El presidente del Episcopado
propone “de nuevo” el diálogo entre el
gobierno y los demás sectores del país como una vía “para encontrar soluciones
acordadas”
Ramón Antonio Pérez
@Guardiancatolic
“Como
ciudadanos venezolanos y como pastores del pueblo, que peregrina entre
aflicciones y consuelos de Dios, hemos estado muy atentos al acontecer del país
(…) Venezuela
atraviesa una crisis global de enormes proporciones, cuyos niveles sobrepasan
cualquier crisis anterior y que toca profundamente todas las dimensiones de la
vida del país. Cada día el venezolano siente más la crisis en carne
propia. Una crisis de carácter ético-político y económico-social”.
De
esta manera se expresó el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana
(CEV), Monseñor Diego Padrón Sánchez, durante la apertura de la Centésima
Tercera asamblea plenaria que se inició este 7 de enero en Caracas. Un saludo
en el que no se ahorró palabras para denunciar las actuaciones del gobierno
nacional, alertar lo que ocurre en el seno de los partidos de oposición, y
prevenir sobre la indiferencia de algunos sectores sobre lo que ocurre en el
país.
Resaltó
que la crisis venezolana se sostiene en dos puntos: “la pérdida de los valores morales
republicanos, y la naturaleza y desempeño del sistema que nos gobierna”.
Indicó
que en Venezuela se ha perdido el respeto entre las personas y el respeto a las
instituciones. “Pero también a los principios de legalidad, legitimidad y moralidad que
son el sustento del entramado jurídico, legal y constitucional”, acotó.
“Panorama muy oscuro”
El
presidente del Episcopado Venezolano dijo que el sistema político dominante ha
impulsado constantemente la división ideológica y social entre los diversos
sectores del país, lo cual predispone los ánimos para la violencia y la
agresividad.
“La
violencia ha sido y continúa siendo motivada por la filosofía del sistema La
pobreza vergonzante a la que el sistema ha llevado al país es causa de violencia.
El militarismo y la corrupción en diversos grados son amparados por el sistema”.
El
Arzobispo de Cumaná, mencionó algunos elementos de la situación que caracteriza
a Venezuela: “la desidia o negligencia de los poderes públicos para superar
la crisis moral, la ineficiencia de los servicios básicos que requieren todos
los ciudadanos, el alto costo de la vida, la crisis en el sistema de salud pública,
el desabastecimiento
en todos los rubros, la escasez de empleo digno y justo, la crisis
económica que paraliza al país, la inseguridad social y jurídica, la criminalización
de la protesta pacífica y la persecución a la disidencia política,
sindical y obrera conforman un clima político-social muy duro y un panorama nacional muy
oscuro”.
Los
partidos de oposición también fueron llamados a evaluarse porque “no
han sabido ofrecer un proyecto alternativo de democracia eficiente”, según
dijo Monseñor Padrón. Explicó que la crisis en las organizaciones político
partidistas “es más de afecto que de ideología, más de agendas y proyectos
personalistas que de estrategias”.
Acotó
que
“tal crisis en la dirigencia impide la visión del bien común y la concreción de
un proyecto en el que puedan participar todos los sectores sin exclusiones”.
El diálogo…el diálogo…el diálogo…
El
presidente saliente de la CEV considera que para resolver la crisis se requiere
el concurso de todos los sectores del país. “Ahí está nuestra fortaleza”,
dijo. “La fuerza es la unión”, añadió citando letras del Himno
Nacional. “La política de exclusión y de desconocimiento mutuo entre los sectores
disminuye la capacidad para encontrar los caminos de solución. El radicalismo
agudiza la crisis”.
Monseñor
Padrón Sánchez, al igual que toda la Iglesia cree en el diálogo como el camino
a la paz en Venezuela, pero que responda a una metodología eficaz. “La
Asamblea Nacional debería ser la primera instancia de diálogo en el país”, dijo
en referencia al Poder Legislativo, cuya mayoría simple favorable al gobierno
de Nicolás Maduro, descartó la participación de la posición entre las recién
nombradas autoridades.
“En
nombre de la CEV propongo de nuevo el diálogo entre el gobierno y los demás sectores
del país como una vía para encontrar soluciones acordadas”.
A
los periodistas les dijo que tanto en la Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de
Justicia y demás Poderes Públicos “No
hubo renovación”. “Sigue siendo la misma ideología, filosofía,
principios. No hay renovación, aunque cambien las personas”.
Entre
los asistentes a la asamblea se encontraba el Nuncio Apostólico de Su Santidad
en Venezuela, Monseñor Aldo Giordano, quien durante su intervención mostró
apoyo al mensaje de Monseñor Padrón. “Estamos en total sintonía y comunión”,
dijo.
Cabe
señalar que la Conferencia Episcopal Venezolana durante la CIII asamblea
plenaria contempla, además de la evaluación y presentación de los proyectos de
pastoral, renovar la actual junta directiva y celebrar una eucaristía en
Jornada por la Paz, el domingo 11 de enero en la Iglesia “San Juan Pablo II de
Montalbán. La clausura está prevista para el lunes 12, en el que se espera un nuevo
pronunciamiento.
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