Estos
reliquiarios simbolizan la presencia física de su cuerpo entre los creyentes venezolanos,
con los cuales no sólo se recuerdan sus dos visitas al país, sino también sus enseñanzas
y mensajes de amor
Venezuela
no ha dejado de recordar el centenario del nacimiento de san Juan Pablo II, a
pesar de que el 18 de mayo de este año 2020, coincidió con las limitaciones
impuestas por la pandemia del Covid-19. Juan Pablo II ha sido hasta ahora, el
único Papa que ha visitado al país suramericano. Lo hizo el 26 enero de 1985 y
el 9 de febrero de 1996. Con motivo de estas visitas, la imagen del “Papa amigo”
quedó sembrada en el alma de los venezolanos.
Existen
dos reliquias de primer grado (es decir, que formaron parte de su cuerpo)
mediante las que Karol Wojtyla, nacido el 18 de mayo de 1920, en Wadowice,
Polonia, también se ha quedado para siempre en Venezuela.
En primer lugar, una muestra
de sangre que es venerada en la parroquia “San Juan Pablo II”, en Montalbán,
Caracas, la cual llegó al país en noviembre de 2014; la segunda, algunos
cabellos del pontífice que, en junio de 2015, fueron entregados a la
Universidad “Dr. Rafael Belloso Chacín” (Urbe) de Maracaibo.
Existen
otras reliquias pero en su mayoría son de tercer grado, -es decir, objetos que
fueron usados o tocados por san Juan Pablo II- durante sus dos visitas al país.
Algunos son netamente sagrados como los cálices usados en las misas; las
vestimentas religiosas que llevó; sillas o tronos en los que se sentó durante las
ceremonias y reuniones; las habitaciones donde descansó, con sus camas y
lencerías. También se tiene conocimiento de la custodia de comedores con la
mantelería y vajillas en las que llegó a comer el santo.
La gota de sangre en el
reliquiario
Santiago
Lodygo, quien es párroco de “San Juan Pablo II”, una iglesia parroquial que está
cimentada sobre la explanada de Montalbán, donde el 27 de enero de 1985, el
Papa celebró la eucaristía en su primera visita, concedió el privilegio a Aleteia
de ver y fotografiar varias reliquias vinculadas al santo polaco que se
encuentran en ese lugar.
Pese a confirmar que la reliquia de primer grado bajo
su custodia fue la primera en llegar a Venezuela conteniendo una gota de sangre
de Juan Pablo II, expresó desconocer el momento y la manera en que el
plasma fue extraído del pontífice.
“Es
posible que haya sido extraída después de su fallecimiento el 2 de abril de
2005 para recordarlo”, expresó sin entrar en detalles. La otra posibilidad es que
“el trozo de tela ensangrentado” haya sido parte de la vestimenta que el Papa llevó
el 13 de mayo de 1981, cuando sufrió un atentado a manos del terrorista Mehmet
Ali Agca, en la plaza San Pedro.
Santiago
Lodygo, quien es de los padres palotinos y oriundo de Polonia, prefirió
extenderse en el objeto de la reliquia. “Simboliza la presencia física de su cuerpo
entre nosotros, para recordar sus enseñanzas y mensajes de amor, esperanza
hacia el hijo de Dios y María Santísima que predicó y difundió en su
largo pontificado, durante sus 104 viajes que realizó fuera de Italia, y su
visita a 129 países de todo el orbe, incluyendo Venezuela”.
Explica
que la misma fue entronizada en este templo por el entonces arzobispo de
Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, el 14 de noviembre de 2014, tras la
canonización de Juan Pablo II, el 27 de abril de ese año. Un año antes, el 17
de noviembre 2013, la parroquia había creada canónicamente durante una
ceremonia en la que tomó posesión el también polaco y palotino Roberto
Planchta. En 1989, el templo fue dedicado inicialmente a Nuestra Señora de La
Visitación. Ahora es la parroquia “San Juan Pablo II” de Caracas.
Para
la adquisición de la reliquia, las autoridades episcopales venezolanas
redactaron una carta dirigida al arzobispo de Cracovia, cardenal Stanislau
Dzwisz a quien formularon la solicitud, felizmente materializada, de donde
surge entonces el certificado de originalidad.
“Las
reliquias no se pueden comprar ni vender. Son regalos que hacen crecer el culto
por el santo, y motivan a la feligresía a seguir sus pasos y su ejemplo de vida
cristiana”, dijo el padre Santiago alegre de mostrar los objetos
vinculados al Papa.
El cabello de Juan Pablo II
Hacia
el occidente de Venezuela, la Universidad “Dr. Rafael Belloso Chacín” (Urbe) de
Maracaibo, cuenta con la segunda reliquia de primer grado de san Juan Pablo II,
la cual llegó en junio de 2015. Monseñor Ubaldo Santana, entonces arzobispo de
Maracaibo, entregó formalmente la reliquia a la casa de estudios superiores contentiva
de algunos cabellos pertenecientes al “Papa amigo”, quien fue sumo pontífice
durante 27 años.
“Tenemos
los motivos para recibir este valioso presente, contamos con la cátedra libre
Juan Pablo II en la que fomentamos en la comunidad los valores y el mensaje de
amor del Sumo Pontífice a quien rendimos honores a diario con una plaza que
lleva su nombre y en la que veneramos su imagen”, dijo el 17 de junio, Oscar
Belloso Medina, el rector fundador.
EXPOSICIONES:
El padre Santiago Lodygo anunció la intención de abrir una exposición fotográfica
en las instalaciones de la iglesia caraqueña, en el marco del centenario de Juan
Pablo II, para continuar difundiendo su legado. “Para hacerlo más vivo,
especialmente a las nuevas generaciones”, dijo a Aleteia. Consideró al “papa viajero” como un hombre intelectual que
amó a su familia, a su país y conoció el
dolor desde muy niño cuando perdió a la madre, a un hermano y también al papá quedándose
solo en el mundo.
Cerró
agradeciendo a Dios “por haber creado un ser humano tan valioso y
especial que llevó su alegría, y su amor al prójimo en todas las naciones que
visitó durante sus 27 años de pontificado”. “Sus reliquias son una
forma de recordarlo entre nosotros”.
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