Niurka Camacho, la niña que murió esperando un trasplante de riñón en Venezuela

Niurka Camacho, paciente que falleció el 3 de agosto 2021 en Venezuela, esperando un trasplante de Riñón - Foto @preparafamilia

En los últimos 8 meses han fallecido 12 niños esperando su trasplante. Este 17 de agosto, se generó una protesta exigiendo reactivación del sistema de procura de órganos y tejidos. "¿Cuántos niños más deben morir?", se preguntan los angustiados familiares

Ramón Antonio Pérez - Aleteia Venezuela

Publicado el 18/08/21

Niurka Camacho tenía 6 años de edad cuando conoció la incomodidad de llevar un tapabocas y estar conectada a una máquina dializadora tres veces a la semana. A esa edad fue diagnosticada con insuficiencia renal crónica en estado 5, es decir, sus riñones perdieron casi toda posibilidad de trabajar eficazmente. En consecuencia, necesitaba ser dializada constantemente o recibir un urgente trasplante de riñón para poder vivir.

Durante los últimos siete años, Niurka acudía al Hospital “Doctor José Manuel de los Ríos”, en Caracas. 

Poco a poco se fue adaptando a la incomodidad de la hemodiálisis, el tratamiento para filtrar las toxinas y el agua de la sangre, como lo hacían los riñones cuando estaban sanos. El tratamiento lo recibe en condiciones sanitarias paupérrimas.

El trasplante nunca llegó y el martes 3 de agosto, a pocos días de haber cumplido sus 15 años, Niurka cayó víctima de la enfermedad que también sufren otros niños, niñas y adolescentes en Venezuela. Su caso no ha dejado de estar presente en los medios.

¿Cuántos niños más deben morir?

Protesta frente al Hospital JM de los Ríos en Caracas el 17 AGOSTO 2021 - @Preparafamilia

Este 17 de agosto, una protesta frente al JM de los Ríos, trajo a la memoria tanto a Niurka Camacho, como a otros niños fallecidos o que esperan sus trasplantes de riñón y médula ósea, en Venezuela. 

“La crisis se ha acrecentado”, dijeron familiares y miembros de ONG. “¿Cuántos niños más deben morir?”, se preguntan angustiados.

Después de la muerte de Niurka, también fallecieron: Winder Rangel, de 11 años de edad, el 10 de agosto; y Jeannys Herrera, de 9 años, el 11 de agosto. En total, en los últimos ocho meses han fallecido 12 pacientes, dentro del servicio de nefrología del centro médico infantil más importante de Venezuela. La crisis de salud es evidente en Venezuela.

Sus muertes ocurrieron en las últimas semanas y todos ellos esperaban un trasplante como pacientes del hospital JM de los Ríos”, publica Cecodap, una organización dedicada a prevenir la violencia y que promueve el buen trato a la niñez y adolescencia en familias, escuelas y comunidades.

La muerte no ha silenciado la voz de Niurka

Niurka Camacho falleció el 3 de agosto 2021 en Venezuela, esperando un trasplante de Riñón - Foto @preparafamilia


Conocidos los males que aquejan a Niurka tuvo que mudarse junto a su familia desde Valle de la Pascua (estado Guárico), hasta Caracas, relata Preparafamilia, otra de las organizaciones presentes en la protesta. Esta ONG está “dedicada a la asistencia, acompañamiento y defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes hospitalizados, o con patologías crónicas, y de las mujeres cuidadoras”.

Al mudarse a la capital del país, Niurka y sus familiares estaban solos y enfrentaron una situación de pobreza extrema porque no tenían dinero para poder subsistir. “Mi papá se movía por todos lados para poder conseguir trabajo para mi alimentación”, describe la niña en el video mensaje que publicó la ONG el 6 de agosto, en YouTube.

Siendo paciente de nefrología denunció que las máquinas de diálisis se fueron dañando, pasando de unas 15 operativas a solo tres o cuatro. “Las arreglan y se vuelven a dañar”, expresó en el video mensaje grabado cuando tenía 14 años de edad.

El testimonio de Niurka Camacho se hizo más elocuente el 30 de junio de 2021, cuando habló ante Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH: “He visto muchos compañeros falleciendo a la espera de un trasplante”. Con la voz entrecortada, suplicaba: “Yo no quiero que a mí me pase lo mismo por esperar un trasplante”.

Dentro de las peticiones realizadas a la CIDH urgió se hiciera algo por reactivar los trasplantes en el país, suspendidos desde el 1 de junio de 2017, luego de que se paraliza el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (Spot) coordinada por la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene).

Solo un trasplante podía darle la calidad de vida que merecía”, dice Preparafamilia.

Niurka vivió las fallas de agua potable en el hospital y la falta de mantenimiento de la planta de ósmosis que provocaba muchas infecciones en los pacientes de nefrología. 

Era una paciente que recibía diálisis tres veces por semana y no tenía acceso a los medicamentos para mitigar efectos secundarios porque estaban escasos, y eso fue deteriorando físicamente”, indican.

Antes de morir, vio cómo otros compañeros de nefrología se fueron despidiendo durante los primeros meses de 2021: Elvis Hernández (10 años), Elio Bravo (16 años), Eugenia García (12 años), Samira Oyer (5 meses), Jhojanyerlis Camejo (8 años), Jeandel Silva (14 años), Anastasia Delgado (8 años), Elián Graterol (2 años) y Eliezer Aleta (15 años).

La protesta frente al JM de los Ríos

No es la primera vez que el centro médico es el epicentro de las protestas exigiendo una mejor atención para los pacientes. Esta vez, los familiares exigieron ser escuchados por integrantes de la oposición y del gobierno de Nicolás Maduro, que se encuentran “dialogando” en México, para una posible negociación que resuelva la crisis del país.

Tampoco es nueva la debacle del hospital. La ONG Cecodap indica que desde hace varios años el J.M. de los Ríos comenzó un declive en infraestructura e insumos. “No se detiene y cobra vidas. Por eso, Cecodap y Prepara Familia llevaron la exigencia de cuidado hasta instancias internacionales, después de pasar por instituciones venezolanas”.

Estas aseveraciones, no obstante, son cuestionadas desde varias instancias del gobierno de Maduro. Pero los familiares de los pacientes y fallecidos no se inmutan y siguen adelante en sus reclamos. Por ejemplo, Emilce Rangel, la madre de Winder Rangel, exigió que “reactiven los trasplantes para los que siguen luchando por sus vidas”. 



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