Diócesis de San Cristóbal celebra Misa Crismal pospuesta desde Semana Santa


“¿Cómo vivir nuestro ministerio en una sociedad desestructurada y en crisis?”, fue la reflexión de monseñor Moronta. La ceremonia había sido pospuesta desde Semana Santa y se cumplió sin la presencia de fieles en la Capilla del Seminario Diocesano en Palmira, desde donde fue seguida a través de las redes sociales y otros medios diocesanos

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
San Cristóbal, 30 de diciembre 2020
NDP Diócesis de San Cristóbal

“En medio de una situación particular, celebramos hoy la Misa Crismal”, expresó la mañana de este 29 de diciembre el obispo de San Cristóbal (Táchira), monseñor Mario Moronta. Como en el resto de las diócesis de Venezuela, la misa crismal que se acostumbra a celebrar en Semana Santa para bendecir los aceites y oleos de consagrar, y en el que además el clero renueva su ordenación sacerdotal, fue reprogramada en otra fecha ya no existe un impedimento de acuerdo con las normas de la iglesia. 

El motivo de la reprogramación fue la pandemia del coronavirus llevando a que la iglesia tomara las medidas necesarias para prevenir contagios entre la feligresía y el mismo clero tachirense. Se cumplió sin la presencia de fieles en la Capilla del Seminario Diocesano en Palmira, desde donde fue seguida a través de las redes sociales.

Moronta destacó que en la misa crismal “bendecimos los aceites sagrados destinados a la confección de los sacramentos de la Iglesia”, dice la nota de prensa recibida por El Guardián Católico.

“A la vez, al conmemorar el Sumo y Eterno Sacerdocio de Jesucristo, renovamos los compromisos adquiridos el día de nuestra ordenación sacerdotal. Ambos eventos, en un mismo acontecimiento litúrgico, nos permiten experimentar de nuevo la permanente presencia y acción del Espíritu Santo”, expresó.

Los sacerdotes y obispos del Táchira debieron cumplir diversas normas de bioseguridad para participar en la ceremonia, indica la nota informativa.

Monseñor Mario Moronta estuvo acompañado por el Nuncio Apostólico de la República del Congo, monseñor Francisco Escalante Molina; monseñor Juan Ayala, obispo auxiliar de San Cristóbal, y monseñor Luis Márquez, obispo auxiliar emérito de Mérida. 

En la Eucaristía se elevó una oración especial por los sacerdotes enfermos, y aquellos que fallecieron en los últimos meses.

¿Cómo vivir nuestro ministerio sacerdotal?

   
 Diócesis de San Cristóbal, Venezuela

Antes de renovar las promesas sacerdotales el Obispo invitó a su presbiterio reflexionar con algunas interrogantes, entre ellas: “¿Cómo vivir nuestro ministerio en una sociedad desestructurada y en crisis?, ¿Cómo ser ministros del Señor y de la Iglesia en una sociedad desarraigada?, ¿Cómo ser ministros para una sociedad que ha ido perdiendo la esperanza? y ¿Cómo ejercer el ministerio desde la experiencia de la soledad?”, dice la nota

Las respuestas llegaron del mismo obispo: “respondemos a dichas interrogantes con lo que somos y tenemos, tanto en lo humano como en lo cristiano y lo sacerdotal. Por supuesto, siendo secundados por la gracia de Dios, Uno y Trino”.

Así mismo, señaló: “desde nuestra vocación bautismal, cuales cristianos creyentes, respondemos con decidido testimonio de la Resurrección, lo cual conlleva actuar con rectitud de intención, coherencia y temor de Dios. Así podremos ser perseverantes a fin de entusiasmar a los demás en el seguimiento discipular del Jesús. Y, como ministros ordenados sacerdotes, configurados al Señor, nuestra respuesta y compromiso apuntan a dar el ejemplo de la caridad pastoral y celo apostólico en nombre de Jesucristo”.

Al final de la Eucaristía el Obispo hizo una oración de acción de gracias por el presbiterio tachirense, y sus frutos pastorales, por los sacerdotes que han celebrado recientemente 25 y 50 años de ordenación sacerdotal. Igualmente, encomendó a Dios los retos pastorales de esta Iglesia local para afrontar el desarrollo de la pandemia, y las adversidades político-sociales de Venezuela.



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