El Papa Francisco exhorta a rechazar la violencia en Venezuela



El Santo Padre recordó que Venezuela “está viviendo nuevamente momentos de aguda tensión”, sin embargo, motivó a retomar un diálogo “sincero y constructivo

Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic

El Mensaje de Francisco fue directo, muy claro y específico en su intención: “Deseo recordar Venezuela, que está viviendo momentos de aguda tensión. Rezo por las víctimas y en particular por el chico asesinado hace pocos días en San Cristóbal”, dijo tras el rezo dominical del Ángelus, recordando los hechos de violencia y el asesinato del estudiante de bachillerato Kluiverth Roa de 14 años, a manos de un funcionario de la Policía nacional Bolivariana.

El Papa Francisco, que ya ha instado en el pasado en varias ocasiones a la reconciliación en este país, leyó este llamamiento tras recordar también las persecuciones a los cristianos en Siria e Irak, según reseñan las agencias internacionales.

En su llamamiento, exhortó "al rechazo de la violencia y al respeto de la dignidad de cada persona a la sacralidad de la vida humana”. También animó a “retomar un camino común para el bien del país reabriendo espacios de encuentro y de diálogo sinceros y constructivos".

Francisco concluyó su mensaje "confiando a este querido país a la intercesión materna de Nuestra Señora de Coromoto (la patrona de Venezuela)".

Cabe recordar que una parte de la oposición había pedido el pasado 25 de febrero la “intervención” del Papa Francisco y la opositora María Corina Machado acudió a la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas para entregar una carta dirigida al Sumo Pontífice.

A continuación el mensaje completo pronunciado por el Papa Francisco:

“Queridos hermanos y hermanas,

No cesan, lamentablemente, de llegar noticias dramáticas desde Siria e Irak, relativas a violencias, secuestros de personas y abusos contra los cristianos y otros grupos. Queremos asegurar a las personas involucradas en estas situaciones que no las olvidamos, sino que estamos cerca de ellas y rezamos insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la brutalidad intolerable de la cual son víctimas. 

Junto con los miembros de la Curia Romana he ofrecido esta intención en la última Santa Misa de los Ejercicios Espirituales, el viernes pasado. 

Al mismo tiempo les pido a todos, según las propias posibilidades, de trabajar para aliviar el sufrimiento de cuantos están en la prueba, a menudo solamente por la fe que profesan. Recemos por estos hermanos y estas hermanas que sufren por la fe en Siria y en Irak. Recemos en silencio”.

“Deseo recordar también a Venezuela, que está viviendo de nuevo momentos de aguda tensión. Rezo por las víctimas y, en particular, por el chico muerto hace pocos días en San Cristóbal. 

Exhorto a todos a rechazar la violencia y a respetar la dignidad de cada persona y la sacralidad de la vida humana, y los animo a volver a emprender un camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y diálogo, sinceros y constructivos. 

Encomiendo ese amado país a la intercesión materna de Nuestra Señora de Coromoto”.

Según Radio Vaticana, el Pontífice dirigió sus saludos a todos los fieles presentes en la plaza de San Pedro, familias, grupos parroquiales, asociaciones, peregrinos en Roma, de Italia y de otros países. También saludó a los fieles provenientes de San Francisco, California, a los jóvenes de las parroquias de la isla de Formentera, a los grupos de Fontaneto d’Agogna y Montello, a los Bomberos de Tassullo, y a los chicos de Zambana.

Palabras especiales tuvo hacia los seminaristas de Pavia presentes en la plaza junto con su rector y padre espiritual, quienes han apenas terminado los ejercicios espirituales y hoy regresan a su diócesis: “Pidamos por ellos y por todos los seminaristas la gracia de ser buenos sacerdotes”, expresó.

“Les deseo a todos un buen domingo. No se olviden, por favor, de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!”.



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