de Fe y Alegría no es en Venezuela; pero los
dos niños que murieron sí son nuestros #YaBasta! Ni una muerte más”,
expresó la dirigente política venezolana María Corina Machado luego que en las
redes sociales se dieran a conocer fotos referenciales de estos hechos
ocurridos a principio de junio.
Se
refería al fallecimiento de dos niños de la Alta Guajira, en el estado Zulia, quienes
murieron como consecuencia directa de “un
cuadro crítico de desnutrición”: Ligia González, de 8 meses, y Elver
González, de 2 años de edad.
Pero
hay otros hechos...
Foto tomada de Radio Fe y Alegría. |
Yonaikel
Montiel, de un año y cuatro meses de edad, actualmente está hospitalizado en el
área de pediatría del Hospital Chiquinquirá de Maracaibo porque presenta una
grave desnutrición.
Marbelis González, madre de Yonaikel, aseguró que tienen 10
días en este centro médico y, “aunque el estado de su hijo ha mejorado,
siguen tratando de recuperar su peso ideal que es
de 13 kilos y pesa 7”.
En
el hospital “Doctor Manuel Noriega Trigo” del estado Zulia hay otra historia
similar. Inés Romero comparte un cuarto de hospital con Menaida Romero. Ambas
tienen a sus hijos hospitalizados por desnutrición. La primera cuenta, en
idioma Yukpa, que su niño se llama Calvin Montiel y está recluido desde hace
dos semanas en el centro de salud.
Romero
contó que vive en la Sierra de Perijá y comen lo que cosechan: topocho, plátano
y yuca. Inés apacigua la desnutrición de su hijo cantando el himno nacional en
su lengua nativa, publica el portal informativo de Radio
Fe y Alegría.
Aumentó la desnutrición en 30%
Estos
hechos corroboran las investigaciones de la Fundación Bengoa
que ubica entre el último semestre de 2015 y lo que ha transcurrido del 2016, un
incremento de la malnutrición, llegando aumentar un 30% de la población
infantil, estableciendo los hechos como consecuencia de la crisis alimentaria
que atraviesa Venezuela.
“Detrás
de la actitud aparentemente perezosa de un niño puede esconderse el hambre”,
explicó Mercedes López de Blanco, vicepresidente de esta ONG, y quien trabaja
el tema nutricional desde hace más de medio siglo.
En
el último semestre del año 2015 y lo que ha transcurrido de 2016,
los investigadores de Bengoa han detectado que la mal nutrición infantil llegó
al 30% de la población, basados en una muestra de 4.000 niños de esos centros
educativos.
Maritza
Landaeta, coordinadora de investigación de Bengoa, cree que la intensificación
de la crisis venezolana deja consecuencias visibles en el deterioro de la
alimentación, asegurando que 25% de los niños dejó de ir a esas escuelas porque
no tenía qué comer.
Mal nutrición en niños
Landaeta
indicó que a las fallas del Programa de Alimentación Escolar (PAE) se suma la
crisis de cada hogar, donde ha disminuido el poder adquisitivo de las familias
que también se ve afectado por la inflación, la escasez y el desabastecimiento.
“No
quiero pensar cómo estarán los porcentajes de anemia de la población infantil,
si el año pasado la deficiencia de hierro se ubicaba entre 20% y 30%; y
los datos de la Encovi 2015 (Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela),
indicaban que había una reducción de 50% en el consumo de alimentos como leche,
queso, huevos, carne, pescado y pollo, fundamentales para el crecimiento de los
niños”, explicó Landaeta.
En
su trabajo diario se ha dado cuenta de que en la mayoría de los hogares falta
el dinero para comprar proteínas, frutas y vegetales, por lo cual las personas
basan su alimentación en pasta. “Esto es una tragedia”, dijo al
diario El Nacional.
“Desde
el momento de la concepción hasta los dos años de los niños es una situación
crítica. Allí cualquier cosa que ocurra es difícil de corregir. Sin embargo, se
puede. En cambio, los niños que hayan presentado un daño permanente, por
ejemplo cinco años de hambre, no se recuperarán. El momento es grave, pero si
actuamos ya, será reversible”, expuso finalmente.
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