Obispo de Trujillo celebró 157 años del Bautismo del Beato José Gregorio Hernández Cisneros


Monseñor José Trinidad Fernández Angulo, invitó a mirar la vida del “Médico de los pobres”, para que “con coraje y valentía evangélica vivamos un cristianismo que tiene una dimensión profética”

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
NdP/Vicaría Diocesana para las Comunicaciones
Escuque, 30 de enero de 2022

Una jornada plena de espiritualidad y simbología católica se vivió este domingo 30 de enero en la población de Escuque, estado Trujillo. 

La celebración de los 157 años del día en que el beato José Gregorio Hernández Cisneros fue llevado a la pila bautismal por sus padres, fue el motivo del festejo. 

Las parroquias de la zona planificaron un conjunto de actividades que incluyó la visita del obispo José Trinidad Fernández Angulo, quien presidió la ceremonia.

De acuerdo con una nota recibida desde la vicaría diocesana para las comunicaciones de la Diócesis de Trujillo, se conoció que previo a la eucaristía se realizó una marcha con la reliquia del beato desde la población de El Alto. Además una cabalgata partió desde Isnotú, cuna del beato. Ambas coincidieron en el santuario del Niño Jesús de Escuque.

“Sin embargo, debido a las recientes restricciones emanadas desde al Gobernación del Estado por el alza en contagios de COVID 19, la actividad se redujo sin perder el brillo solemne y festivo”, indica la nota recibida por El Guardián Católico.

El templo y el lugar donde fue bautizado el beato estaban hermosamente decorados”, refiere la instancia de prensa diocesana.  

A las 10 y 45 de la mañana llegó la comitiva desde Isnotú con la reliquia del Doctor Hernández y la imagen que se venera en aquel santuario. Una pequeña procesión alrededor de la Plaza Bolívar abrió las actividades.

“Los sacerdotes y un grupo de fíeles portando estandartes y la imagen del beato caminaron cantando y rezando al sonar de las campanas”, describen.

Entrando al hermoso recinto religioso en hombros de los presbíteros la imagen y su reliquia fueron llevadas al bautisterio donde fue bautizado aquel niño. 

Hubo un momento para exhortaciones, oraciones, vivas y aplausos de los católicos que se congregaron en el lugar. Ya en el templo estaban dispuestas las seis familias elegidas para bautizar a sus niños durante la solemne ceremonia presidida por monseñor José Trinidad Fernández Angulo.

El rito del bautismo fue preparado para celebrarse conjuntamente con la santa Misa. Los concelebrantes, entre los que se hallaba el vicario general de la Diócesis, presbítero Rubén Delgado, también acompañaron al obispo en la administración del sacramento.

Sin miedo a ser diferentes


El obispo trujillano se mostró complacido de visitar y presidir, ahora como pastor propio de la diócesis, aquella eucaristía. Con su hablar pausado y claro exhortó vivamente a descubrir el diáfano mensaje de la Palabra de Dios allí proclamada. 

Comentando el evangelio correspondiente al domingo, sobre la presencia y actividad del Señor Jesucristo su natal Nazaret, reflexionó sobre las consecuencias de quienes están de verdad en el camino de seguimiento a Jesucristo, refiere la nota diocesana.

No se puede pretender seguir fielmente a Jesús y no provocar, de alguna manera, la reacción, la crítica y hasta el rechazo de quienes, por diversos motivos, no pueden estar de acuerdo con un planteamiento evangélico de vida, dijo el Obispo de Trujillo.

Nos resulta difícil vivir a contracorriente. Nos da miedo ser diferentes”, expresó en la homilía.

El dictado de la moda nos impone los gestos, las maneras, el lenguaje, las ideas, las actitudes y las posiciones de defender y si no la seguimos estamos fuera de época, dijo.

Recordado su bautismo a los numerosos creyentes allí presentes y a quienes participaban de la eucaristía a través de dos emisoras locales, el prelado les propuso mirar la vida del beato José Gregorio Hernández, para que “con coraje y valentía evangélica vivamos un cristianismo que tiene una dimensión profética”.

Visitante ilustre en Escuque

Aquella santa misa se caracterizó por una participación activa y organizada de la feligresía que colmó los espacios del templo. Allí estuvieron los representantes de la alcaldía y el consejo municipal. Un numeroso coro integrado por niños, jóvenes y adultos amenizó con sus bellos cantos la ceremonia religiosa.

Antes de culminar la eucaristía la institución municipal dio lectura al decreto por el que se celebraba con solemnidad aquella jornada del 157 aniversario y a la visita del pastor diocesano a quien declararon visitante ilustre

También el consejo de pastoral y el párroco Miguel Monsalve tuvieron sus palabras de salutación y agradecimiento al Obispo.

Después de la bendición final el obispo, acompañado de sus sacerdotes, procedió a bendecir la capilla y la pila bautismal donde fue bautizado el beato, recientemente remozado y pintado.

La reliquia del beato permaneció en otro espacio de tiempo para la veneración de los presentes. 

La comitiva de los hijos de Isnotú, que trajeron la imagen de su paisano beato hermosamente decorada, regresó la sagrada imagen a su recinto isnotuense en horas de la tarde.



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