¿Por qué este actor venezolano interpreta al Doctor José Gregorio Hernández?


Francisco Augusto Santos Suárez se siente orgulloso de promover las virtudes cristianas del “Médico de los pobres” en Venezuela. El día de la exhumación de JGH, este artista también fue el centro de las miradas con un mensaje claro: “¡Imitar a quien practicó el bien hacia sus semejantes!

Ramón Antonio Pérez/Aleteia Venezuela 
publicado el 30/10/20

En la mañana del lunes 26 de octubre, las expectativas de buena parte de los venezolanos estaban centradas en la exhumación del doctor José Gregorio Hernández, el futuro beato conocido como el “Médico de los pobres”. 

Mientras en el interior del santuario Nuestra Señora de la Candelaria, en Caracas, se cumplía con la ceremonia, en las afueras, los devotos del milagroso galeno se aglutinaron para honrar a quien dicen les ha cumplido diversos favores. ¡Y vaya manera! Con ellos estaba, “en persona”, el propio “José Gregorio”, llevado a la realidad por el artista Francisco Augusto Santos Suárez.

Estaba vestido en la forma en que lo hacía el científico y hombre de fe: riguroso traje negro, corbata y sombrero, tal cual lo muestran las fotografías de la época. También llevó un maletín de “visitas médicas”, representando la disponibilidad de José Gregorio quien se afanaba en cumplir con los enfermos que requerían de sus servicios, especialmente con los más necesitados. 

Del maletín colgaba el Santo Rosario, también para recordar una de las devociones preferidas del médico nacido en Isnotú (Trujillo), el 26 de octubre de 1864. Además, llevaba un ramo de flores destinado para el futuro beato.

Es una bendición de Dios para Venezuela

El artista se convirtió rápidamente en el centro de las miradas de los devotos y medios de comunicación que, por cumplimiento a las restricciones impuestas por la pandemia, no pudieron ingresar al templo para presenciar “in situ” la exhumación del doctor José Gregorio Hernández. “Los venezolanos debemos sentirnos bendecidos por Dios, al haber permitido que en suelo patrio haya nacido un ser tan maravilloso como lo fue El Venerable que entregó su vida al ejercicio de la medicina y la ciencia para luego compartirla con sus pacientes y todo aquel que se le acercara”, decía emocionado.

El doctor Hernández es digno de admirar e imitar porque fue un hombre honesto, íntegro, sencillo que no iba tras el dinero para ejercer su carrera”, expresó a Aleteia que le consultó al culminar la ceremonia. “Nuestro santo se esmeró por incrementar su sapiencia científica para ofrecer alivio a los dolores y aflicciones de sus enfermos, llegando al extremo de donar los medicamentos que requerían para su sanación”, dijo.

Otra virtud que destacó de José Gregorio fue la fe infinita hacia el Altísimo, y consideró que nada se le hizo imposible para enfrentar los desafíos que la época le imponía en esos momentos, especialmente con la aparición de peligrosas epidemias como el cólera, tosferina, la malaria y la peste que acabó con la vida de muchos venezolanos, pero con valor supo desafiarlas hasta acabar con ellas.

- Su papel es de una gran responsabilidad. - ¿Imita usted al doctor Hernández no solo como artista sino también practicando sus virtudes humanas y espirituales en su vida diaria?, se le preguntó a Francisco Augusto Santos.

Bueno, trato de seguir su ejemplo en las virtudes de la humildad, honestidad, ser solidario con el prójimo que necesita una mano amiga para superar los problemas que nos aquejan en estos momentos”, respondió con voz suave, sencillez y evidente formación en la fe, como en el país se le reconoce a la población de los andes venezolanos.

Instó a a imitar la conducta intachable de este hijo de Dios que el próximo año será alzado a los altares, en su civismo, humildad, respetuoso de las leyes, pero sobre todo en la práctica de la fe. “Le estoy pidiendo al doctor Hernández para que interceda ante el Padre del Cielo y nos ayude a combatir el covid-19 en Venezuela y el mundo”, dijo.

Su trayectoria en las tablas...

Francisco Augusto está casado, pero no tiene hijos. Vive en Caracas desde hace 53 años cuando ocurrió el terremoto de 1967. Sus padres y hermanos estaban pasando unas vacaciones en la capital cuando ocurrió el movimiento telúrico. “Constantemente viajábamos de Táchira a Caracas, hasta que por fin nos quedamos aquí”, relató a Aleteia.

Inició sus estudios de teatro en La Casa del Vínculo donde adquirió las destrezas histriónicas que hoy pone en práctica en los personajes históricos de la vida republicana de Venezuela. Pasado el tiempo comenzó a laborar y desde hace 11 años es empleado en la dirección de cultura y turismo dependiente del Gobierno del Distrito Capital.

Allí organizan la “Ruta Histórica” con el Camino Libertador donde llevan a los turistas por los lugares donde se escenificó la gesta emancipadora, recorriendo sitios como la Casa Natal del Libertador, el Museo Bolivariano, la casa donde vivió Simón Bolívar con su esposa María Teresa del Toro, la plaza Bolívar y la Casa Amarilla.

Hace 8 años, la “Ruta Histórica” cambió de nombre para identificarse como “Ruta Estampas”, a través de la cual comenzó su caracterización del doctor José Gregorio Hernández. En torno a la vestimenta, maquillaje y los implementos que utiliza para su caracterización, destacó que son facilitados por el despacho de cultura y turismo dependiente de la Alcaldía del Distrito Capital.

A través de su personaje del doctor José Gregorio Hernández realiza campañas cívicas concientizando a los caraqueños a cumplir estrictamente las medidas de bioseguridad para evitar contagiarse de la pandemia del covid-19, con el uso correcto del tapabocas y respetando el distanciamiento social

Además, con “Ruta Estampas” realiza procesiones con la imagen del médico de los pobres que recorre las principales calles de sectores como La Pastora y el casco central de la capital venezolana, parecidas a las que lleva a cabo la Arquidiócesis de Caracas, a través de la denominada “Ruta del Venerable”.

La actuación de Francisco Augusto Santos personificando al “Médico de los pobres”, fue aplaudida y aceptada por la muchedumbre. Los devotos, insistentemente le pedían que se acercara hasta ellos para detallarlo y disfrutar de su presencia. Él, con una sonrisa y humildad parecida a la del beato venezolano, complacía alegremente a su público.


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