Monseñor Moronta denuncia la angustia que se vive en hogares venezolanos

Monseñor Mario Moronta
Obispo Diócesis de San Cristóbal.

El Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, mediante una Carta dirigida a los presbíteros, los motivó a ser hombres de esperanza, en una sociedad marcada por el relativismo ético. Igualmente, en la Semana del Abrazo en Familia, laicos tachirenses se han sumado a la iniciativa de la Conferencia Episcopal Venezolana, y reflexionan sobre los temas del dialogo, la resolución de conflictos, la relación padres e hijos, la reconciliación, y la convivencia familiar.

Ramón Antonio Pérez

Fotos: Prensa DSC

San Cristóbal, 09 de noviembre de 2010.- En el marco de la Semana del Abrazo en Familia, y vísperas del tiempo de adviento, el Obispo de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, escribió una carta pastoral a los presbíteros de su diócesis invitándolos “a ser hombres de esperanza”, según una nota de prensa divulgada por esta diócesis. El Obispo en su carta presenta la situación actual, y que promueve la desesperanza en la sociedad del mundo de hoy.
“Entre nosotros, lamentablemente, se han venido agudizando situaciones que hacen crecer la desesperanza y se llega a correr el riesgo de caer en la indiferencia y el conformismo, expresiones también de indefensión”, dice. De igual manera, denuncia que la “inseguridad, el contrabando de gasolina y alimentos, el sicariato, los secuestros, la descomposición moral… causan un continuo desasosiego entre muchas personas”, situaciones a las que se añade “la polarización política, con sus efectos de desencuentro y divisiones que perjudican a todos”, señaló.

Manifiesta también el Prelado el aumento de la angustia en los hogares por estas razones, y la falta de propuestas serias para enfrentar estas situaciones movidas por el relativismo ético, el individualismo y las mezquindades. Por tal motivo exhorta el Obispo a los sacerdotes, a “presentarse como un faro que irradie la auténtica luz a la gente que aguarda de nosotros (Cf. Filp. 2,15). En el Táchira, y desde aquí para toda Venezuela y el mundo, somos esperanza para nuestro pueblo”.

Moronta invitó a los presbíteros a fortalecer el celo apostólico. “Es necesario acudir a la oración. Ésta, alimentada por la Palabra, la Eucaristía y los sacramentos, ha de ser un motivo para el encuentro con el Señor. En ella, además de buscar nuestro crecimiento personal, hemos de hablarle a Dios de sus hijos, a quienes servimos con dedicación”.

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Pastoral Familiar: “La semana del abrazo en familia es un llamado a la reconciliación”

Humberto y Blanca Urbina
llevan adelante iniciativas en favor
del Abrazo en Familia 2010.

Por otra parte, la oficina de prensa de la Diócesis de San Cristóbal, reportó que durante esta semana esta iglesia particular se une a la campaña del Abrazo en Familia que promueve la Conferencia Episcopal Venezolana, cuya actividad consiste en la promoción de valores que ayuden al fortalecimiento de las familias. La jornada de este año, lleva por lema: “Familia, abre tu corazón al diálogo y a la reconciliación”.

En tal sentido, destaca la nota informativa que los coordinadores de la Pastoral Familiar Humberto y Blanca Urbina, informaron que “la semana del abrazo en familia es un llamado a la reconciliación, a la armonía del hogar para que cada día la relación entre los miembros de la familia sea fructífera, y que cada persona pueda alcanzar sus logros personales junto a sus seres queridos”.

Insistieron también que “esta campaña busca concientizar a las familias en la necesidad del diálogo para lograr la reconciliación y el perdón, y con ello la unión de las familias”, por ello en las instituciones educativas, parroquias y medios de comunicación social “durante esta semana se estarán reflexionando sobre los temas del dialogo, la resolución de conflictos, la relación padres e hijos, la reconciliación, y la convivencia familiar”.

Los esposos Urbina señalaron que el próximo domingo las parroquias clausurarán la semana del abrazo en familia con una celebración especial; y finalmente hicieron un llamado a “las familias a no tener miedo de buscar el diálogo para lograr la reconciliación”.