ALUMNOS DE SEXTO GRADO "A" DEL COLEGIO MARRERO HICIERON SU PRIMERA COMUNION

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Guarenas, 30 de junio de 2008. El pasado sábado 28 un grupo de alumnos del Sexto Grado "A", del Colegio Parroquial "Jesús María Marrero", recibieron el Sacramento de la Primera Comunión, en celebración eucarística que ofició el Padre Miguel Marín, en el Templo Catedral "Nuestra Señora de Copacabana de Guarenas.

El padre Marín habló sobre la importancia de la familia, lo vital para un católico en cuanto a la asistencia a misa para recibir los sacramentos y la relación con Dios desde la temprana edad en las personas.

También habló de lo necesario que es reflexionar sobre la Palabra de Dios, ejercitarse en la oración diaria y facilitarle a los niños el encuentro con Dios dando testimonio cristiano en el seno de las familias. Marín estimó que la formación humano cristiana debe continuar en los colegios para que con un sentido de utilidad ciudadana, se reduzcan los problemas sociales como la delincuencia y la situación de pecado en que se encuentra gente adulta, en gran parte responsables de los males que ocurren en la sociedad.
Finalmente dijo que ante la aparición de una supuesta "iglesia paralela", la Única que existe por mandato directo de Jesucristo a San Pedro, es la Iglesia Católica y Apostólica con sede en Roma, bajo la conducción del Santo Padre, quien es el sucesor del apóstol. "Hay una sola Iglesia, la que fundó Cristo; no hay otra", indicó el Padre Marín.

Marco Antonio recibió su Primera Comunión

Mi hijo Marco Antonio, fue uno de los niños que recibió la Primera Comunión en la ceremonia que presidió el Padre Miguel Marín el sabdo 28 en "La Copacabana". El niño expresó ante sus familiares y amigos de Colegio el regocijo propio de quien por vez primera, se encuentra con Jesucristo en la hostia consagrada. Marco Antonio es mi segundo hijo con mi esposa, la profesora Edith Jiménez. El mayor se llama Alvaro José, quien también nos acompañó en la santa misa, y debutó como reportero, ya que le tocó hacer la filamación con una Handicam.

Esto para la familia significa mucho, ya que de alguna manera, también este niño empezará a dar sus pininos en la fe; más ahora, cuando entrando en la adolescencia, debe comenzar a asumir responsabilidades en todos los campos, incluido el de la fe.