Ramón Antonio Pérez
Caracas, 30 de julio de 2011.- El Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa
Savino, ordenó a seis nuevos sacerdotes este sábado 30 de julio durante una
celebración eucarística que presidió a partir de las 10 de la mañana, en la
Catedral Metropolitana de esta ciudad, formulándoles un llamado a “cooperar
como pregoneros de la Palabra de vida, como pastores del pueblo santo, y
como sujetos principales de la
Eucaristía, el mayor tesoro de la iglesia”.
El Cardenal Urosa estuvo acompañado
de los Obispos Auxiliares de Caracas: Monseñor Luis Tineo; Monseñor Jesús
González de Zárate; Monseñor Fernando Castro; Monseñor Nicolás Bermúdez (Obispo
Emérito); y el Vicario General, presbítero Francisco Terán. Además, a la
ceremonia asistieron sacerdotes de las cuatro zonas pastorales de Caracas; y los
rectores de los seminarios “Santa Rosa de Lima” y Redemptoris Mater, presbíteros
José Trinidad Fernández y César Hernández, respectivamente.
Igualmente asistió una multitudinaria
feligresía que participó entusiasmada con los cantos del Ministerio de Música
de la Parroquia “Nuestra Señora del Rosario” de Antímano, bajo la dirección del
profesor Alberto Utrera. El Cardenal
Urosa saludó la presencia de delegaciones visitantes de Italia y Chile que asistieron
especialmente para participar y acompañar en la ordenación de estos nuevos clérigos.
“Sin Sacerdocio no hay Eucaristía”
El mensaje del Purpurado
estuvo centrado en las labores pastorales que deben cumplir estos sacerdotes en
Caracas, y de manera especial, habló de la eucaristía. “El sacerdote, ya sea
obispo o presbítero, es el único que puede presidir la Eucaristía”, expresó durante
la homilía. Destacó que deben “anunciar el evangelio, santificar al pueblo de
Dios, y conducirlo por los caminos del Señor”.
Explicó el Cardenal Urosa que
“en ese ministerio apostólico resplandece como elemento central la perpetuación
de la presencia activa y salvífica de Jesucristo a través del sacramento
maravilloso de la Eucaristía”.
Expresó que el “anuncio de
la palabra despierta y suscita la fe; la Eucaristía la celebra y realiza la
unión perfecta entre Cristo y el creyente. Y el ministerio pastoral guía a los
fieles por el camino de la vida hasta la consumación de esa unión por toda la
eternidad”.
Santidad Sacerdotal
Otro aspecto que formó parte
de las enseñanzas del Cardenal Urosa estuvo relacionado con la santidad. “La
relación entre la eucaristía y el sacerdocio nos lleva también a considerar la
santidad a la que está llamado el presbítero (…) está llamado a vivir como
Jesús, tener sus mismos sentimientos, consagrarse a sí mismo y ofrecerse a
Dios, dar la vida como Jesús, por la salvación del mundo. Y esto lo hace el
presbítero en su servicio diario a los fieles, en comunión con el obispo y sus
hermanos presbíteros, en la atención pastoral realizada con intenso amor y
ardor apostólico”, expresó.
Acotó que el sacerdote por
estar llamado a vivir como Jesús, “no puede conformarse con una vida espiritual
mediocre”. Argumentó que el hombre consagrado a Dios “está llamado a ir por el
camino de Cristo, a vivir sus palabras a fondo, para que la alegría del Señor
esté presente en su corazón; está llamado a escuchar y cumplir siempre su
palabra, para alcanzar la verdadera, auténtica y perpetua felicidad”, indicó.
Sobre el Celibato
El Arzobispo de Caracas también
habló sobre el celibato sacerdotal. “De manera particular quiero invitarlos a
ser fieles en su consagración a servir al Señor para siempre en el celibato, en
esa entrega generosa de su corazón, que es simplemente respuesta a una excelsa
vocación, a la gracia maravillosa de imitar a Jesús en la entrega de su corazón
a Dios y a la salvación de las personas”.
Precisó que “siguiendo ese
camino el sacerdote será feliz, y podrá dar testimonio auténtico del Señor.
Actuará realmente como lo que debemos ser: enviados, embajadores de Cristo en
el mundo, para que la gente lo conozca y lo acoja como su único y verdadero
salvador”.
Agradecimiento de los nuevos sacerdotes
El Padre Arsenio Zambrano tomó
la palabra en nombre de los nuevos sacerdotes. “Considero este día como muy
importante para la Iglesia y por ello quiero darle gracias a Dios”, dijo. También
tuvo palabras de agradecimiento para las distintas parroquias donde fueron recibidos
para cumplir sus labores durante el periodo de formación.
Con el acto de la imposición
de manos que hizo el Arzobispo de Caracas a estos nuevos sacerdotes, se dio un
paso importante para motivar e impulsar con dinamismo las acciones pastorales y
de evangelización que emprende la Iglesia en la Capital de Venezuela. Finalmente, en el tradicional acto de “besar
manos”, la feligresía se fundía en completo abrazo con sus noveles pastores.
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