ANÁLISIS.- El Papa Francisco nuevamente ha girado su vista
hacia Venezuela, convirtiendo al país bolivariano en el epicentro de algunas de
sus decisiones más importantes, como lo demuestran los tres significativos
nombramientos ocurridos en fechas recientes.
Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Caracas, 03 de septiembre de 2013.- Un breve
análisis brinda luces de la importancia que Francisco le está dando no sólo al
contexto religioso y pastoral de Venezuela sino también a la realidad socio
política en que está envuelto el país latinoamericano.
Han sido movimientos precisos para revalidar ante el
Estado Venezolano y sus gobernantes la presencia de la Iglesia, y de esta
manera reabrir los cauces de una relación afectada los últimos tres lustros de
gestión revolucionaria.
Las decisiones del Santo Padre han permitido que
Diócesis importantes como Carora y Barinas puedan contar con nuevo titulares
luego de las vacantes ocurridas en esas Iglesias particulares. A las mismas
fueron asignados hombres muy curtidos en el sacerdocio, y a la vez, tolerantes
y de importante trabajo de inclusión social.
Secretario
de Estado desde Venezuela
Pero Francisco fue más allá de lo que muchos esperaban.
Sus nombramientos, incluso, han dejado mal parados algunos sectores cuyas
intrigas son ventiladas por los vaticanistas en torno a lo que ocurre puertas
adentro de la Curia de Roma.
Con tino de excelencia diplomática designó a Monseñor
Pietro Parolín como Secretario de Estado del Vaticano. Ni más ni menos, un experto
en relaciones internacionales, es ahora el segundo hombre de importancia dentro
de la Barca de Pedro, sustituyendo al Cardenal Tarsicio Bertoni.
El cargo le viene al Prelado natural de Schiavon, en
la región del Veneto, en el norte de Italia, y de 58 años, luego de transitar desde
2009 en la Nunciatura Apostólica en la Venezuela de un gobernante que, como Hugo
Chávez, fue de actuación contradictoria con la Iglesia católica. Esta decisión supone
un claro mensaje del Papa Francisco para los venezolanos: no pierdo de vista lo que ocurre
en la tierra de Simón Bolívar.
Las Diócesis
Venezolanas con nuevos titulares
Así también, la designación de Monseñor Luis Armando Tineo Rivera, como Obispo de la Diócesis de Carora, mientras el Santo Padre participaba en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, llena un vacío en esta zona pastoral del estado Lara.
Esta responsabilidad le viene a Monseñor Tineo Rivera
luego que se desempeñara desde febrero de 2007 como Obispo Auxiliar de Caracas.
Su hoja de vida y servicio a la Iglesia destaca que nació en la capital
venezolana el 10 de mayo de 1948.
Monseñor Luis Tineo fue ordenado sacerdote en 1980 y
se desempeñó como profesor de Teología y Formador en el Seminario Mayor de
Caracas. Dirigió el Semanario “La Iglesia Ahora”, Radio María Venezuela y fue
párroco de “La Anunciación del Señor” en Caracas. Es reconocido dentro de la
Iglesia como un hombre de sólida integridad moral, pero a la vez, también es
considerado respetuoso del dialogo y muy tolerante.
Monseñor Tineo Rivera se convierte en el Tercer Obispo
de Carora, siendo sus antecesores: Eduardo Herrera Riera (5 de julio de 1994 -
5 de diciembre de 2003) y Ulises Antonio Gutiérrez Reyes (5 de diciembre de
2003 - 27 de agosto de 2011). El jueves 29 de agosto tuvo una despedida amigable
en el Palacio Arzobispal de Caracas y el 14 será su toma de posesión en tierras
caroreñas.
Otra importante designación fue la de Monseñor José
Luis Azuaje Ayala que fue trasladado desde El Vigía-San Carlos del Zulia, a la
Diócesis de Barinas. Con este traslado se sucede a Monseñor Ramón Antonio
Linares Sandoval, cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis fue
aceptada por límite de edad.
Varios son los detalles con Monseñor José Luis Azuaje
que valen la pena recordar. Un primer episodio fue durante los funestos días de
abril de 2002 siendo llamada la Iglesia para ser garante de la vida de Hugo
Chávez, cuando este “renunció” a su cargo según han sostenido algunos protagonistas
de aquel hecho. Junto a Monseñor Mario Moronta y Monseñor Baltazar Porras,
Azuaje brindó esa garantía al detenido.
Luego está la labor de Monseñor Azuaje al frente de
Cáritas Venezuela, convirtiéndose en importante bastión de apoyo para el
Gobierno cuando las lluvias de septiembre y noviembre de 2010 dejaron a miles
de personas damnificadas. Es digno de mencionar su posterior designación como
presidente de Cáritas Latinoamericana, cuya última asamblea general se realizó
en Caracas en junio pasado.
Lo que viene
Toda esta realidad eclesial abre muchas posibilidades
tanto en lo interno de la Iglesia como en la relación con quienes ejercen el
poder político en Venezuela. La meta: acortar la distancia que los separa y
realizar actividades en común acuerdo que vayan en beneficio de la colectividad
nacional.
Un ejemplo de este importante trabajo que se ha
comenzado a realizar es el desarme de la población y grupos civiles. Para este
fin la Iglesia ha incorporado decenas de sacerdotes de raigambre social en las
comunidades de Caracas y otras localidades.
Sectores eclesiales no se descartan el nombramiento de
al menos tres nuevos obispos ya que existen diócesis carentes de titulares y
otros prelados que se acercan al límite de edad para su jubilación. Además, se
espera el empuje de un asunto muy esperado por la feligresía venezolana: la
beatificación del doctor José Gregorio Hernández.
En definitiva, las decisiones de Francisco permiten
prever que su vista siempre estará enfocada en lo que ocurre en el contexto
venezolano. Para gloria de Dios y tranquilidad de los venezolanos, que así
sea.
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